Tras escuchar el himno interpretado por Oviedo Filarmonía, los accionistas se sentaron a la mesa presidida por la Junta Directiva del Real Oviedo. Antes de empezar, la proyección de un emotivo video de la pasada temporada sirvió de entrante para ir abriendo boca antes de las cuatro votaciones previstas en el menú del día.

Dos primeros platos y dos segundos que quedaron ventilados en apenas veinte minutos. En total, cuatro votaciones a mano alzada fueron aprobadas por unanimidad. 133 comensales, que representaban un 57,01% del capital total de la entidad, aprobaron: las cuentas anuales del ejercicio comprendido entre el 1 de julio de 2014 y el 30 de junio de 2015, la propuesta de aplicación de resultado, el nuevo presupuesto para el ejercicio 2015-2016 y la nueva ampliación de capital.

Entrada solemne, aplausos, himno, aplausos, video emotivo, más aplausos, cuatro votaciones aprobadas por unanimidad y todo en menos de media hora. Pero, aún faltaba el postre: ruegos y preguntas, no todo iba a ser “comer y cantar”.

Y es que en el postre hubo prácticamente de todo. Se sirvió una tabla de postres variados. Pues hasta Stan Collymore tuvo su minuto de gloria cuando un accionista preguntó por un supuesto dinero que se le adeudaba al delantero. Que no cunda el pánico, el caso Collymore está cerrado. En este turno también se aclaró la incógnita del número de socios que actualmente tiene el club carbayón: 19.366. Llegados a este punto la polémica estaba servida, algunos accionistas no entienden las entradas que se registran en el Carlos Tartiere domingo tras domingo. “¿Por qué hay 6000 socios que no van al fútbol? ¿Son todos bebés?” Al principio la Junta Directiva mostró sus reticencias en dar los números de socios agrupados por categorías, pero ante la insistencia de los accionistas acabaron cediendo. Según los datos facilitados por la Junta Directiva hoy en día hay un total de 1.198 bebés oviedistas, por lo que los neonatos no son los causantes de que se desvirtué la cifra de la entrada. Para Menéndez Vallina, las ausencias pueden responder al tirón del Real Oviedo más allá de nuestras fronteras. Resuelto al menos el enigma de los bebés, alguien se aventuró a preguntar por un posible refuerzo invernal para el centro del campo. Aquí, el presidente fue tajante y se escudó en el ya conocido por todos: “Tenemos una plantilla equilibrada y varios jugadores por puesto”. Así pasamos del Apple Pie a los Carbayones, de los Carbayones a los dulces para acabar con los polvorones; ¿No dicen que en la variedad está el gusto?

Otros de los temas que salieron a colación, y que es obvio inquietan a accionistas y aficionados fueron: el patrocinio de la camiseta, la sectorización del estadio, el estado del Requexón y el proyecto de la ciudad deportiva en el Asturcón

Con respecto al patrocinio de la camiseta Menéndez Vallina aseguró que: "Hemos tenido un par de ofertas de empresas de la región, no hemos llegado a ningún acuerdo. Ellas quieren poner menos y nosotros queremos que pongan más". A pesar de esto el Presidente reconoció que: "Para nosotros es una urgencia llegar a una empresa favorable".

En lo relativo a la sectorización del campo, Vallina aseguró que ya se han mantenido varias reuniones con el Ayuntamiento de Oviedo para tratar dicho tema pero: "Las cosas de palacio van despacio. Nuestro interés es que se hagan cuanto antes. Si queremos ganar partidos tenemos que tener un buen campo. La sectorización es clave."

Y por último sobre el proyecto de la ciudad deportiva en el Asturcón, Menéndez Vallina insistió en que: "El futuro del Real Oviedo pasa por tener una buena cantera, jugadores con sentimiento de pertenencia. El Requexón no está en una situación buena. El Real Oviedo ha hablado con una empresa para evaluar la propuesta del Asturcón. En principio nos parece una propuesta interesante." Con todo esto, el postre acabó alargándose más que la comida.

Si algo quedó claro ayer, además de la unanimidad en las votaciones, es que en el Oviedo esta temporada todavía hay muchos platos que se están cociendo a fuego lento. Y ayer algunos se quedaron con hambre.