El primer tercio del año 2015 fue una auténtica pesadilla para las huestes nazaríes. El Granada CF comenzó 2015 en puestos de descenso, a los que cayó en la última jornada de 2014. Córdoba era la primera estación para comenzar a levantar el vuelo y, de paso, dejar muy tocado a un rival directo por la permanencia. Sin embargo, los rojiblancos ofrecieron en El Arcángel una imagen de desazón y pesar que Nabil Ghilas y Florin Andone aprovecharon para hundir más a Caparrós.

Los últimos coletazos del entrenador utrerano al frente del Granada los daría, casualmente, contra el equipo de su vida: el Sevilla FC, en la eliminatoria de octavos de Copa del Rey. Los hispalenses ya decantaron el duelo en la ida con una victoria por 1-2 que el debutante Lass maquilló al final. Previo a la vuelta llegó el enésimo empate de la temporada en casa, ante una Real Sociedad que dejaba la duda de si Caparrós entrenaría al equipo en el Sánchez Pizjuán. Llegó, pero de ahí no pasó. Un triste desenlace, con derrota 4-0, y con un entrenador visitante aplaudiendo a la afición local, terminó de desatar el desenlace que la afición llevaba tiempo reclamando. Joaquín Caparrós, el míster con más caché de cuantos pisaban el banquillo granadino en los últimos tiempos, abandonaba la ciudad de la Alhambra con una racha de 14 partidos sin ganar en Liga.

Foto: Antonio L. Juárez.
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Sin inquilino para el banquillo, Joseba Aguado cogió las riendas de la nave para visitar el Vicente Calderón. El técnico del filial, granadino y granadinista, tenía ante sí la oportunidad que tanto tiempo esperó. No evitó que el Granada sumara una nueva derrota, pero bajo sus órdenes se pudo ver a un equipo combativo y que plantó cara a orillas del Manzanares. Aguado se ganó una segunda oportunidad pero los dirigentes de la entidad nazarí decidieron acudir al hombre que ya sacó las castañas del fuego tres años atrás: Abel Resino. Restaba la segunda vuelta por delante y el Granada partía último, a tres de la salvación.

En busca del 'efecto Resino'

Con los nuevos refuerzos ya integrados en el equipo, como son los casos de Rober Ibáñez, Lass Bangoura o Rubén Pérez, el nuevo Granada de Abel se estrenaba en Riazor, en un duelo fraticida por la salvación, con un empate a dos. En la siguiente jornada, el estreno del técnico de Velada en Los Cármenes trajo consigo el fin a la interminable sequía de triunfos. Un tanto de fe, obra de John Córdoba, mandaba al Elche a la lona y hacía que los nazaríes sacaran la cabeza del descenso.

Foto: Antonio L. Juárez.
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La mejoría de resultados y juego se hacía ligeramente palpable y en la ciudad andaluza ya se soñaba con que el ‘milagro Resino’ volviera a hacerse realidad. En su visita a El Madrigal, los rojiblancos vendieron muy cara su derrota ante el Villarreal, imponiéndose los castellonenses por su mayor pegada. Sin embargo, el Granada no fue capaz de trasladar esa buena imagen al enfrentamiento contra el Athletic y el insulso empate a cero final obligaba a los nazaríes a ganar en feudo del Levante para levantar la cabeza.

Lo que ocurrió en el Ciudad de Valencia marcó el devenir de Abel Resino y el Granada hasta el mes de mayo. Con la victoria en la mano y el encuentro controlado, el colegiado entró en escena expulsando a Adrián Colunga y Yousseff El Arabi. A partir de ahí, los visitantes se vieron invadidos por el pánico y el Levante remontó el juego en los últimos cinco minutos. Un golpe muy duro del que la plantilla no se levantó hasta meses después.

La visita del Fútbol Club Barcelona a Los Cármenes no se antojaba como la más propicia para levantar la cabeza y, efectivamente, no lo fue. El equipo blaugrana ganó jugando a medio gas y dejó al Granada a tres de la permanencia. Llegaba el turno del derbi ante el Málaga con la soga empezando a apretar en el cuello de los rojiblancos. Abel y sus hombres entendieron la necesidad de ganar al vecino costasoleño, salieron a por ello y un gol en propia puerta de Ignacio Camacho hizo justicia en el marcador, dejando al Granada a tiro de victoria para salir del pozo.

