El internacional español de 22 años está en boca de todos pues no cabe duda de que ha asumido el rol de líder en el terreno de juego, lo que consecuentemente se ha traducido en un nuevo estatus de capitán del Valencia. Estrenó brazalete ante Las Palmas y, de nuevo, frustró la fiesta a los de Quique Setién con un durísimo disparo desde la frontal del área que fue a parar en el lado derecho de la portería defendida por Lizoain.

Alcácer consiguió el único tanto valencianista del encuentro en su estreno como capitán

Durante todo el partido, el punta se mostró activo en la ofensiva valencianista. Buscó la espalda de sus defensores, achicó en la presión para obstaculizar la salida de balón de los canarios -lo cual hubiese podido dar sus frutos de no ser por la sangre gélida de Lizoaín que no dudaba en recortar ante esa presión-. Corría el minuto 6 y el punta pudo haber adelantado a los locales en un mano a mano ante Lizoaín que le ganó la partida en esa acción. Pero a Paco Alcácer no le satisfizo ese fallo e iría a por su gol. 

En la segunda parte, el Valencia gozó de más ocasiones, haciendo mayor uso de las bandas y Alcácer seguía su lucha particular contra la portería de Lizoaín. No conseguía que sus remates pusieran a trabajar al cancerbero canario. No obstante, su hora llegaría, concretamente en el minuto 62. Recibió un balón en la frontal y como todo matador que se precie, no se lo pensó y soltó un latigazo que fue directo a besar la red ante la mirada de Lizoaín, que poco pudo hacer. 

Hacia el final del encuentro, Alcácer intenta evitar que un balón salga por línea de fondo y acaba por caer sobre su tobillo. Quedó tendido durante unos instantes y después pudo continuar el encuentro sin mayores problemas. Si bien es cierto, que al término del partido se fue cojeando a la zona de vestuarios. Según parece, puede tratarse de un esguince leve de tobillo pero no se podrá confirmar hasta el viernes que le sometan a las pruebas médicas pertinentes. Esto calma a la parroquia ché que no podría ver como su delantero de moda, y ahora capitán, cae bajo el verdugo de las lesiones y les deja huérfanos de gol.