Una jornada más, el Celta tuvo que afrontar toda una segunda parte en inferioridad numérica. Como ante el Betis, lo hizo con ventaja en el marcador, ya que Iago Aspas había abierto la lata con una espectacular vaselina, una auténtica obra de arte, al filo del descanso. Hasta ese momento, la primera parte había sido aburrida y los locales no podían con un Espanyol muy bien ordenado. También le dio tiempo a Bongonda a hacer el segundo antes del intermedio, pero el linier señaló fuera de juego. Gol mal anulado.

Justo al empezar la segunda parte, Pablo Hernández golpeó con el codo a un rival en la lucha por un balón aéreo. El árbitro le enseñó la segunda tarjeta amarilla. La reacción del Celta fue la de coger el balón y empezar a jugar. Defenderse atacando. Impresionantemente, con un hombre menos, los de Berizzo sometieron al Espanyol a voluntad. Orellana asumió el rol de “todocampista”, echándose a su equipo a la espalda. Aspas y Bongonda dispararon a los palos en dos de las clarísimas ocasiones que perdonaron los gallegos en la segunda parte.

Con la entrada de Marco Asensio, el Espanyol empezó a tener el balón, pero no fue suficiente para superar a Sergio Álvarez, quién se lució con una palomita espectacular ante un cabezazo de Raíllo. Los tres puntos sirven a los vigueses para seguir instalados en los puestos de Champions.

 (0-3: Muy mal / 4: Mal / 5: Regular / 6: Bien / 7: Bastante bien / 8: Muy bien / 9: Fantástico / 10: Excelente / S.C: Sin clasificar)

Berizzo

| Apostó por poner a Hugo Mallo de central y a Wass de lateral, y la doble reconversión ofreció resultados por encima de lo esperado. La portería se quedó a cero y la defensa transmitió una sensación de solidez que hacía tiempo que no hacía. Pese al mal juego en la primera parte, la reacción de los jugadores tras quedarse con diez dice mucho del estado físico y mental del equipo. Y también de Berizzo, porque apostó por no retirar inmediatamente a un delantero para cubrir el puesto del Tucu. Otro acierto para el técnico argentino, que tiene al equipo instalado en la zona noble de la clasificación.

Sergio

| Ocho partidos después, el de Catoira consiguió dejar la portería a cero. Mucho más seguro que en encuentros anteriores, salvó a su equipo con dos paradas antológicas. Recibió un fuerte golpe en un choque con un rival, pero pudo acabar el partido sin problemas. Gana confianza.

Wass

| Le tocó hacer de lateral y cumplió con creces. Por primera vez en mucho tiempo, el Celta jugó con un carrilero ofensivo. Siempre fue una opción en ataque. Buen partido.

Hugo Mallo

| Fue el elegido para completar el centro de la zaga, una posición en la que no jugaba desde juveniles. Despejó la incógnita de su rendimiento desde el primer minuto. Su partido fue perfecto, estuvo contundente, rápido y secó completamente a Caicedo. Le dio la razón a Berizzo.

Cabral

| Otro partidazo del mariscal argentino. Con su personalidad en defensa, el Celta gana enteros cuando hay que sufrir. Se fajó en cada jugada y casi nunca pudieron superarle. Un muro para los catalanes.

Planas

| El más gris de los celestes, sobre todo con el balón en los pies. En defensa estuvo bien, aunque Hernán Pérez le causó algún problema. Debe mejorar.

Augusto Fernández

| Aunque en la primera parte estuvo más gris, volvió a ser el timón del equipo. Recuperó bastantes balones. Tras la expulsión del Tucu se quedó como único mediocentro, pero se multiplicó para olvidar la ausencia del chileno. Siempre está.

Pablo Hernández

| El buen partido que estaba haciendo, tanto en defensa como en ataque, queda empañado por una expulsión tonta. Aunque la primera tarjeta fue rigurosa, la segunda fue merecida.

Orellana

| El mejor jugador del partido. Es difícil describir en un párrafo todo lo que hizo el chileno. Fue al mismo tiempo el mago más brillante y el obrero más trabajador. Se pasó el partido pidiendo el balón y entregándoselo en las mejores condiciones posibles a los delanteros. Recibió patadas por todos lados y, tras quedarse con 10 el Celta, tuvo que actuar como centrocampista box-to-box. Consiguió al mismo tiempo jugar de mediapunta y que el equipo no se rompiera. Indescriptible.

Bongonda

| Otro aceptable partido del belga como titular. Se entiende muy bien con Nolito, Orellana y Aspas, y cada vez entra más en juego. Pese a su juventud, suele elegir la mejor opción en cada momento. Estrelló un balón contra el palo y le anularon otro legal.

Nolito

| Lo dejó todo en ataque. Volvió a pedirla siempre, pero estuvo muy fallón de cara a portería. Pese a los errores, dejó dos asistencias de lujo. Siempre produce algo. Acabó lesionado. 

Iago Aspas

| Volvió a deslumbrar a todos. El Espanyol se le estaba atragantando al Celta, pero Aspas decidió acabar con el aburrimiento con una vaselina espectacular desde fuera del área. Pau aún está pensando en el gol. También estrelló un zapatazo contra el larguero. Es un genio.

Borja Fernández

| Entró al campo para restaurar el doble pivote e impedir que el Espanyol tuviera espacios. No se complicó con el balón, pero tampoco apareció demasiado en la destrucción.

Guidetti

| No aportó nada, pero el partido, con el Espanyol volcado, no estaba para él. Con Aspas así no tiene sitio.

Pape Cheikh Diop

S.C. | A cinco minutos para el final, Berizzo permitió que el jovencísimo jugador debutara en Primera División ocupando la banda derecha. No olvidará este día.

El árbitro: Fernández Borbalán

| No estuvo nada fino el colegiado. Es verdad que el partido fue bronco y caliente, pero el andaluz, con sus decisiones, consiguió echar más leña al fuego. Fue demasiado riguroso en la primera tarjeta que le cuesta la expulsión a Pablo Hernández, anuló un gol legal al Celta y se encaró con el banquillo local en un par de ocasiones. Mal.