Seguir ganando. Esa es la principal premisa del Real Valladolid para el nuevo año. Dar continuidad a los últimos resultados del 2015, y conseguir alcanzar puestos más delanteros de la clasificación. Portugal parece haber dado, por fin, con la tecla, y hacer que estos buenos resultados no se queden en dos encuentros aislados es lo verdaderamente complicado. Para ello, contará con sus hombres de confianza, a la espera de fichajes en este mercado invernal que recientemente ha arrancado. Fichajes necesarios, por otra parte, pero que no se pueden echar de menos hasta que no se concreten.

El rompecabezas defensivo

Ya es habitual ver a Miguel Ángel Portugal cambiar su eje de la defensa titular de un encuentro para otro. Principalmente, porque ninguno de los tres centrales tiene la regularidad necesaria para ser indiscutible en esta demarcación. A rachas menos malas, así es como van los tres zagueros, por lo que el refuerzo en el centro de la defensa es más que prioritario. Aun así, parece claro que Marcelo Silva será uno de los dos centrales titulares, ya que en los dos últimos encuentros ha estado más que correcto y ha completado sus mejores actuaciones. ¿Su acompañante? A día de hoy ha ganado enteros la opción de Juanpe, en detrimento de un Samuel Llorca que no ha aprovechado sus oportunidades.

Tampoco sería ninguna locura que Portugal volviera a situar a Hermoso en el centro de la defensa, aunque tiene una cara y una cruz esta opción. La cara, es su buena actuación en el primer choque que completó como central; y la cruz es que, además de haber cometido errores ante el Alavés en su segundo envite en este lugar, se pierde su velocidad por banda y llegada junto al extremo por el lateral zurdo, además de sus buenos centros con la izquierda. Estaría Ángel en el carril, que también tiene un gran perfil ofensivo, pero Hermoso parece haberse ganado la confianza de Portugal y su sitio en la izquierda, así como Chica en la derecha, indiscutible desde la llegada del burgalés al banquillo de Zorrilla.

La defensa pucelana tendrá que enfrentarse a un ataque siempre peligroso como es el del Girona. Jugadores habilidosos como Felipe Sanchón o Rubén Sobrino, junto con futbolistas más corpulentos como puede ser Mata o Jairo Morillas. Precisamente, este último es el máximo artillero del conjunto rojiblanco, con cuatro goles, los mismos que Mata. Futbolistas peligrosos que, a pesar de tener mucho fútbol en sus botas, no lo están demostrando demasiado este curso, ya que el Girona tan solo ha anotado 17 tantos, siendo uno de los equipos menos goleadores de la Liga Adelante. Un detalle que no puede servir como excusa a la defensa albivioleta para relajarse, ni mucho menos.

Todos seguros salvo el nueve

Si en la defensa podrí haber alguna duda, del centro del campo hacia delante solo hay una, y es bastante probable que se decida a favor de un hombre. El doble pivote lo formarán Rubio y Leao salvo impedimento de última hora, y las bandas las ocuparán Juan Villar y Alfaro, dos futbolistas que están brillando con luz propia. Óscar, como mediapunta, con el objetivo de mejorar su versión y conseguir alcanzar el nivel del curso pasado. Y en la delantera, Rodri Ríos, quien no está en su mejor momento, pero está siendo elegido en más ocasiones que Diego Rubio, aunque este completara mejor encuentro ante el Tenerife que su compañero soriano.

El problema es ese, la delantera y la falta de gol, y más ante una defensa de cinco hombres como es la que suele plantear el Girona, con tres centrales y dos carrileros que también ayudan mucho en defensa. Uno de los objetivos de Portugal es conseguir que los goles se hagan de forma más fácil y que no todo el peso goleador recaiga sobre una única figura como está siendo Juan Villar. Para ello, Alfaro debe ser más resolutivo, Óscar ha de recuperar su magnífica visión de juego y Rodri tiene que estar más acertado en sus remates dentro del área, pues hasta ahora se le ve más lejos de la zona de peligro y frecuentemente en el suelo pugnando un balón.

Foto: Real Valladolid

Aprovechar la debilidad rival

No ha sido el mejor inicio de temporada para el Real Valladolid, llegando a estar en puestos de descenso a Segunda División B. Pero tampoco lo ha sido para el Girona de Machín. Después de un curso pasado espectacular, en el que el ascenso se quedó a solo unos minutos de hacerse realidad, las expectativas en Montilivi eran muy grandes, más aún con fichajes como los de Alcalá o Rubén Sobrino gracias a su nueva relación con el Manchester City. Pero la realidad es distinta, la realidad muestra un equipo muy débil en casa, donde tan solo ha ganado un encuentro y empatado otros cuatro.

Un conjunto catalán con dificultades para hacer gol, aunque, eso sí, protege bien su portería con 18 goles encajados en las mismas jornadas disputadas. Un Girona que no vence desde el 22 de noviembre, habiendo acumulado dos empates fuera de casa y dos derrotas consecutivas en Montilivi. Y eso es de lo que se debe aprovechar el Real Valladolid de Portugal, que debe concienciar a sus jugadores para saber administrar la presión que tendrán los hombres de Pablo Machín por evitar un nuevo descalabro como local. Hasta ahora, era el Real Valladolid el que llegaba con urgencias a los encuentros, pero en esta ocasión serán los albivioletas los que puedan hacer uso de la ansiedad y necesidad rival para llevarse los tres puntos.