Segunda derrota de Osasuna en casa, en un partido donde el primer tiempo solo tuvo un color, el amarillo de los visitantes. Natxo Insa se hizo dueño del medio campo alfarero y se merendó al trivote formado por Martín.  Osasuna saltó al césped de El Sadar sin la actitud que parecía que había recuperado en los últimos partidos, una actitud que parecía que se había quedado en el registro de los miembros de seguridad en la entrada al campo.

Natxo Insa fue el dueño del centro del campo superando al trivote rojillo

El Alcorcón ponía el juego y las ocasiones, mientras Osasuna esperaba sin saber qué hacer. El balón no duraba nada en posesión del conjunto local. Fue en el minuto 26 cuando el máximo goleador de la categoría de plata, David Rodríguez, tras recorrerse medio campo en una contra, recortaba dentro del área pequeña y batía por bajo a Nauzet. Era el 0-1 y la afición rojilla comenzaba a impacientarse. Veía sobre el césped a un equipo sin ideas claras, un equipo incapaz de enlazar tres pases seguidos y sin tener ocasiones claras de peligro. Alguna que otra llegada acababa en un saque de esquina que intentaba despertar a una grada enmudecida, pero el resultado siempre era el mismo. Osasuna ayer no tuvo su día.

Tras los primeros 45 minutos, Martín decidió dar entrada a Pucko por un desaparecido Luis Martins. En la segunda parte sí que se pudo ver la actitud que Osasuna venía demostrando últimamente. Se veía un equipo con ideas claras, capaz de llegar a la portería rival, y capaz de generar ocasiones. Todo lo contrario que en la primera parte. Una falta botada por Roberto Torres en el vértice del área, la aprovechó Mikel Merino para anotar el empate en el marcador y dedicarle el gol a Enrique Martín, debido al fallecimiento de su padre esta semana.

Mikel Merino anotó el tanto del empate tras rematar un saque de falta de Roberto Torres

Martín dio un aire al equipo sustituyendo a Roberto Torres y dando entrada a un Olavide que podría haber cambiado el devenir del encuentro a falta de once minutos, cuando tras salir trastabillado por la entrada de dos defensas alfareros, consiguió disparar, pero su tiro se marchó rozando el palo izquierdo de la meta de Dimitrovic.

Dicen que el destino es caprichoso. Quién le diría a Nino que seis días después de cazar un balón en el área en Valladolid, tras salir rebotado por un defensa, vería cómo su equipo salía derrotado por una jugada similar. En la jugada siguiente, Nauzet conseguía salvar un mano a mano con Óscar Plano, con tal mala suerte que el balón, tras rebotar en David García, le volvía a caer al jugador visitante, que establecía el definitivo 1-2.

Óscar Plano anotó el definitivo 1-2 en el luminoso

Con la victoria de ayer frente al Mallorca, el Alavés alcanza a Osasuna y se coloca en segunda  posición, también con 26 puntos, pero la diferencia de goles permite a Osasuna seguir hoy en el ático, a expensas de lo que ocurra en el partido del Córdoba, puesto que si los hombres de José Luís Oltra consiguen hacerse con la victoria, superarían a Osasuna por un punto y volverían a liderar la clasificación.

En el partido había una iniciativa entre Osasuna y la empresa navarra ID Acústica. Ambas partes habían lanzado el reto a la afición de superar los 111,9 decibelios que se lograron en el gol de Álex Berenguer frente al Mirandés en las primeras jornadas de Liga. El registro en el gol de Mikel Merino, 110 decibelios, fue una cifra ligeramente inferior. No se superó un reto consistía en llegar, si hubiera sido posible también, a los 115 decibelios que se alcanzan en el momento del chupinazo en la plaza del Ayuntamiento en las fiestas de San Fermín.