Buenas noticias para la parroquia pucelana. El Real Valladolid empieza a florecer. Miguel Ángel Portugal le ha lavado la cara al equipo y sus chicos ya muestran otra imagen muy distinta a la que nos ofrecieron las primeras jornadas de liga. Hoy ante el Real Zaragoza tiraron de casta, oficio y solidez defensiva para vencer a un equipo que venía haciendo muy bien las cosas. Un gol a los tres minutos de partido, que no se sabe muy bien si realmente fue de Villar o de Cabrera en propia meta, y otro de dudoso penalti nada más empezar el segundo tiempo ejecutado por Manu del Moral, declinaron la balanza de un partido en el que el Real Valladolid fue mejor que su rival.

Primera victoria fuera de casa

Para un equipo cuya meta a principio de temporada era el ascenso directo tener un éxito notable en las salidas era algo obligado y sin embargo las cosas lejos de Zorrilla no habían ido nada bien. De los 6 encuentros disputados fuera de casa, el Real Valladolid llegaba a La Romareda con un paupérrimo bagaje de 3 empates y 3 derrotas. 3 puntos de 18 posibles como visitante. Con esos registros a poco se puede aspirar. Y con el triunfo de hoy, el conjunto castellano se quita esa presión asfixiante para seguir creciendo y aspirar a cotas más altas. Estos 3 trabajados puntos pueden significar ese punto de inflexión que el equipo necesitaba.

Julio deja la portería a cero

Si puntuar fuera de casa es importante, una de las premisas más destacas del deporte rey es dejar la portería imbatida. Si no me marcan, no pierdo y saco al menos un punto; tan simple como eso. Este es el cuarto encuentro en el que el Real Valladolid no recibe ningún gol. Y lo hace con el canterano Julio en la portería. El chaval merece que se destaque su actuación: muy seguro todo el encuentro y varias paradas de mucho mérito. Más tranqulio que hace unas jornadas en Zorrilla, cuajó un encuentro muy serio y respondió con creces cuando se vió exigido por el rival. Su sitio es el filial, pero lo cierto es que está aprovechando francamente bien sus oportunidades.

Quinta amarilla para Hermoso

Todos los jugadores se dejaron la piel en el campo, pero además varios de ellos mostraron un gran nivel. Ese es el caso de Mario Hermoso, que, tras su toque de atención en forma de suplencia hace unas jornadas, ha alcanzado un gran nivel en el lateral izquierdo. El madrileño, con calidad y gran golpeo de balón, ha ido progresando y solventando sus problemas defensivos para volver a ser indiscutible. Eso sí, Portugal tendrá que buscarle sustituto para la próxima jornada, ya que el canterano madridista ha visto hoy la quinta cartulina amarilla y cumplirá ciclo ante el Osasuna. Probablemente sea Chica el que pase a ocupar dicha demarcación, o quizá sea Ángel, del Promesas, que cuajó buenos minutos con el primer equipo.

Primer gol de penalti

Un penalti es medio gol -más, de hecho- y hay que aprovechar tal oportunidad para mandar el balón al fondo de las mallas. Al Pucela ya le habían pitado otro anteriormente, fue ante el Almería, en los instantes finales del encuentro y con empate a uno en el marcador, y Mojica, lleno de confianza por su gol, pidió lanzarlo él pese a que no era un especialista ni mucho menos. La cosa no pudo salir peor. El tiro fue horroroso y el portero apenas tuvo que estirarse para atajarlo. Hoy, nada más empezar la segunda parte y con 0-1 a favor, al Real Valladolid le pitaban una nueva pena máxima, y esta vez Manu del Moral, más habituado a ello, no falló para dar la tranquilidad a su equipo y traer a Zorrilla 3 puntos de esperanza.

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