Hay jugadores que nacieron para ser de la Real Sociedad, Agustín Aranzabal (San Sebastián, 15 de marzo de 1973) es uno de ellos. El que fuera lateral zurdo del cuadro txuriurdin durante doce temporadas es uno de los nombres propios de aquella gran generación de jugadores de la Real. ¿El secreto? No hay duda. La cantera.

Su debut con la Real fue con derrota frente al Deportivo 5-1

Hijo del que fuera centrocampista de la Real Sociedad ‘Gaztelu’, Agustín empezó a despuntar pronto en las categorías inferiores de la Real. No había duda, quería seguir los pasos de su padre. Empezó jugando en la misma posición que su padre, aunque poco a poco su rol empezó a cambiar. Gobernó en el centro del campo del 'Sanse' con puño de hierro durante tres temporadas, era joven, pero ya se le veían maneras (en tres temporadas marcó 13 goles). A sus 18 años aun tenía todo el mundo por delante. Años después le llegaría su primera oportunidad con el primer equipo, aunque no fue como él esperaba. El Deportivo de la Coruña venció con un contundente (5-1) en la temporada 92/93, Aranzabal jugó en la medular en ese día tan complicado. Años después recuerda aquel día con cierto cariño pese al resultado: “El debut con un resultado así te da mucho que pensar. John Toshack me dio la oportunidad. Cuando vino aquí apostó mucho por la cantera. Estábamos Íñigo Idiakez, Javi de Pedro y yo, los tres de la misma edad, y nos hizo debutar en un periodo corto de tiempo”,  comentaba en una entrevista en el Periódico de Aragón.

No fue hasta la temporada 94/95 cuando Aranzabal se hizo con el puesto de titular, el lateral izquierdo de la defensa de la Real llevaría su nombre hasta la fecha en la que abandonaría el club (2004). Precisamente de la mano de otro de los recién ascendidos de la cantera, Aranzabal conformó un flanco a la altura de muy pocos equipos. Aunque claro, contar con un tal Javi de Pedro siempre ayuda. “De juveniles pasamos al segundo equipo de la Real, donde estuvimos tres años, y luego estuvimos juntos 10 o 11 en el primer equipo, yo de lateral y él un poco más arriba”, comenta. Se estaba forjando uno de los mejores equipos de España, y Agustín Aranzabal era una de las piezas fundamentales de aquel equipo.

Soñar estaba permitido

El bloque conformado por Javi de Pedro, Aranzabal, Darko Kovacevic… empezaba a carburar y línea por línea empezaba a dar muestras de que algo grande iba a pasar. La temporada 97/98 fue la confirmación de sensaciones. La Real Sociedad terminó el campeonato en tercera posición, únicamente por detrás de FC Barcelona y Athletic, que valió al equipo entrar en la UEFA la siguiente temporada. “Fue espectacular para un club como la Real. Después de tantos años sin poder entrar en UEFA ni en los puestos de arriba. El plus nos lo dio tener muchos jugadores de la cantera, más tres o cuatro buenos fichajes jóvenes, con muchas ganas” comenta el exjugador txuriurdin.

Fuente:  Pesstatsdatabase.com

Años después la Real firmó su mejor temporada al lograr el subcampeonato liguero frente al Madrid de los galácticos (02/03). Imponerse a los Roberto Carlos, Zidane, Ronaldo, Figo… no era fácil. Pero la Real contaba con un bloque de jugadores de primer nivel. Xabi Alonso, Nihat, Karpin… jugadores de gran nivel que dieron la talla en los momentos adecuados. “Fuimos mucho tiempo primeros”, cuenta Aranzabal. “Un club de nuestras características contra un club tan grande... La gente nos dice que no nos lo creímos. Claro que nos lo creíamos, lo que pasa que son clubs grandes que tienen mucha experiencia en competir en momentos delicados, en muchas competiciones; jugadores que llevan muchísimos partidos y muchísimas más experiencias que las nuestras. Pero al menos estuvimos hasta el final. La ciudad de San Sebastián se volcó. Fue un sueño, aquello no se nos olvidará a nadie”, cuenta años después el que fuera el ‘3’ de la Real. El subcampeonato que sirvió al equipo para clasificarse para la Champions League, Agustín cumplía el sueño de todo futbolista, jugar la máxima competición europea. Tras esa campaña el lateral donostiarra se despidió de la Real. Ya no se sentía tan valorado como antes y está claro que a sus 31 años su rendimiento no iba a recuperar el nivel de temporadas pasadas.

En la 2004/2005 fichó por el Zaragoza, donde en su primer año ganó el único título de su palmarés individual, la Supercopa de España ante el Valencia. Poco a poco su peso en el equipo se diluyó y en la 06/07 con 34 años se despidió del fútbol profesional. Estaba cansado.  “Con 18 años ya debuté en la Real y hasta los 34, que dejé el fútbol, son muchísimos viajes y partidos, muchos momentos buenos y muchos malos”, agrega el exjugador. De esta manera se despedía uno de los mejores laterales zurdos de nuestro fútbol. Un ejemplo dentro y fuera del campo, no cabe duda.  

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Sobre el autor
Ignacio Vázquez de Balmaseda
Periodista, locutor y productor de deportes.