Uno de los protagonistas blanquiazules del partido entre el Málaga CF y el Granada CF fue Pablo Fornals. El joven canterano empezó el partido desde el banquillo, pero entró en el minuto 55 de la segunda mitad y completó otra brillante actuación individual. El castellonense demuestra partido tras partido que es un jugador diferente y demuestra los motivos de la confianza de Javi Gracia.
El momento cumbre del partido de Pablo Fornals llegó solo tres minutos después de su entrada en el terreno de juego. En el minuto 58, Charles centró un balón desde la banda izquierda y Amrabat remató con la pierna derecha. Andrés Fernández rechazó el disparo y dicho rechace le cayó a Fornals, que llegaba desde segunda línea, y el jugador de 19 años disparó con una volea acrobática sin dejar que el balón tocara el suelo. El tiro de Pablo Fornals rebotó contra el suelo y se coló en la portería del Granada CF sin que Andrés Fernández pudiera hacer nada para evitarlo. Toda una obra de arte con la que Fornals se estrenó con la camiseta blanquiazul.
Fue llegar y besar el santo. Su entrada en el partido estuvo muy marcada por la expulsión de Fernando Tissone dos minutos antes. Javi Gracia quiso cubrir el espacio que dejó libre el argentino en el centro del campo y rápidamente puso a Pablo Fornals sobre el verde. El entrenador navarro contó con él para evitar que se produjera un descosido, pero el joven futbolista tuvo un gran impacto en el juego ofensivo del equipo andaluz. Es una de las mejores características del canterano, es un jugador de recuperación pero de gran capacidad creadora y ofensiva.
El Málaga CF disfrutó de sus mejores minutos de juego a partir de la entrada de Pablo Fornals. Tras debutar como un grande en el Santiago Bernabéu, el castellonense ha obtenido minutos de forma regular gracias a su trabajo e ilusión y, también, a su gran calidad. No es solamente el futuro del equipo costasoleño sino que también puede tener gran importancia en la actual temporada en la que el Málaga CF necesita recursos nuevos como agua de mayo.