En un año en el que los andaluces no tienen competiciones europeas, mientras que la mayoría de equipos punteros sí, se antoja como que el Málaga CF podría aspirar a hacer algo grande en la competición. Sin embargo, el mal comienzo liguero, donde los costasoleños ocupan puestos de descenso, han desplazado a la Copa a un segundo plano y tampoco sería un drama que los hombres de Javi Gracia hicieran las maletas y se despidieran de la competición antes de tiempo. 

Si a esta situación liguera, se le suma que el fondo de armario del Málaga no es muy extenso,y las lesiones o baja forma de los pesos pesados de la plantilla,  se obtiene una mezcla con poco futuro, en el que los primeros partidos ante el Mirandés, con la mente más puesta en la Liga, se antojan vitales para los intereses y la continuidad en la competición del club andalúz. 

La carga de minutos y el cansancio harán que los canteranos y los menos habituales tengan la oportunidad de demostrar que Gracia puede contar con ellos mucho más a menudo. Se espera que entre en escena Ontiveros, jugador del filial en el que hay depositadas muchas confianzas, y será el exámen de Roque Santa Cruz, quien tras haber superado una lesión, tendrá la misión de conseguir goles y goles para enamorar a la afición de La Rosaleda. 

Tras el aceptable papel en la competición el año pasado, donde los andaluces fueron eliminados por el Athletic de Bilbao, que a la posteriori sería el subcampeón del torneo, los boquerones se contentarían con una participación similar, en la que si consiguen evitar a los 'cocos' hasta las rondas finales, pueden ir avanzando sin hacer mucho ruido y quien sabe si dar la sorpresa y encontrar en la Copa una vía de escape y disfrute tras la dura competición liguera.