Victoria plácida la lograda por el FC Barcelona ante la Real Sociedad en la jornada 13 de la Liga BBVA. Inmersos en una dinámica extremadamente positiva, los hombre de Luis Enrique debían ratificar con un triunfo ante el conjunto vasco la racha de magníficos resultados cosechados en los últimos días, victorias holgadas ante rivales de entidad que elevan al equipo azulgrana a un séptimo cielo futbolístico en el que perdurarán al menos una semana más.

Los donostiarras llegaban al choque reforzados, la victoria frente al Sevilla en la última jornada de liga provocó un aumento importante de moral en el equipo vasco, un vital cambio de dinámica tras la llegada de Eusebio Sacristán al banquillo txuri urdin que pudo tener continuidad de no ser por el calendario, el cual obligó a la Real Sociedad a visitar un Camp Nou infranqueable en plena resurrección blanquiazul

Marcando los tiempos

La victoria de la Real Sociedad en la jornada previa a la visita a Barcelona añadió cierto interés al duelo con los azulgranas. La llegada de Eusebio provocó el primer triunfo vasco en Anoeta, algo que Moyes no logró en las anteriores once jornadas. La alineación visitante fue atrevida, digna de un técnico con pasado culé que conoce a la perfección el esquema del FC Barcelona, pero a día de hoy cualquier táctica diseñada para frenar el virtuosismo de los hombres de Luis Enrique queda difuminada a los pocos instantes de arrancar el partido.

Eusebio consiguió ante el Sevilla FC la primera victoria de la temporada como local

A pesar de unos 20 primeros minutos sin goles, la sensación de superioridad local era latente, con continuas combinaciones que provocaban los acercamientos al marco defendido por Gerónimo Rulli. Con Sergio Busquets encargado de marcar los tiempos del partido, defensa y portero barcelonistas fueron unos espectadores más a pesar de la igualdad en el marcador, un luminoso que comenzó a desnivelarse gracias a la aportación de un inconmensurable Dani Alvés, quien asistió magistralmente a Neymar en el uno a cero, y a Luis Suárez en el segundo tanto del encuentro.

La importancia de las bandas

Ante la posibilidad de poder alinear su once de gala Luis Enrique decidió dejar pasar la ocasión para dar descanso a Jordi Alba, incluyendo en la alineación titular a un Jeremy Mathieu poco familiarizado ya con el carril izquierdo. A pesar de sus pocas apariciones como lateral, el jugador francés se incorporó con facilidad al ataque barcelonista, algo que también llevó a cabo Dani Alves en la banda derecha participando en las dos primeras dianas del equipo.

Con la Real replegada en su terreno de juego ambos laterales pasaron a formar parte del ataque culé, agrandando el campo y facilitando de esta forma la creación de espacios en la zaga visitante. La entrada en el segundo tiempo de Adriano y Jordi Alba permitió la disputa de minutos de los cuatro laterales azulgranas, quienes con la actuación ante los vascos demostraron vivir un momento de forma individual acorde con el del colectivo.

El tridente solidario

Neymar y Luis Suárez, con la colaboración del resto de la plantilla, se encargaron de que la baja por lesión de Leo Messi no resultara traumática para un equipo poco habituado a no poder contar con su mejor hombre. El argentino está de vuelta, alcanzando el nivel de competición óptimo que atesoran sus compañeros de línea, algo que se antoja relativamente fácil viendo la complicidad y la generosidad con la que los tres combinan sobre el terreno de juego.

Con la lesión de Messi, Neymar y Luis Suárez tomaron las riendas del FC Barcelona en el plano ofensivo

Con el tres a cero en el marcador, con dos tantos de Neymar y uno de Suárez, la fijación de brasileño y uruguayo dejó de ser la consecución de más goles por cuenta propia. Cualquier acercamiento de ambos al marco donostiarra acabó de la misma manera, con un intento de asistencia a Messi para que este lograra perforar la portería rival. Dejando de lado su mejor situación para definir buscaron constantemente el pase final y certero para el argentino, quien a pesar de mostrarse errático en las ocasiones de que dispuso, pudo rematar a gol una asistencia de Neymar con el minuto 90 ya cumplido.

Un Barça superior en todos los aspectos

En resumen, el FC Barcelona no permitió la posibilidad de que la Real Sociedad aguara una fiesta que dura varias semanas. Desde que el equipo encontrara su estado de forma óptimo a finales de octubre, los encuentros del conjunto barcelonista se han contado por exhibición, algo que no ha variado ante un equipo vasco que deberá obviar que ha pasado por el Camp Nou con el fin de reanudar la dinámica positiva que inició el pasado fin de semana.

El cuatro a cero final endosado a los hombres de Eusebio Sacristán no hace más que reafirmar una evidencia, el Barça de Luis Enrique atraviesa su mejor momento en lo que va de temporada, algo que parecía impensable jornadas atrás con derrotas dolorosas ante Celta y Sevilla, y con la plantilla mermada por una plaga de lesiones. 14 tantos en los tres últimos encuentros son toda una declaración de intenciones, a día de hoy el FC Barcelona puede ser considerado como el equipo más en forma del panorama internacional, Real Madrid y Roma no consiguieron hacerle frente, una modesta Real Sociedad tampoco lo ha logrado.