El Nàstic de Tarragona se armó de valor, intensidad, fuerza y mucho sacrificio para asaltar el Estadio Municipal de Anduva. Hasta esta jornada el CD Mirandés no había perdido en casa y había marcado en todos los partidos jugados en Anduva, pero los granas rompieron las rachas. Fue un partido muy físico dominado por los locales, que además dispusieron de decenas de ocasiones a balón parado que no supieron aprovechar. Los tarraconenses fueron muy sólidos en defensa, avisaron en el 88 y marcaron, mediante Naranjo, en el tiempo de añadido.

Con este resultado, el Mirandés cae a la décima posición con 21 puntos. Aun así, los de Miranda de Ebro siguen cerca de la promoción de ascenso, a dos puntos a falta de que termine el Córdoba - Oviedo. Por su parte, el Nàstic escala hasta la tercera plaza con 25 puntos, a uno sólo del líder.

Sin ocasiones claras

Poco tardó en crear peligro el equipo local. Era el segundo minuto cuando el local Álex García remató por encima del larguero un centro de Sangalli. Fue la primera ocasión del encuentro. El equipo de Moreno contestó a esta primera llegada con dos disparos: el primero de Rocha, que topó en un zaguero local (minuto 8) y el segundo de Palanca, que se marchó por línea de fondo cerca del palo derecho de la meta local (minuto 12).

El equipo local era el que llevaba el peso del partido, aunque le costaba llegar a la meta de Manolo Reina con peligro. Lo conseguía, eso sí, a balón parado. En el 21 Eguaras chutó una falta lateral que fue hacia el área con mucho peligro y fue rechazada a córner por Reina. Pocos segundos antes de que se cumpliera la primera media hora de juego, asistencia de de Álex García para Rúper, quien chutó fuerte desde la frontal obligando a Reina a intervenir. Por parte del Nàstic, un similar disparo de Rocha que se marchó directamente fuera (minuto 32).

Córner tras córner

El último cuarto de hora de la primera parte tuvo un claro protagonista: el córner. Un Mirandés intenso por bandas consiguió forzar numerosos saques de esquina, aunque ninguno de estos fue aprovechado por los locales. Así pues, entre córner y córner desaprovechado por el Mirandés y salvado con uñas y dientes por los tarraconenses, se llegó al descanso.

El Mirandés salió con fuerza

En la reanudación la superioridad local en cuanto a sensación de peligro fue aún mayor. Era el 52 cuando Eguaras sacó una falta lateral que se paseó por el área pequeña sin que ningún jugador local la consiguiese rematar. Sólo un minuto más tarde, otro centro por la banda derecha que Xisco Campos rechazó a córner.

Después de estas dos peligrosas llegadas locales por la banda derecha se efectuaron los primeros cambios, haciendo que el ritmo del encuentro bajase notablemente. No fue hasta el 69 cuando se volvió a ver una ocasión de peligro, otra vez más para el Mirandés: fue un centro chut de Abdón Prats desde la izquierda que Manolo Reina atrapó lanzándose al césped. A continuación el Nàstic dispuso de su primer saque de córner del partido, en el minuto 73. Los granas no lo aprovecharon, y cerca estuvo de hacerlo el Mirandés, que montó una contra que cortó Emaná en labores defensivas.

Final sorpresa

El arreón local se intensificaba según pasaban los minutos, y la sensación de peligro, alimentada por los más de 3.000 aficionados locales que animaban a los suyos, era claramente para Mirandés. En el 75 un córner acabó propiciando que Álex García se quedase cara a cara con Reina en el área pequeña. El delantero remató y el guardameta visitante evitó que el 1-0 subiese al marcador con una providencial manopla.

El Nàstic se llevó el gato al agua con un tanto de Naranjo en el minuto 92

Contrariamente a esa sensación de peligro constante del Mirandés, el Nàstic tuvo la ocasión más clara de los últimos diez minutos: Naranjo, en una jugada individual, acabó plantándose en la frontal del área. Chutó a puerta, y se encontró con la buena respuesta del guardameta Raúl. El balón fue hacia atrás y lo sacó bajo palos un jugador local (minuto 88). Pero Naranjo no se iba a quedar con las miel en los labios. Esta jugada era el aviso.

Ya en el tiempo de añadido, en una contra, llegó el 0-1. En un contraataque, Álex López cedió para Emaná, quien giró sobre sí mismo y asistió a Naranjo. Esta vez sí, y ante la salida del portero, el delantero onubense no falló e hizo subir el 0-1 al luminoso. Locura de los aficionados granas desplazados hasta Miranda de Ebro y decepción mayúscula para la afición local, pues pese a las sensaciones bastante positivas, el Mirandés se quedó con las manos vacías y pierde su imbatibilidad en casa, además de quedarse sin marcar en casa por primera vez esta temporada.