Suenan tambores de guerra, se acerca el invierno. El sábado a las 18:15 el Santiago Bernabéu acogerá una batalla a vida o muerte entre dos enemigos antagónicos. Una fecha marcada en rojo en todos los calendarios. El césped del feudo madridista se convertirá en el campo de batalla en el que se medirán los dos mejores equipos del mundo para gobernar los ‘Siete Reinos’. El Trono de Hierro está en juego y el Real Madrid y el Barcelona protagonizarán un duelo titánico por convertirse en el legítimo heredero. Dos equipos nacidos para ser rivales y para gobernar el mundo.

Llega el primer clásico de la temporada, una cita esperada con una enorme expectación por cualquier aficionado del mundo del fútbol. Se enfrentan los dos equipos con mayor rivalidad del actual panorama futbolístico. Un partido único para volver a luchar, para volver a soñar. El mundo entero se paralizará para disfrutar de uno de los mejores duelos del deporte rey. Todo es posible en un encuentro de esta envergadura. El escenario es perfecto y la oportunidad es única.

El sábado se llevará a cabo una batalla memorable en la que los dos equipos cuentan con un gran arsenal de armas. Como si del firmamento se tratase, el Santiago Bernabéu acogerá el partido con la mayor concentración de estrellas del mundo. No es el momento de esconderse, no hay caretas que valgan. Los jugadores tendrán que demostrar su valía en un partido crucial en el que se refleja el verdadero nivel de cada uno. La capacidad de ser decisivo en una gran cita marca la diferencia entre un gran jugador y una estrella.

Una eterna rivalidad

Gracias a la Liga BBVA, tendrá lugar una nueva cita con un partido de los que hacen historia. Un encuentro capaz de dejar momentos históricos que jamás podrán borrarse de la memoria de los aficionados. El derbi español es el encuentro más repetido en la historia de la competición, lo que ha provocado que exista un antagonismo histórico. Los dos mejores equipos del mundo no se cansan de ganar títulos y tanto su hambre insaciable como su orgullo les hacen luchar a muerte cada vez que se cruzan.

El Real Madrid y el Barcelona están llamados a verse las caras y enfrentarse temporada tras temporada para disputar todos y cada uno de los títulos en juego. Ante esta situación, llega la primera gran cita entre ambos. El sábado se vivirá el partido más importante de la actual campaña a nivel de rivalidad. Los de Luis Enrique buscan la victoria para consolidarse en el liderato y ampliar la distancia con su eterno rival, mientras que Rafa Benítez necesita un triunfo que le permita volver a igualar al Barcelona en la Liga BBVA.

El Real Madrid de Cristiano Ronaldo contra el Barcelona de Lionel Messi. Un duelo único con una rivalidad inigualable. Un enfrentamiento con ideas totalmente diferentes en busca de una misma meta. Dos equipos y dos jugadores que no se cansan de tratar de superarse constantemente a sí mismos. Un hecho que permite que se retroalimenten entre ellos. La Liga BBVA se beneficia de la rivalidad sana entre dos equipos comandados por dos fueras de serie.

En un clásico, o ganas o mueres

El clásico marca un antes y un después en la historia de cada temporada. Es un partido capaz de hacer olvidar todas las sensaciones que se hayan dejado durante el arranque liguero, independientemente de que hayan sido buenas o malas. De esta manera, una victoria puede revertir cualquier sensación negativa, mientras que una derrota puede hundir a uno de los dos equipos en la más profunda de las amarguras, pudiendo propiciar un cambio radical en el proyecto deportivo.

Ante esta situación, el Real Madrid es el que más se juega en el clásico. El sábado en el Santiago Bernabéu estará en juego algo más importante que los tres puntos, el porvenir del equipo durante el resto de la temporada. El conjunto blanco no ha empezado con buen pie. A pesar de haberse mantenido invicto hasta la pasada jornada liguera, el equipo de Rafa Benítez no está dejando buenas sensaciones y está creando más dudas que alegrías.

El técnico, obcecado con el rigor defensivo, está descuidando la faceta creadora y eso está repercutiendo en el juego del Real Madrid. Limitado a los chispazos de Cristiano Ronaldo y a las genialidades de Benzema, el conjunto blanco parece que no acaba de encontrar su estilo, hasta tal punto que el más destacado durante esta nueva campaña es Keylor Navas. Con sus impecables intervenciones, el guardameta costarricense ha evitado que el equipo esté en una situación más dramática.

El Barcelona será la vara de medir para Benítez

Rafa Benítez debuta en un clásico tras haber caído derrotado en Sevilla y tras haber salido airoso, sin pena ni gloria, de sus dos encuentros contra el Paris Saint Germain. Afronta una prueba de fuego fundamental para su credibilidad y para la confianza que los jugadores, el club y la afición tienen depositada en él. El técnico del Real Madrid tiene su primera gran final. Durante la temporada hay partidos muy importantes, pero los enfrentamientos contra el Barcelona siempre se convierten en la vara de medir para el conjunto blanco.

En frente tendrá a un Barcelona que llega en racha gracias a la conexión entre Neymar y Luis Suárez. La pareja atacante del conjunto blaugrana ha hecho olvidar la lesión de Messi y se ha convertido en la principal amenaza del clásico. Un problema para Benítez que puede ser aún mayor si reaparece el astro argentino. Acusado de ser excesivamente defensivo, si su planteamiento se ve desbordado por la MSN se le situará en el punto de mira.

Lo cierto es que la historia sólo la escriben los ganadores y la página del sábado aún está en blanco, el clásico espera a su vencedor. El Real Madrid y el Barcelona están recuperando piezas claves de cara al sábado, jugadores fundamentales para afrontar una batalla crucial que puede marcar el porvenir de una larga guerra para dominar el Trono de Hierro. El invierno se acerca.