El Atlético de Madrid sigue su paso firme desde lo más alto de la tabla. De nuevo el equipo de Simeone sacó los tres puntos a domicilio y sin recibir un solo tanto. Mantiene el liderato tras un partido que, a pesar del 0-3, tuvo sus momentos de sufrimiento y donde Oblak y Griezmann fueron claves. El meta salvó en varias ocasiones el gol canario y el Principito sentenció para poner rúbrica a la victoria. Filipe en la primera parte, y el francés por partida doble en la recta final pusieron el 0-3 que no refleja la igualdad vivida en el estadio.

Vaivenes tácticos

Simeone varió de táctica hasta tres veces. En la primera parte tuvo una para atacar y otra para defender

Simeone ofreció y mostró un gran repertorio de dibujos tácticos. Según pasaron los minutos, las acciones y los cambios, el entrenador mostró hasta cuatro dibujos distintos, si bien intercaló más de uno si el equipo se encontraba en posesión y en ataque, o el equipo tenía que robar. Sin embargo le costó encontrar la clave

Isla llamada Vietto, Griezmann lejos del área

La primera parte fue la más rocambolesca. Simeone planteó un partido muy defensivo, en exceso, y se olvidó de atacar. No de intentar crear, puesto que el esquema y el reparto estaba diseñado para llenar el ancho del campo, aglomerar centrocampistas que pudieran ahogar al rival y poder crear con libertar en ataque. Pero no salió como esperaba, si bien es cierto que el equipo se fue con 0-1 al descanso.

Simeone optó por un 4-2-3-1. Gabi y Augusto comenzando jugada, de manera posicional y actuando de opción de emergencia en las líneas de pases en tres cuartos. Los tres media puntas tuvieron libertad de movimientos para intentar dar fluidez, dinamismo y vertiginosidad al juego en la zona caliente.  Sin embargo no tuvo el Atleti el día más acertado en precisión  y velocidad de pases en zona alta y acabó por ser una intentona de envíos a  un Vietto, que solo en el horizonte, no podía con la fortaleza física de la defensa.

Se perdía a Vietto y se perdía a Griezmann. Pese a la libertad y el poder de conexión en esa línea secundaría, el francés fue alejado del área y pudo crear más que destrozar, y el Atleti necesita que Griezmann destroce. Simeone intentó crear una línea de tres creativa y con anarquía en movimientos pero no encontró esa virtud. Sin embargo encontró que la defensa focalizaba la concentración por el centro y así, de lateral a lateral, el Atleti encontró petróleo.

Si se encontró a gusto, valga la redundancia, Augusto. El mediocentro se le vio más cómodo y estuvo más integrado. Sobre todo más parecido a lo que quiere Simeone, que se asemeje a Tiago. Jugó con más calma, comenzando muy atrás la jugada y dando pausa. Su compañero Gabi, estuvo también a un gran nivel. Es el que mejor entiende la sencillez del trabajo. Eligió presionar o esperar con inteligencia y actuar en coberturas, y jugó a pocos toques con criterio. Importantísima labor en esta primera mitad de los medios.

Cara B de la primera parte; 4-5-1 sin balón

Simeone buscó en ataque llenar el centro del campo, y no iba ser de otra manera en defensa. Sin embargo, tampoco fue un éxito el esquema que formaba el equipo cuando no tenía balón. El dibujo pasaba de 4-2-3-1, a 4- 5- 1 cuando el Atleti no tenía posesión y tocaba defender. Griezmann y Koke pasaban a ser perseguidores de los laterales contrarios y ayudantes de Juanfran y Filipe. Más el francés, que vio como Viera le daba la tarde a Juanfran y se convertía en el foco de ataque canario.

Griezmann tuvo que ayudar mucho a Juanfran en defensa en la primera parte

Saúl se adentraba en el ‘trivote’ central junto a Augusto y Gabi. Entre los tres mantenían una línea a modo de muro. Escalonaban las presiones para intentar forzar un balón largo o el retardo del ataque. Sin realizar mal esa labor, añadiendo a ella el laborioso trabajo de las coberturas laterales,  la línea central facilitó un estrecho pasillo entre líneas. Difícil de apreciar con  Simeone, entre defensa y medio hubo un pequeño trecho que Las Palmas aprovechó para ser dueño y señor de las segundas jugadas o rebotes.

Vuelta a lo clásico, 4-4-2

Tras la reanudación Simeone da otra vuelta de tuerca. Vuelta a su táctica más veterana y de la que, a largo plazo, más se fía. Griezmann por el centro para acompañar a Vietto. Griezmann cerca del área y Vietto con compañía rojiblanca en el horizonte. Todo correcto por arriba. Por el centro fue más labor para los mediocentros, arropados al inicio y estirados en la segunda parte. Gabi se multiplicó y Augusto tuvo que asumir más cargos y una amarilla le frenó demasiado.  Todo duró menos de 20 minutos. Con la entrada de Carrasco por Vietto el partido dio otro giro para el Atleti.

La sentencia sin 9

Carrasco entró por Vietto. Y poco después Thomas por Augusto. Pero es el primer cambio el que marca la última vuelta de hoja de Simeone y la más desfigurada.  La salida del belga implica que no haya 9 nato, lo que Griezmann pase a ocupar el puesto central de la delantera y Carrasco ocupe su lugar natural, la banda izquierda. Todo ello remueve el equipo pero con la intención de volver a centrar la acción defensiva por el centro y que un fresco Carrasco  fuera el "veneno" por el costado.

foto - Ángel Gutiérrez - web oficial-

El equipo estaba poco reconocible a modo de esquema. Gabi no perdía la posición atrás. Escudado por Saúl y un descansado Thomas que no paró de perseguir y parar el partido, por delante. Carrasco arrancando desde izquierda, Koke debió hacer lo mismo por la contraria. Harto de no tener balón, el canterano centro su posición para buscar el balón y presionar la salida rival. Aquí mejoró el canterano, por supuesto, que robó varios balones cercano al área, y asistió a Griezmann en tres ocasiones, dos de ellas gol.