El conjunto entrenado por Gary Neville continúa su andadura en la competición doméstica de la Copa del Rey. Una de las competiciones más bonitas de la afición valencianista, ya que hasta la fecha, uno de los equipos que más destacaban a finales del siglo XX en España, se ha ido diluyendo en cuanto a títulos se refiere. El palmarés continúa vacío desde el año 2008, justamente el año en el que el conjunto entrenado en ese momento por Ronald Koeman, superaba al Getafe por 3-1 en esa final soñada por ambos conjuntos.

Quizás la temporada del conjunto naranja no esté siendo todo lo buena que se esperaba tal y como así expresa su afición en los encuentros en Mestalla. La cara y la cruz se plasma en la Liga y en la Copa del Rey. Un conjunto que lleva un ritmo descendente en la Liga BBVA, pero, en cambio, en el torneo "del KO", ha acumulado ya cuatro victorias en los cuatro encuentros disputados. Esa Copa, ese título soñado por todos, que comenzaba en los dieciseisavos de final ante el que es actualmente, y el que era en ese momento, el líder del Grupo II de la Segunda División B, el Barakaldo. Un equipo dirigido por Intxaurraga no iba a poner las cosas nada fáciles al equipo che, el cual estaba dirigido temporalmente por Voro. Esa eliminatoria que nos dejó un encuentro de ida con muchas rotaciones en ambos equipos, con Arroyo como héroe local del equipo vasco; se adelantaron en el marcador ante el jolgorio del estadio vasco, pero el equipo che se llevó el encuentro, y no, no marcó ningún delantero, sino los laterales Joao Cancelo y José Luis Gayà, y el capitán Dani Parejo de penalti.

La eliminatoria quedaba prácticamente sentenciada, a pesar del pobre juego que demostró el Valencia en ese encuentro en el norte de España. Quedaba la vuelta, que sirvió de escaparate para Villalba, Zahibo, Diallo y, a gusto de aficionados, Negredo, que volvía a jugar y volvía a marcar un gol, en un partido que terminó por 2-0, a pesar del empuje visitante. Así se clasificaba el Valencia para los octavos de final, donde se iba a encontrar a un pobre Granada. Los nazaríes apenas mostraron resistencia en la ida de Mestalla, con una goleada por 4-0 del Valencia que sirvió para, una vez más, devolver la sonrisa a un hombre: Álvaro Negredo. Se marchaba del encuentro con un hat-trick que le sabía a gloria y, de una forma u otra, hacía demostrar que Nuno se equivocaba en su suplencia.

La vuelta de octavos de final fue un trámite, a pesar de que el Granada tuvo grandes ocasiones que pudo desbaratar Mathew Ryan, y cuyo encuentro sentenció Zahibo con su gol al filo del descanso. El Valencia se encontraba en cuartos de final de la Copa del Rey después de caer eliminado la pasada temporada en la ronda anterior. Ahora se encuentra a Las Palmas, un conjunto de la zona baja de la tabla, que ya plantó cara en Liga, dejando un empate a 1 en Mestalla en la jornada 12.

Quién sabe qué ocurrirá, se verán las caras Valerón y Parejo, Viera y Negredo, Tana y De Paul, entre otros. Comienza la ida de los cuartos de final de la Copa en Mestalla, pero habrá que ver si comienza la escalada del conjunto de Gary Neville o el equipo de Quique Setién hace historia tras años de flaqueza en la Segunda División.

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