Una nueva temporada y un debate caduco. En esa situación se encuentra la Real Sociedad, que al igual que en la temporada 2014/2015 ha llegado al ecuador de la competición con un cambio de entrenador, y con la disyuntiva entre sellar la permanencia e iniciar un nuevo proyecto en la siguiente temporada, o luchar por volver a disfrutar de las mieles del fútbol europeo.

En tierra de nadie

Decimoterceros en la clasificación con 21 puntos, y a once puntos de los mencionados puestos, no parece que el objetivo sea muy complicado, toda vez que los realistas tendrían que recortar menos de un punto por jornada, y en una liga tan competitiva y peleada como la española no parece algo descabellado.

En las últimas cinco campañas, y solo contando los puestos directos a Europa (el quinto y sexto clasificado) la clasificación más cara se vivió la temporada pasada, cuando el Villarreal lo consiguió con 60 puntos, mientras que la más “barata” se consiguió en la campaña 2011/2011 cuando el Levante llegó a la Europa League con 55 puntos. Entre 12 y 13 victorias en lo que queda de temporada, eso para asegurar, porque la impresión tras las jornadas vividas es que este año llegar a Europa, en cuanto a puntos se refiere, se va a acercar más a los 50 que a los 60.

Mejorar para ganar

No obstante, para llegar a ese número de victorias el conjunto de Eusebio Sacristán deberá traducir la mejoría tras la llegada del preparador vallisoletano en goles, y es que la Real ha demostrado en ocasiones ser mejor que su rival pero sin resultado, como ya se pudo ver la pasada jornada frente al Deportivo.

El calendario en las próximas jornadas puede ayudar al equipo para tomar carrerilla, pero debe haber un esfuerzo por parte de todos para conseguir el objetivo, o por lo menos para pelearlo hasta lo máximo posible.