La temporada pasada el Lucena CF competía en la 2ºB, ese mismo año los jugadores ya tuvieron sus rifirrafes con la entidad presidida por Eduardo Bouzón a causa de los impagos a la plantilla que llevaba meses sin cobrar y que a pesar de esto siguieron dando la cara disputando los partidos mientras que de igual manera pedían justicia.
Esa misma temporada 2014/2015 protagonizaron el 23 de marzo una imagen en el partido contra el FC Cartagena en donde los jugadores se pusieron de rodillas en el terreno de juego en señal de protesta tras el pitido inicial. Finalmente al concluir la liga, los lucentinos descendieron al Grupo X de la Tercera División en donde la situación en la presente campaña seguía igual y el equipo en esta primera vuelta había acabado en última posición a más de nueve puntos de la salvación.
A causa de todo este cúmulo de problemas que englobaba la deuda del Lucena (unos 300.000 euros), los impagos a la plantilla durante meses y los resultados, la situación deportiva era insostenible y tras las vacaciones de Navidad, ningún miembro de la plantilla ha regresado al trabajo y la Junta Directiva ha decidido dar la baja del club.
Tras 47 años de historia, el equipo cordobés se despide como un club fantasma. Sin futbolistas, sin un comunicado oficial y con la única notificación del presidente, Eduardo Bouzón, a la Federación Andaluza, que se encargó de hacerlo público.
¿El amanecer de una nueva ilusión?
El amor que siente la afición del Lucena por sus colores es demasiado fuerte como para dejarlo caer en el olvido por lo que varios aficionados han dado un paso al frente y han iniciado un movimiento llamado #LucenaVuelve para refundar al equipo bajo el nombre que la afición elija. Quieren crear un club democrático y representativo, donde la afición va a tener una implicación como nunca antes en la gestión con un modelo de "Club Popular", donde los abonados serán socios accionistas y siempre con la filosofía de “UN SOCIO, UN VOTO”.
Se traduce en la participación directa de los aficionados en la gestión del club a través de Grupos de Trabajo divididos por áreas del club. El club será lo que los socios quieran, estará a salvo de intereses personales y fondos de inversión.
La plataforma ya se ha puesto en marcha en las redes sociales en donde desde el primer día han tenido un gran apoyo y gran aceptación entre las personas que creen en un modelo de fútbol más puro que el que estaban llevando durante tantos años los seguidores del Lucena y que ha acabado dejando al club en lo más bajo a causa de la vida de excesos que han tenido los responsables de la gestión de la entidad, así es, una vez más nos referimos al tan odiado futbol negocio.
El nuevo Lucena será un club democrático: un socio, un voto
Pese a ni siquiera tener ni nombre, el cual se someterá a votación popular, es una nueva etapa en la que la afición del Lucena vuelve a rebosar de ilusión al ver más clara su nueva visión de futuro en donde parece que después de tanta lucha han visto luz al final del túnel, ya que siempre hay una solución para todo y los aficionados del histórico club cordobés la han encontrado.
No son muchos pero poco a poco el número de equipos populares está incrementando en España en estos últimos años tras pasar por las manos del fútbol negocio y ver una mejor opción de disfrutar y vivir este bello deporte, como puede ser el CAP Ciudad de Murcia fundado en 2010, que desde su cambio y empezando en la categoría más baja ha logrado tres ascenso en cuatro años compitiendo actualmente en Tercera División o sin ir más lejos este verano nació el Aviles Stadium CF, último equipo popular, que le está yendo de lujo en su debut como club siendo líder de grupo en solitario en su liga.
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