Tres puntos. Esa es la distancia que separa al Real Zaragoza de los puestos que dan acceso al playoff de ascenso a la máxima categoría del fútbol español. Ocho, a los puestos de ascenso directo. La situación, a priori, podría no parecer del todo mala, pero lo es en mayor medida si atendemos a la tendencia que atraviesa el conjunto blanquillo en las últimas fechas. Cierto es, como comentamos, que la situación no es alarmante, pero requiere, sin ninguna duda, de una reacción inmediata en lo deportivo.

Cinco de los últimos quince puntos disputados son un bagaje demasiado pobre para un equipo que aspira a lograr ese ansiado ascenso. Pero lo es todavía más si atendemos a que tal objetivo es, al margen de una ambición propia de un club de su historia, obligatorio por la delicada situación que atraviesa el Real Zaragoza. Un club que está en el momento más comprometido de la temporada, y que necesita del revulsivo, entendiéndose siempre como positivo, que suele acompañar un cambio de entrenador.

Y es que la llegada de Lluís Carreras, tras la destitución del técnico serbio Ranko Popovic, no se ha traducido todavía en lo cuantitativo. SÍ es cierto que se intuyen ciertas mejoras en lo cualitativo, con una apuesta por un fútbol de más dominio y posesión por parte del entrenador catalán, pero estos detalles no dejan de ser sino esbozos de lo que pretende llegar a ser este Real Zaragoza de Carreras.

Foto: Andrea Royo, VAVEL.com
Foto: Andrea Royo, VAVEL.com

Sin embargo, como es lógico por las necesidades expuestas y las alturas de la temporada, el tiempo apremia. Y cuando uno no está lo cerca que le gustaría del objetivo planteado, el reloj siempre corre en tu contra. Por este motivo, el Real Zaragoza afronta en las dos próximas semanas  dos fechas que se antojan decisivas para las aspiraciones del club maño. Ambos encuentros, que se disputaran en La Romareda, pueden marcar el devenir del futuro blanquillo, y suponer un punto de inflexión en su irregular último tramo de temporada.

En el primero de ellos, los de Lluís Carreras se enfrentarán este sábado a la UD Llagostera, penúltimo clasificado de la competición. Puede parecer el conjunto catalán un objetico asequible para esta primera cita, ya que tan solo ha conseguido sumar un solo punto fuera de su estadio. Además, en los últimos cinco encuentros ligueros, han sumado un empate y cuatro derrotas, por lo que, al igual que el Real Zaragoza, atraviesan el que es, con toda seguridad, el peor momento de la temporada.

Sin embargo, tal situación podría verse como un arma de doble filo. Cierto es que la UD Llagostera puede parecer un rival propicio para dar un primer paso hacia conseguir revertir la tendencia del Real Zaragoza, pero igual de cierto es que el conjunto catalán necesita ese cambio de dinámica tanto como los zaragocistas, si no quieren ver ampliada la brecha que les separa de los puestos de salvación, que actualmente tiene a cuatro puntos.

También en La Romareda será la segunda de esas citas fundamentales para el Real Zaragoza que afronta este mes de enero. Será ante el Mirandés, un rival que llega con la moral crecida tras clasificarse para los cuartos de final de la Copa del Rey después de endosar un contundente 0-3 al Deportivo de la Coruña en Riazor tras el empate a un gol de la ida. Los madrileños, ubicados en la novena posición con un punto más que el Real Zaragoza, serán, a priori, un rival exigente para reafirmar esa mejoría de los de Lluís Carreras, que para la cita ante el Mirandés habrá tenido tiempo de perfilar algo más lo que quiere que sea este Real Zaragoza y, posiblemente, de sumar algún efectivo más en su plantilla, como viene comentándose en los últimos días de este mercado invernal.

Por todo ello, el Real Zaragoza encara dos semanas que, aunque no definitivas, sí puede resultar determinantes para el ansiado ascenso.  Dos semanas en las que debe hacer valer, aunque no lo refleje actualmente la clasificación como tal, su condición de favorito a un ascenso que, de manera inesperada, tan cerca estuvo de conseguir la pasada campaña. Dos citas claves para traducir en tangible lo que Carreras pretende retocar desde su llegada a la capital maña, y dos citas para que el Real Zaragoza devuelva la ilusión a una afición blanquilla que es la primera que no quiere ni está dispuesta a permitir que ésta se evapore.

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