Hasta la fecha, Gerónimo Figueroa había estado inédito en las alineaciones titulares de las primeras once jornadas de Liga, tanto para Paco Herrera como para Setién desde que llegase a la escuadra insular desde hace más de cuatro semanas, habiendo jugado únicamente saliendo desde el banquillo en la primera jornada de Liga ante el Atlético y en la última cita ante la Real Sociedad.
Está quedando claro, tras lo visto en ese período de tiempo, pues, que el cántabro todavía está experimentando con el equipo y probando a los jugadores que, en un futuro, cuando la idea de la permanencia y de conseguir todos los puntos posibles, sea contra el rival que sea, ande constantemente cabilando en la cabeza del aficionado amarillo, de los jugadores y del ya mencionado extécnico del Lugo, serán los elegidos para proporcionar el mayor rendimiento posible y conseguir el objetivo de la salvación.
Hoy la oportunidad la tuvo el experimentado jugador de Las Torres, que en las últimas temporadas (las dos con Sergio Lobera y la primera con Herrera) aportaba bastante a la plantilla siempre que particibaba, ya fuera en las jugadas a balón parado, siendo los lanzamientos de penalti una de sus especialidades (desde el cual ha conseguido gran parte de sus goles con la camiseta de la UD), en el desborde o en el último pase, y con una clase que, al igual que su regularidad, siempre han sido cuestionadas.
En el actual curso, sólo había sido convocado una vez por Paco Herrera durante las primeras ocho jornadas. Precisamente, en la primera en El Calderón, disputando los últimos 26 minutos. En el resto de compromisos, no entró en los planes ni en ninguna de las listas del entrenador catalán. Y de los cuatro partidos dirigidos por Setién, fue convocado en el primero ante el Villarreal de Marcelino pero sin ser alineado. En la visita al Bernabéu, se quedó en tierras grancanarias, mientras que en la victoria ante la Real Sociedad entró al campo a falta de 23 minutos para el final, mostrando en la misma las ganas que poseía de ayudar al equipo y tener protagonismo con más asiduidad en el mismo.
Este sábado consiguió tal premio y fue titular en el costado derecho, en detrimento de El Zhar, que estaba siendo una de las sensaciones de los amarillos en las últimas semanas.
En la primera parte se pudo ver a un Momo, quizás, un poco inseguro, sin muchas ideas e impreciso en el pase. No obstante, en el segundo tiempo intervino con una mayor frecuencia en el juego de ataque del equipo, asociándose con sus compañeros, dejando algunos detalles de su constatada calidad e incluso teniendo algunas ocasiones que pudieron, incluso, darle la victoria a la Unión Deportiva.
La más clara de ellas se produjo poco antes de ser sustituído. Una acción de peligro de las muchas que crearon los insulares durante los segundos 45 minutos, y que, como todas, nació, se desarrolló y culminó con la combinación y el pase como premisas fundamentales.
Un balón proporcionado por Tana a el ex de Xerez y Betis, entre otros, a la altura del punto de penalti. Primero, un amago dejó sentado a Joao Cancelo, tras el cual intentó el disparó raso pero Enzo Pérez, en colaboración defensiva, se tiró rápido a ras de césped para taponarlo. Sin embargo, le volvió a caer el balón a Momo que, incomprensiblemente, y solo teniendo a Jaume Domenech en frente de él, mando el balón por encima del larguero. Además, también estuvo a punto de lograr un gol antológico desde el banderín de córner previamente, pero la precaución y el buen estado de forma que está demostrando el joven guardameta 'ché' evitaron el gol.
El interior 'pío-pío' sería sustituido por el ya citado extremo franco-marroquí en el minuto 74, dejando claro a Setién que puede hacer uso de él en cualquier partido y circunstancia si así lo estima oportuno. En los próximos partidos se verá si esta confianza que le proporcionó el sábado fue cosa de un día o si se sigue ampliando en el futuro.