Las numerosas bajas en la retaguardia que afronta el Celta de Vigo obligan a Eduardo Berizzo a tirar de creatividad para completar la línea de cuatro. Las lesiones de Andreu Fontás, Sergi Gómez y Radoja, unidas a la sanción de Jonny Castro (el otro jugador de la plantilla que ha jugado en el centro de la zaga esta temporada), dejan a Cabral sin pareja para enfrentarse este sábado a los delanteros del Espanyol.

Pese a que ante el Betis debutó Diego Alende, el técnico argentino ha decidido que sea Hugo Mallo el que juegue como central, dejando los laterales para el danés Daniel Wass y el catalán Carles Planas. Presumiblemente, Sergio en la portería, Augusto, Pablo Hernández, Orellana, Nolito, Bongonda y Aspas completarían el once inicial.

De esta forma, Hugo Mallo sería desplazado al centro de la defensa tras más de un lustro defendiendo los colores del Celta desde el lateral derecho. Sin embargo, esta posición no es nueva para él, ya que durante su paso por las categorías inferiores del club el de Marín jugaba de central. Con el equipo juvenil, Mallo impresionó a Eusebio Sacristán jugando como lateral derecho, por lo que el técnico vallisoletano decidió darle la oportunidad con el primer equipo.

Pese a su escasa estatura (1’73), el perfil de defensa del canterano no hace pensar que su presencia en el centro vaya a ser un suicidio. Velocidad, fuerza, concentración, mentalidad defensiva, agresividad, salida de balón y fortaleza en el uno contra uno son las virtudes que mejor ha sabido demostrar Hugo Mallo en los 196 partidos en los que ha defendido la elástica celeste.

“Contra un atacante de envergadura como Caicedo, la velocidad de Hugo jugará un papel importante. Diego tuvo un debut muy satisfactorio en un encuentro caliente y tendrá su oportunidad en el futuro. Prefiero a un jugador experimentado como Hugo”, ha afirmado Berizzo.