Asier Illarramendi, Xabi Prieto, Rubén Pardo, Markel Bergara, Esteban Granero y David Zurutuza. Esta es la lista, de mayor a menor, de los mediocentros que han disputado minutos esta temporada en la Real Sociedad. Teniendo en cuenta la lesión del "17" realista que le ha apartado del equipo desde principios de noviembre, Granero es el centrocampista disponibe menos utilizado de la plantilla donostiarra, algo que le podría abrir la puerta de salida del club.

Esta ausencia de Granero en los planes de Eusebio es en parte debida al buen nivel que están mostrando sus compañeros. El gran trabajo de Markel, Pardo y Prieto en la presión en el pasado encuentro ante el Valencia y el buen nivel que está mostrando Illarramendi toda la temporada le está costando minutos al mediocentro madrileño, que podría verse fuera de Donostia en verano, ya que su ficha es demasiado elevada (más de un millón de euros por temporada) en comparación con su rendimiento.

Eternamente cuestionado

Granero ha sido cuestionado desde su llegada

Desde su llegada a Donostia en 2013, Granero ha sido uno de los fichajes más cuestionados por los aficionados. Después de la grave lesión que sufrió en su primera temporada como txuriurdin, que le privó de jugar más de medio año, fue un fijo en las alineaciones tanto de Moyes como de Arrasate en su segundo año, pero no terminó de cuajar grandes actuaciones.

En esta, su tercera campaña con la camiseta blanquiazul, solo ha disputado 507 minutos divididos en seis partidos de los poco más de 1700 que podría haber estado sobre el campo en Liga. Ha participado en los mismos encuentros que Zurutuza que no está disponible desde hace dos meses, y cuando lo ha hecho no ha sido tan importante en el juego como el resto de sus compañeros.

El trivote utilizado por Eusebio en detrimento del doble pivote de Moyes además de la lesión de Canales podía haber beneficiado al ex-jugador del Real Madrid, pero como indican las estadísticas es la última opción para el técnico vallisoletano. Sus compañeros lo están haciendo bien, y nadie le echa de menos. Quizá es el momento de arrepentirse por rechazar la oferta del Besiktas el pasado verano