Foto: Antonio L. Juárez.
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Debacle en Vallecas y humillación en el Bernabéu

Vallecas se erigía como el lugar donde dar el paso adelante para abandonar esa zona ardiente. La afición nazarí así lo entendió y se desplazó en masa a la capital de España para arropar a los suyos. En el vetusto barrio obrero fue John Córdoba el que empezó picando piedra pero un doblete de Alberto Bueno, bien entrada la segunda parte, destrozó la moral visitante. Si la derrota ante el Rayo hizo daño, el empate posterior con el Eibar, donde los de Abel hicieron muy poco por llevarse los tres puntos, dejaba la salvación muy cuesta arriba.

Con diez jornadas por delante, el milagro se situaba a dos puntos y el Domingo de Resurreción asomaba el Granada por el Santiago Bernabéu. El club andaluz sufrió en el coliseo blanco una de sus derrotas más humillantes en sus 84 años de historia: 9-1. Cristiano Ronaldo se ensañó con una plantilla rota y que oteaba la Segunda División cada vez más cerca. Tras la humillación, la frustración en Los Cármenes. El Granada saboreaba la victoria contra el Celta hasta el descuento, cuando un gol de Bongonda destrozaba las esperanzas rojiblancas.

Foto: Antonio L. Juárez
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'Game over' con Almería y Espanyol

El derbi ante el Almería se presentaba como una de las últimas balas para recobrar la fe y auparse lejos del descenso pero, una vez más, el conjunto granadino se mostró débil y moribundo. Thomas, por partida doble, y Espinosa, mandaron a la lona a un Granada que parecía descontar los días para su descenso. Los siguientes partidos, ante Sevilla y Valencia, no hicieron sino confirmar el camino que había tomado el equipo: empate y derrota por goleada. Restaban cinco jornadas y cuatro puntos los separaban del objetivo.

Si la salvación se estaba convirtiendo en una quimera, la visita del Espanyol a Los Cármenes lo terminó de transformar en un imposible. Los periquitos, que nada se jugaban, lograron los tres puntos aprovechando la fragilidad de un Granada descompuento. Con la permanencia matemáticamente posible, Quique Pina decidió prescindir de Abel Resino y colocar en el banquillo rojiblanco a José Ramón Sandoval. Lo que muchos interpretaron como la primera piedra para un proyecto en la división de plata guardaba un mensaje oculto, algo con lo que ya pocos contaban.

Foto: Antonio L. Juárez
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Con Sandoval se obró el milagro

En principio, este cambio a tan poco del final de Liga, se presuponía que era con la intención de empezar a trabajar en la temporada siguiente, seguramente en Segunda División. Sin embargo, el presidente del club rojiblanco afirmó de forma rotunda que era "imposible que el Granada descienda". Dicho y hecho. Sandoval inyectó la moral necesaria para encarar los últimos cuatro partidos del campeonato liguero. Debía ganar al menos tres y esperar al resto de resultados.

En el primer partido con Sandoval, el Granada CF visitó el estadio del Getafe, donde ganó por 1-2 con un doblete de El-Arabi. A la jornada siguiente, los rojiblancos recibieron a un Córdoba ya descendido. Con goles de Diego Mainz y El-Arabi, los locales vencieron por 2-0 en Los Cármenes. En ese instante, la afición volvió a creer en que el milagro podía producirse pero el Granada debía ganar la próxima jornada a una Real Sociedad que tampoco se jugaba nada. En Anoeta, el equipo nazarí dio la campanada al vencer por 0-3 con goles de El-Arabi, Robert y Rochina, este último con un fabuloso tiro desde el centro del campo.

'Biscotto' de permanencia

Llegaba la jornada 38 de la Liga BBVA y el Granada dependía de sí mismo, pero al enfrentarse contra un rival fuerte como el Atlético de Madrid podía bajar a Segunda División si se daban los resultados. Es más, durante varios momentos de la primera parte, el equipo rojiblanco estuvo en Segunda División. En Los Cármenes ningún equipo quería hacer daño al otro, ya que el empate les valía a ambos conjuntos, por lo que los espectadores estaban pendientes de lo que ocurría en otros estadios. El Deportivo conseguió empatar en el Camp Nou, mientras que el Almería perdió finalmente ante el Valencia por 2-3. Con estos resultados, el Granada era matemáticamente equipo de Primera División. El milagro se hizo realidad.

