Con lo que cuesta en un club como el Real Valladolid que se confíe en la cantera primero y en los canteranos después, es digno de destacar y de elaborar un pequeño artículo que hable de ello y que le dé, siempre desde la más humilde de las visiones, la relevancia que se merece a un hecho tan extraño a orillas del Pisuerga como importante para el futuro inmediato del club, más aún si hacemos referencia a los problemas económicos que la institución que preside Carlos Suárez, padece.

La opción obligada de un Julio Iricibarque ya debutó en septiembre del año pasado en el duelo ante el Racing de Santander tras la expulsión de Javi Varas, el asentamiento de Ángel en el lateral zurdo o las presencias, aunque sean testimoniales, de Jose y Caye Quintana parecen abrir un panorama distinto en los Anexos, y los integrantes del filial comienzan, ahora sí, a ver al alcance de su mano la opción de debutar con el primer equipo en el caso de llevar a cabo un buen trabajo dentro del conjunto que dirige y comanda, en la actualidad, Borja Jiménez.

Julio, la confirmación de una progresión

Es el caso más significativo. Para muchos, un parche o una tirita ante una mala gestión de los fichajes llevados a cabo por Braulio Vázquez con la firma de dos guardametas como Kepa Arrizabalaga y Bruno Varela que dejan el marco blanquivioleta desguarnecido cuando reciben la llamada de sus respectivos combinados nacionales, para otros un premio justo al trabajo bien hecho.

Julio Iricibar representa el amor a unos colores y la recompensa al trabajo bien hecho

Julio Iricibar representa, dentro de la cantera del conjunto vallisoletano, el premio al esfuerzo, al trabajo bien hecho y al amor por unos colores. Integrante de todas y cada una de las categorías inferiores del club pucelano desde benjamín, al cancerbero le llegó la oportunidad de debutar con el primer equipo el pasado domingo 7 de septiembre de 2014 cuando Javi Varas fue expulsado en el choque ante el Racing de Santander. Un sueño que el propio portero calificó de "Orgullo porque llevo al Real Valladolid en la sangre".

Esta temporada, la presencia del que iba para jugador de campo pero acabo adoptando el rol de arquero, ha sido mucho más importante para el equipo de la capital del Pisuerga. Las ausencias de Kepa y Varela le dieron la titularidad en la jornada octava, en la derrota en Zorrilla ante el Real Oviedo, y también en la 13ª, en La Romareda, ante el Real Zaragoza, choque en el que firmó una gran actuación. De cara al año próximo, una ficha con el primer equipo sería la recompensa adecuada para un Iricibar enamorado del Pucela.

Julio Iricibar. Fotografía: Real Valladolid.

Ángel, un seguro en el lateral izquierdo

El otro nombre propio es el de Ángel García. El madrileño llegó al filial pucelano el pasado jueves 7 de agosto de 2014 y desde entonces, se convirtió en un fijo, bien en los planes de Rubén de la Barrera, con el que disputó un total de 37 de los 38 partidos para 2910 minutos, como también en los de Rubén Albés y Borja Jiménez, ya que esta temporada, ha jugado todos los minutos con el filial, cuando no ha sido llamado por el primer equipo.

Ángel García debutó el pasado 11 de octubre ante el Real Oviedo marcando un gol

Reconvertido de extremo a lateral, Ángel, que comenzaría su carrera futbolística en el Bonanza antes de pasar por el Rozal y llegar en 2003 a las categorías inferiores del Real Madrid,  ha disputado hasta la fecha tres partidos con el primer equipo pucelano. Debutando, con gol, el pasado 11 de octubre de 2015 ante el Real Oviedo y disputando los 90 minutos también ante Lugo, cuajando un buen partido y Deportivo Alavés, sin desentonar para mal.

El madrileño ha cumplido en todos los partidos en los que se le ha dado confianza y a sus 22 años se le aventura un buen futuro con unas características muy aprovechables para un Miguel Ángel Portugal, que sin embargo, decidió no alinearle en los dos últimos partidos del año ante Albacete y Tenerife.

Ángel en el choque ante el Lugo. Fotografía: Real Valladolid.

Los casos de Caye Quintana y Jose

Caye Quintana y Jose también han debutado esta temporada con el primer equipo. El primero, que llegó en verano procedente del Recreativo de Huelva, tuvo que disputar en la jornada inaugural 29 minutos debido a la falta de jugadores de ataque con la que contaba el equipo de un Gaizka Garitano que gritaba a los cuatro vientos que al conjunto vallisoletano le faltaba un delantero como el comer. No solo llegó uno en el último día de mercado sino dos, Erick Moreno y Diego Rubio que, sin embargo, no han dado aún el rendimiento esperado.

El otro caso es el de Jose. Otro canterano que estaba haciendo hasta la fecha un buen papel con el conjunto de Borja Jiménez, siendo incluso el máximo goleador del equipo junto al recientemente citado Caye Quintana, con un total de cuatro tantos. El extremo diestro debutó el pasado 7 de octubre, en el estadio José Zorrilla y ante el Leganés, aunque su presencia fue testimonial jugando únicamente un total de seis minutos sin poder ayudar a que su equipo se llevara los tres puntos. Con tan solo 19 años, el canterano es una de las apuestas de futuro de la fábrica pucelana por su velocidad, talento y olfato goleador.

Caye Quintana. Fotografía: Real Valladolid.

Dani Espinar, Anuar… y Toni

Los centracampistas Dani Espinar y Anuar son otros dos jugadores que han entrado esta temporada en las convocatorias del primer equipo (en los duelos ligueros) pero que no han llegado a jugar ni un solo minuto. El primero es un pívote que puede construir y destruir y que progresa año tras año. El segundo es un creador de quilates, con calidad y que además puede jugar en el lateral diestro como ya ha hecho esta temporada sin ir más lejos.

Jugadores, todos los anteriormente citados que han sido justamente recompensados y otros como Toni Villa que lo serán en un futuro para que se pueda constatar que el Real Valladolid también tiene buenos canteranos o no canteranos jugando en el filial en los que puede confiar ante cualquier eventualidad.

Anuar. Fotografía: Real Valladolid.