El Sporting tiene motivos para lamentarse. No sólo perdió en Sevilla merced a un doblete de Gameiro, sino que vio como su defensa queda descompuesto para el importante choque frente al Eibar, con Luis y Bernardo sancionados y Meré pendiente de evolución tras un golpe en la cabeza. El Sevilla, que mejoró con el paso de los minutos, vuelve a la senda del triunfo gracias a dos nombres propios que vuelven a dar un puñetazo encima de la mesa. Konoplyanka y Gameiro fueron decisivos una vez más, ayudando al Sevilla a colocarse séptimos tras un nefasto arranque liguero.

La primera mitad siguió un guión previsible, con un Sporting combativo y bien plantado, a la espera de cualquier error sevillista para tocar la corneta y plantarse frente a Rico lo más rápido posible. El Sevilla, por su parte, acusó los minutos europeos y se mostró algo falto de ideas, haciendo que la grada se impacientase en varios tramos del encuentro. Los asturianos, conforme avanzo el encuentro, fueron de más a menos. Los acercamientos, habituales a lo largo de los primeros 25 minutos, menguaron hasta el punto de que los de Abelardo acabaron el primer tiempo embotellados y sin respiro. El Sevilla, que bien es cierto que no tuvo ocasiones  claras ante Cuéllar, creció con los minutos y la exigencia impuesta.

Movimiento tras el descanso

El comienzo de la segunda mitad, lejos de cambiar el guión, pareció anticipar el gol sevillista. Konoplyanka entraba al campo en sustitución de N'Zonzi, toda una declaración de intenciones por parte de Unai Emery. Con el paso de los minutos las llegadas comenzaban a ser cada vez más peligrosas y Cuéllar, poco a poco, iba convirtiéndose en uno de los protagonistas de la noche. Para intentar aportar trabajo y presencia en la medular, Abelardo dio entrada a Lora, probando con tres hombres en esa zona del campo.

El invento no pudo llegar a contrastarse del todo, ya que Meré, escasos minutos después, tendría que ser sustituido por un impacto en la cabeza. Menéndez entraría para intentar reconstruir el dibujo, pero los locales parecían no querer bajar el ritmo. Con el Sporting acorralado y el Sevilla en pleno ascenso llegó la jugada decisiva del encuentro. En un balón botado desde la derecha, Luis Hernández y Llorente forcejearon en el área pequeña. El riojano, agarrado durante un par de segundos, cayó derribado justo cuando el central ya había dejado la marca. Segunda amarilla y pena máxima. Gameiro, recién entrado en el terreno de juego, anotaría pese a la gran estirada de Cuéllar.

Gameiro decidió ante el desconcierto sportinguista

Con el Sporting desconcertado y Mascarell ejerciendo de central, sólo era cuestión de tiempo que el Sevilla acertara ante el marco visitante. Fue escasos minutos después, en el preciso momento en el que Konoplyanka transformaría una acción en la medular en jugada de gol. El ucraniano, suplente de lujo en la tarde de hoy, enganchó un balón en la medular y, tras deshacerse de varios rivales, mandó un balón teledirigido a la cabeza de Gameiro. 2-0 y un nuevo triunfo del banquillo sevillista, que apareció cuando su equipo más lo necesitaba.

No hubo mucha más historia. Del lado sportinguista, Rachid entró para dotar de cabeza la medular, pero la falta de rodaje y la inferioridad numérica hicieron intrascendente el cambio. Tirando de coraje, los de Abelardo se echaron arriba sin tener muy claras sus opciones. Halilovic bajó repetidas veces a la medular para tratar de abrir huecos, pero una y otra vez se encontró con un jugador sevillista. Así, el partido murió conforme a los intereses locales, que se afianzan en la lucha por Europa tras la dolorosa eliminación en Champions y su dubitativo comienzo en liga. El Sporting, por su parte, tendrá que echar mano de coraje para afrontar las próximas jornadas. El descenso se acerca y las bajas, por primera vez en la temporada, empiezan a preocupar.