Buen fútbol el desplegado por el Bilbao Athletic en la Liga Adelante pero el problema se agudiza cada jornada que pasa: no encuentra el camino hacia el gol. El filial rojiblanco tiene serias dificultades de cara a puerta y cada fin de semana se hace evidente. Solo llevan ocho goles marcados en catorce jornadas, el peor registro de la categoría y así es complicado sumar de tres en tres.

Los cachorros volvieron a dejar patente su falta de pegada ante el Almería. Los de José Ángel Ziganda recibían en San Mamés al cuadro andaluz, un rival directo en la tabla, ante el que no consiguieron pasar del empate a cero. El juego del filial fue bueno pero se mostró inoperante de cara al marco contrario. Incapaz de materializar su dominio aprovechando las ocasiones de las que dispuso. Por lo tanto, el marcador no se movió de la igualada inicial y los bilbaínos, con trece, se quedan a tres puntos de la salvación.

Ziganda movió el once

El Bilbao Athletic venía de ofrecer una mala imagen en Anduva, campo del que salió con un duro correctivo (3-0). En palabras del propio Ziganda, en el choque ante el Mirandés, los rojiblancos jugaron la peor primera parte desde que el técnico se hizo cargo del equipo. Tras esas declaraciones, al entrenador navarro no le quedaba otra que buscar una reacción.

La reacción llegó en forma de variaciones en el once. Cuco Ziganda movió la alineación y dispuso hasta cuatro cambios en el equipo titular. Lo que no varió fue el sistema utilizado y planteó sobre el verde su habitual 4-2-3-1. Una fórmula con la que, a pesar de cargar con jugadores de calidad en tres cuartos, le cuesta filtrar el último pase. Las cuatro caras nuevas que entraron fueron Álex Remiro, Unai Bilbao, Gorka Iturraspe e Iker Guarrotxena

El portero de Cascante regresaba bajo palos tras su convocatoria con la selección española sub21. El damnificado fue Jon Ander Felipe. En defensa Markel Etxeberría retrasaba su posición al lateral tras jugar el fin de semana pasado de interior. La razón era que Iñigo Lekue regresaba con el primer equipo. El centro de la zaga sería el formado por Yeray Álvarez y Unai Bilbao, otra de las novedades. Por la izquierda aparecería Iriondo

La entrada de Unai en el eje se debía a la ausencia de Undabarrena, la única baja obligada en el habitual once titular. El mediocentro cumplía sanción y eso provocó que Ziganda tuviera que modificar su pareja intocable de pivotes. Óscar Gil adelantaba su puesto en el campo para formar junto a Vesga. Esto ocasionó la inclusión del defensa de Bilbao en la zaga.

La línea de tres mediapuntas fue la que más modificaciones sufrió. Las bandas del último choque se cayeron de la alineación inicial. Etxeberría porque retrasó su posición y Seguín empezó en el banquillo. Guarrotxena y Gorka Iturraspe fueron los titulares. En el centro, uno de los fijos para el técnico, Unai López. Como hombre más adelantado aparecía Santamaría.

Sin encontrar el camino al gol

Después del batacazo en Miranda, el filial rojiblanco regresó a su versión habitual. La del juego de toque y la de llevar la iniciativa. El Bilbao Athletic cargó con el peso del choque e imprimió ritmo al partido. A través de la posesión anuló el juego ofensivo del rival. Las incorporaciones de ambos laterales eran constantes en ataque.

Sin embargo, los cachorros volvieron a acusar su falta de pegada. No consiguen lograr ese último pase que rompa la línea defensiva rival y que termine con el cuero en el fondo de la red. Sus dos únicas ocasiones en la primera mitad fueron dos testarazos tras centros laterales que no pusieron en demasiados apuros a Casto.

La segunda mitad empezó con la misma dinámica. Los locales tocaban y manejaban el esférico. El juego por bandas seguía siendo la mejor opción para los de Ziganda. Precisamente por eso, el técnico decidió dar aire fresco en los costados y dio paso a Seguín en lugar del pequeño de los Iturraspe, uno de los más activos. Sin embargo, el que se esperaba como revulsivo no llegó pues el extremo se lesionó cuando llevaba menos de diez minutos en el campo.

Seguín tuvo que dejar su puesto a un Julen Arellano que debutaba. Con este contratiempo, el preparador navarro perdió capacidad de maniobra y no pudo dar refresco a otro de los que habían empezado de inicio. Esto provocó, como ya es usual en los partidos que van de temporada, que los futbolistas rojiblancos pegaran un bajón físico que el Almería aprovechó para estirarse y ganar terreno. Algo que hizo que no sufrieran en los últimos compases del choque.

La entrada de Asier Villalibre en la recta final dio aire de nuevo al equipo bilbaíno. Entró por el otro '9' en un cambio que viene siendo habitual. El de Gernika, con su movilidad y dinamismo arriba, desahogó el juego rojiblanco aunque apenas tuvo tiempo para probar fortuna con el marco rival.

Finalizado el choque se cumplieron nueve jornadas del Bilbao Athletic sin ver puerta en la categoría de plata. Una losa que empieza a pesar y en la que José Ángel Ziganda tendrá que trabajar si quiere sacar algo positivo el próximo fin de semana de su visita a Butarque ante el Leganés. El técnico tendrá que buscar la fórmula para conjugar ese buen juego de toque con lo que le falta: ese último pase que encuentre el camino al gol.