El Pucela no termina de enganchar

Zorrilla es un estadio frío. Y no por el tiempo. Esto es algo que conoce todo aficionado del Real Valladolid y casi por toda España. Por lo que no es menester volver a explicarlo. Lo que sí conviene matizar a estas alturas de temporada es cómo ha ido la asistencia del estadio y si este curso sigue siendo ‘frío’ o se ha ‘calentado’ algo más. Y todo esto después de nueve encuentros en Zorrilla en los que se ha visto de todo, desde la primera victoria cómoda en, precisamente, el último choque, hasta derrotas dolorosas ante Alavés y Osasuna en partidos en los que se mereció algo más.

Lo primero de todo es situar el contexto actual del Real Valladolid en materia de asistencia. Esta temporada, el conjunto albivioleta tiene 11.856 socios que pueden acudir cada encuentro al José Zorrilla pero que, por unas razones o por otras, no siempre están presentes. ‘Los ocho mil’ de siempre que se suele decir, aunque sí es cierto que son unos cuantos más. Números que están en lo que ha sido el Pucela en Segunda División en los últimos años y que en ocasiones especiales, como son las primeras temporadas tras un ascenso, siempre crecen de forma significativa.

Una montaña rusa

Lo cierto es que la temporada con la que es la peor cifra de asistencia del curso, en el segundo choque de la Liga Adelante ante el Alcorcón. Quizá por las fechas, porque aún era verano y se apuraban los últimos días de vacaciones, tan solo hubo 8.014 personas en Zorrilla, contando siempre la afluencia de público visitante que suele acudir. Los números han ido en creciente mejoría hasta el quinto encuentro en Zorrilla, ante el Mirandés, en el que se registró una asistencia de 9.377 espectadores. Un aumento muy ligero pero progresivo hasta ese instante, en el que la montaña rusa de Zorrilla vivió su caída.

La media de asistencia esta temporada es de 9.400 espectadores

Desde ese instante, una pérdida de afluencia progresiva hasta el último encuentro ante el Tenerife que tiene trampa. Es significativo que esto se haya dado en el peor momento del Real Valladolid en casa, cuando peores resultados ha cosechado. No se consiguió pasar del empate ante el Leganés y se perdió frente a Osasuna primero y Alavés después, en la que ha sido la peor racha de resultados de forma consecutiva este curso en el feudo blanquivioleta.

Las mejores datos, con trampa

Si el choque ante el Tenerife tuvo trampa en lo que a asistencia se refiere, el que enfrentó al Real Oviedo no es distinto. Las dos mejores cifras de asistencia, 11.103 ante carballones y 12.811 frente a isleños, tienen matices que las hacen irreales. La primera cita importante del curso fue ante el Real Oviedo y debido a, entre otras cosas, la cercanía entre las dos ciudades y las buenas relaciones, la afición asturiana se desplazó en masa al José Zorrilla, elevando mucho las asistencia, convirtiendo el número de espectadores aquel día en un número irreal, que no puede tenerse en cuenta para hablar de asistencia máxima de afición del Real Valladolid, puesto que cerca de 3.000 carbayones pintaron de azul el feudo vallisoletano. Mientras, este último encuentro ante el Tenerife ha tenido el matiz de las invitaciones gratis, hasta dos por abonado, habiéndose retirado alrededor de 6.500 entradas para el total señalado.

Conviene decir que ni gratis se consiguió una asistencia considerable, ni regalando entradas consiguió el Real Valladolid abarrotar el José Zorrilla. Y teniendo en cuenta que fueron casi trece mil localidades ocupadas, y que se retiraron alrededor de 6.500, se podría decir que solo 6.500 abonados acudieron en la última cita del año 2015 al estadio. Un número que muestra cómo está la afición pucelana con su equipo. Una sensación que puede cambiar ahora que, por fin, parece que el Real Valladolid arranca y muestra el nivel que se presupone a una plantilla con calidad y opciones de pelear algo más que la permanencia en Segunda.

Para reflexionar

Para reflexionar que un equipo como el Real Valladolid tenga una media de afluencia, esta temporada, de 9.400 espectadores, habiendo casi doce ml abonados. Para reflexionar dónde están esos dos mil y pico abonados cada jornada, porque es normal que algunos fallen, pero extraño y raro que lo hagan tantos. Ni cuando el equipo está mal y necesita su apoyo, ni cuando está bien (que es muy pocas veces) y se puede disfrutar en el estadio, o ni cuanto se regalan entradas. Eso es lo más grave. El club regala dos invitaciones por abonado, y las cifras siguen siendo paupérrimas. Parece que hay que esperar a que FC Barcelona o Real Madrid visite Zorrilla para ver un estadio repleto y, además, con más celebraciones visitantes que locales.

Aunque, para no sorprenderse demasiado, esto es algo que ha sucedido en la historia más reciente del Real Valladolid y que no debería resultar tan extraño. Lo ideal sería que, al menos en las ocasiones en las que se regalen entradas y en los momentos calientes del curso, la afición, la ciudad y el club dieran un paso al frente para conseguir que, por alguna jornada, Zorrilla dejara de ser ese estadio frío, de palmas esporádicas y muchas pipas, para convertirse en un caldero.