Víctor Sánchez Mata (Rubí, Barcelona, 1987) ha alcanzado a sus 28 años la veteranía futbolística. Líder en el centro del campo y en el vestuario periquito, Víctor encara su sexta campaña como blanquiazul defendiendo el brazalete de capitán y en uno de los peores momentos de la temporada. En lo personal, este año ha disputado diez de los once encuentros de liga, marcando un gol y dando una asistencia (en total 9 goles y 7 asistencias en La Liga).

El rubinense ha admitido, en declaraciones a Mundo Deportivo, que es el momento de reaccionar para evitar males mayores: "El partido ante el Málaga es clave. La ventaja de puntos de hace algunas jornadas, cuando teníamos 12 puntos, ya no la tenemos. No nos sobran puntos y ya no tenemos colchón."

La mala racha respecto a juego, imagen y resultados, con solamente cuatro de los últimos 18 puntos posibles, inquieta a los aficionados y provoca un cierto rún rún en el vestuario: "No ganamos desde el día del Betis y han pasado tres jornadas. No nos queda otra que volver a ganar para estar tranquilos. El partido contra el Málaga tiene que marcar un punto de inflexión", ha destacado el catalán.

Por otro lado, Víctor Sánchez respondió ante los silbidos que se han hecho latentes en el estadio y ha manifestado la repercusión que tiene ganarse la confianza de los seguidores periquitos: "Es necesario ganar para tener más puntos y para recuperar la conexión con la afición; los silbidos que se oyen en el estadio no sólo van hacia nosotros, sino también contra los directivos por todo lo que está sucediendo en el club desde hace tiempo", sentenció el centrocampista.

Por último, el capitán no quiso irse sin antes dejar una consigna para todos: "A los seguidores les diría que no nos dejen y que si fallamos, nos ayuden a levantarnos". Que así sea.

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