Foto: Antonio L. Juárez
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Periodo de reflexión e inicio de una temporada ilusionante

Acabó la temporada y el club tardó cerca de un mes en pronunciarse sobre el nuevo proyecto del Granada. Quique Pina dio una rueda de prensa donde explicaba los motivos del silencio de la directiva tras el final de la temporada anterior. Tras ella comenzaron semanas donde los fichajes se fueron produciendo, además de anunciar que José Ramón Sandoval mantendría el cargo de entrenador del Granada CF. Como las temporadas anteriores, más de una docena de fichajes llegaron al Granada, entre ellos jugadores importantes como Andrés Fernández, Lombán, Miguel Lopes, René Krhin, Rubén Pérez, etc.

La pretemporada dejó con algunas dudas a una afición que esperó a que iniciara la temporada para decidir abonarse o no. La campaña de abonados terminó con una cifra por debajo de lo esperado, clara señal de que el aficionado rojiblanco se ha cansado por completo de estas últimas temporadas.

Peor inicio posible

La temporada echó a andar en agosto y en la primera jornada de Liga se enfrentó el Granada en Los Cármenes al Eibar. A priori, duelo asequible para comenzar el campeonato con una victoria y despejar las dudas de la afición. Pero ocurrió todo lo contrario. Sandoval alineó prácticamente a los jugadores de la temporada anterior y el Eibar se llevó el partido por un contudente 1-3, que dejaba a la afición helada pese a que era el mes de agosto. En la segunda jornada, el equipo pareció despertar y gracias a las figuras de Success y El Arabi ganó el partido ante el Getafe por 1-2, pero solo fue un espejismo ante lo que ocurriría en jornadas posteriores.

Tras el primer parón en Liga, el Granada CF volvió a jugar en casa contra el Villarreal y, como ocurriera en el primer partido de la temporada, perdió por 1-3. Sandoval apostó por los mismos once hombres que en Getafe pero, tras una primera parte buena, dos fallos defensivos al inicio de la segunda parte provocaron que el ´submarino amarillo´ya se pusiera con un 2-0 en el marcador. Al final, 3-1 y la segunda derrota en casa.

En la siguiente jornada, el Granada CF visitó el Santiago Bernabéu. El conjunto de Sandoval dio una muy buena imagen en el feudo del conjunto madridista, donde mereció obtener un mejor resultado, pero donde sufrió una derrota por la mínima, 1-0. El Arabi vio como el anulaban mal un gol, mientras que el tanto de Benzema se produjo en fuera de juego. Al final, derrota 'dulce' por las sensaciones que dejó en el equipo en Madrid.

Otra vez en casa, el Granada CF volvió a perder y a encajar también tres goles, aunque entonces no marcó ninguno a la Real Sociedad. El equipo txuri-urdin llegaba con un David Moyes muy cuestionado y soprendió a un Granada en el que volvió a fallar Dória en uno de los goles. En el siguiente partido, de nuevo buena imagen fuera de casa. En el siempre complicado Mestalla, el Granada CF perdió por la mínima con el Valencia, 1-0, y también podía haber obtenido un mejor resultado dado el juego ofrecido.

En la sexta jornada del campeonato, el Granada CF pudo de nuevo sumar, esa vez un punto, el primero que 'rascaba' en la temporada en casa. Fue ante un rival directo, el Deportivo de La Coruña. El equipo rojiblanco empezó perdiendo pero en la segunda mitad Piti salió 'al rescate' y anotó el gol del empate. Ese ha sido el único partido del último tramo en el que el catalán ha sido importante para el equipo, ya que después su participación ha disminuido hasta el punto de quedarse incluso fuera de las convocatorias.

Foto: Antonio L. Juárez
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Buena imagen, malos resultados

El siguiente encuentro en El Molinón, marcado por la vuelta de Sandoval, fue un partido de lo más extraño. El Granada CF remontó un 1-0 y se puso claramente por delante con un 1-3, gracias a una gran actuación de Success. Ese resultado pudo ampliarlo incluso a un 1-4, pero estuvieron muy mal tanto Thievy como Rubén Pérez en dos clarísimas ocasiones que tuvieron en sus botas. Del perdón al mazazo. Con las expulsiones de Miguel Lopes y de Dória-  esta última por un acto muy infantil-, el Sporting se vino arriba y en el descuento logró empatar el encuentro a tres goles.

