Esta jornada la fortuna estaba de cara del Granada CF. Fueron los de Sandoval quienes en la recta final consiguieron empatar un partido que lo tenían perdido desde el final de la primera parte. No fue un partido bueno del conjunto rojiblanco pero tiró de garra y casta en la recta final para robarle dos puntos a un rival directo por la salvación. Además sirve para conseguir puntuar en la Rosaleda por primera vez desde la vuelta a Primera División

Poca intensidad en la primera mitad

En la primera mitad no se vió un buen fútbol pero el Málaga llevó la iniciativa y se hizo justicia antes del descanso con el gol de Charles

Los primeros cuarenta y cinco minutos no pasarán a la historia del fútbol. El aburrimiento fue el mayor protagonista en la primera mitad dado que ningún equipo tenía intención de poner en apuros al otro. Y si alguno quería inquietar a su rival era el Málaga, porque el conjunto visitante volvía a mostrar su cara más negativa esta temporada. Jose Ramón Sandoval volvía a apostar por el joven Peñaranda, además de introducir en el centro del campo a Uche Agbo por un Rubén Pérez sancionado que se le echó en falta cuando el Granada tenía que salir con el balón jugado. 

Como decíamos, pocas oportunidades de gol se verían en la primera mitad. Sin embargo, llegó una estocada al borde del descanso. Miguel Torres puso un centro y Charles, que se anticipó a la zaga rojiblanca, remató de cabeza poniendo el 1-0 en el marcador. El resultado hacía, en parte, justicia tras lo visto en los primeros cuarenta y cinco minutos porque a pesar de que no se veía un buen fútbol era el Málaga el que llevaba la iniciativa en el encuentro.

Expulsión, goles y emoción 

El Málaga se quedaba con un jugador menos pero lograrían el segundo tanto minutos después

Nada más comenzar la segunda parte, los locales se iban a quedar con un jugador menos sobre el terreno de juego. Tissone hizo una dura entrada sobre Fran Rico y vio la segunda amarilla. Con un jugador más se esperaba ver a un Granada más lanzado al ataque pero ofreció la imagen que mostró en Vallecas, un equipo con pocas ideas y sin ningún tipo de reacción. Minutos después de la expulsión local, los visitantes recibirían el segundo en un contrataque. Amrabat remataba solo dentro del área, Andrés Fernández se estiró para evitar el tanto pero Pablo Fornals, que apenas llevaba un par de minutos sobre el verde, hizo el segundo en el rechace

Más madera para los rojiblancos que vieron la derrota como algo inevitable por el paso de los minutos y por las pocas ocasiones sobre el área de Kameni. Sin embargo, el físico de los de Javi Gracia bajó en la recta final del encuentro y el Granada, astuto y hábil lo notó, para meter en su propia área a los blanquiazules. Sandoval había introducido durante la segunda parte a Foulquier, Rochina y El-Arabi que no habían aportado prácticamente nada pero en la recta final iban a ser cruciales para lograr esta remontada.

Los cambios de Sandoval fueron protagonistas para lograr empatar el partido

En el minuto 82, el francés Foulquier, pondría un gran centro desde la banda derecha para que El-Arabi rematara de cabeza poniendo el 2-1 en el marcador. Minutos después una jugada parecida a la del primer gol del marroquí, pero desde la otra banda, la iba a rematar Rochina con un soberbio cabezazo tras centro de Biraghi. El Granada sorprendía así a todos puesto que no habíamos visto esta garra y esta bipolaridad en lo que va de temporada. Todavía dio tiempo para un par de jugadas de ataque de los de Sandoval pero no dio tiempo a más y el partido acabó con empate a dos final. 

No fue un gran partido de los rojiblancos pero se deben sacar aspectos positivos del mismo: primera vez que se puntúa en la Rosaleda desde el ascenso a Primera División; tan solo una derrota en siete partidos; siete jornadas consecutivas haciendo gol o lograr empatar tras ir por dos goles abajo en el marcador. Es por esto por lo que el conjunto de Sandoval se vuelve a Granada con una sensación de victoria o, al menos, de haberle robado dos puntos a un rival directo por la salvación.