Los aficionados del Athletic se preguntaban qué había sido de Arellano, aquel fichaje rutilante de principios del verano del que no se había vuelto a oír hablar. Llegó a Lezama con la vitola de gran jugador, no en vano procedía del Barcelona, donde ocupaba el puesto de lateral izquierdo.

Las preguntas han obtenido respuesta en el transcurso del partido que ha enfrentado al Bilbao Athletic con el Almería en San Mamés. Minuto 66: entra Aitor Seguín en lugar de Iturraspe, quien sólo había jugado unos cuantos minutos en el partido de la semana pasada ante el Mirandés tras su lesión. Minuto 73: Seguín tiene molestias y se retira del campo, entrando en su lugar… Arellano.

Nacido el 8 de enero de 1997 –tiene, por tanto, sólo 18 años- en Tutera (Navarra) comenzó su trayectoria futbolística en el benjamín del Aluvión de Cascante -club convenido del Athletic-, aunque pronto pasó a la disciplina del infantil de Osasuna. Ya en categoría Infantil, el Athletic quiso llevarlo a Lezama, pero la familia del jugador decidió que siguiera su progresión cerca de casa y apostaron por el Osasuna durante una temporada.

Tras destacar con el equipo navarro en la Nike Cup de 2011 siendo infantil de segundo año, el Barcelona lo llevó a su equipo Cadete B de La Masía en la temporada 2011/12. En la capital catalana no eran pocos quienes le calificaban como el “Bale del Barça” por su forma de jugar. De hecho, llegó a entrenar con el primer equipo que dirigía entonces el “Tata” Martino. Tras cuatro años en la entidad blaugrana, el club de Ibaigane le trajo a Bilbao en junio de este año. Un mes después, fue convocado para participar con la selección española en el Torneo Internacional de Japón.

Se trata de un lateral izquierdo con gran calidad técnica y alto poderío físico, si bien puede jugar también como interior izquierdo, el puesto que habitualmente ocupa Aitor Seguín. El Athletic conseguía así un jugador para ocupar una demarcación que ha sido conflictiva en el primer equipo durante estos últimos años.

El jugador navarro ha entrado últimamente en todas las convocatorias con el filial rojiblanco, pero hasta el partido de hoy no había podido debutar, en parte por el buen trabajo que está desarrollando Iriondo en ese mismo puesto, y en parte por las cautelas de Ziganda y su afán por preparar sin prisas a los jugadores del grupo que dirige para el primer equipo.