Los rojiblancos se trataron de recuperar del 'golpe' de Gijón pero en el partido siguiente solamente pudieron sumar un empate contra el Real Betis en casa. Otra jornada más sin vencer como locales. El tempranero gol de Foulquier fue empatado por el Betis a través de un penalti muy infantil cometido por Rubén Pérez, quien sacó una clara mano en el área. Y en la salida posterior, la historia se repitió con otro mazazo en el descuento. El Espanyol marcó en el 94' y empató el tanto de Babin. Lloró de rabia Sandoval pues otra victoria se esfumaba.

Success 'se borra'

Antes del partido del Rayo Vallecano se montó el lío en el vestuario del Granada CF. El delantero Success, que arrastraba algunas molestias pero no estaba de baja, se negó a viajar con el equipo a Vallecas, donde el Granada CF hizo uno de sus peores partido de la temporada. Echó en falta 'la chispa' del nigeriano, que se ha convertido en una pieza clave en el ataque, y perdió por un claro 2-1. El club decidió que entrenara al margen hasta que, tras la vuelta del equipo a los entrenamientos, se disculpó públicamente y con sus compañeros, cuerpo técnico y directiva, por lo que decidieron que regresara para ser uno más de la plantilla.

Foto: Antonio L. Juárez
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Mejoría y, por fin, una victoria en casa

El segundo parón en Liga le vino 'de perlas' al Granada para calmar las 'aguas revueltas' por el tema de Success y para preparar el partido contra el Athletic Club de Bilbao. El equipo de Sandoval, por fin, pudo celebrar una victoria en casa y, además, dejar su portería a cero (2-0). Sin El Arabi por lesión, el técnico recurrió al joven Adalberto Peñaranda para sorpresa de muchos, quien respondió a la confianza con un buen partido.

La visita a La Rosaleda esta vez no se saldó con derrota como desde que regresó el equipo a Primera. El Granada logró empatar en Málaga y encima tras ir perdiendo por 0-2. Los rojiblancos fueron capaces de reaccionar tras una mala primera parte y 'arañar' un punto gracias a los goles de El Arabi y Rochina, quienes fueron suplentes, pues Sandoval apostó de nuevo por la dupla Success - Peñaranda.

La Copa y la 'explosión' de Peñaranda

La Copa del Rey se cruzó después en el camino del Granada CF. El conjunto nazarí, con los menos habituales, se plantó en Leganés para mostrarse irreconocible y perder por 2-1. El gol al final de Fran Rico 'maquilló' un resultado que, finalmente, no fue tan malo para la vuelta, en la que pudo ganar por 1-0 y pasar a octavos, aunque le costó. La salida de Peñaranda fue fundamental para 'despertar' al equipo y dar un pase providencial a El Arabi, que anotó el tanto del triunfo.

Foto: Antonio L. Juárez
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Antes en Liga, el equipo de Sandoval recibió al Atlético de Madrid, que se mostró muy eficaz en Los Cármenes. El conjunto de Simeone ganó por 0-2 contra un Granada con la 'pólvora mojada'. Después, el Granada CF tuvo que visitar al Levante y, al contrario que en las últimas temporadas, pudo obtener un buen resultado en el Ciudad de Valencia. Fue, sin duda, gracias a un Peñaranda que se convirtió en chico de récord en ese partido. El venezolano marcó los dos goles de la victoria por 0-2 y es así el más joven en marcar con el Granada CF en Primera y también el extranjero más precoz en firmar un doblete en la Liga de las estrellas. Una 'perla' rojiblanca que quiere 'explotar' en la élite.

Tras ese encuentro y el pase a octavos en Copa, llegó la visita del Celta a Los Cármenes en el último partido del Granada CF como local. Los rojiblancos no pudieron ofrecer una victoria a su afición, que vio como el conjunto vigués vencía por un claro 0-2, mientras que su equipo se mostraba negado en los metros finales. A pesar de perder, el Granada se marchaba al mini-parón navideño fuera del descenso.

Un cierre que le aboca al descenso

La Liga ha querido que el año finalizase con fútbol y el Granada CF ha visitado a Las Palmas, donde una dolorosa y abultada derrota por 4-1 ha provocado que el equipo de Sandoval termine 2015 en puestos de descenso. El conjunto granadino volvió a perdonar y a acusar una preocupante falta de gol. Despide el año en una mala posición, aunque la salvación solamente está a un punto, pero lo más preocupante son las sensaciones que dejó al terminar desquiciado el encuentro. Los rojiblancos tienen la tarea de reconducir la situación y cumplir su objetivo en el próximo año para que la afición granadinista pueda disfrutar de su equipo otra temporada más en Primera División.