Fueron pocos más de 3.800 espectadores los que vieron en directo la primera victoria de la temporada en Montilivi ante el Albacete. Una cifra bastante discreta, teniendo en cuenta que desde la entidad gerundense se había promovido una campaña de captación de aficionados, por la que cada socio tenía la oportunidad de recoger una invitación para ir acompañado al partido. Las previsiones de frío, que se acabaron cumpliendo, y la mediocre situación del equipo, no atrajeron a la masa social gerundense.

"La temperatura no ha ayudado a que hubiera mucha gente. Hemos sufrido el frío en Montilivi", decía al término del encuentro Ignasi Mas-Bagà, el Director General del Girona. "Esperábamos que la entrada sería baja y por eso hemos invitado al abonado a que llevara más gente al estadio", explicó. Mas-Bagà también tuvo palabras para la primera victoria de la temporada: "Llevábamos tiempo jugando bien y esperábamos tener un victoria en casa que hace justicia a lo que habíamos visto. Ello nos ayudará a coger una dinámica positiva". 

El Girona ha tenido entradas bastante pobres durante los tres meses que llevamos de competición. La trayectoria del equipo, en la que la primera victoria local llegó justo ayer, no ha ayudado a llenar ni siquiera la mitad del estadio de media. Contra el Huesca, el Almería y el Zaragoza se superaron los 4.000 espectadores. El partido que el Girona disputaba contra el Lugo y podía suponer un aliciente especial para el aficionado tras el trágico final de la temporada pasada no llegó ni a esa cifra, mientras que la de ayer fue la segunda peor entrada, sólo superada por el primer partido del curso, en la segunda jornada contra el Numancia (3.534 espectadores). El techo siguen siendo los 4.727 que se alcanzaron el 27 de septiembre en el derbi ante el Llagostera, fecha que coincidió con las elecciones catalanas.