Con este partido, ambos clubes se adentran en la vigésimo primera jornada del campeonato doméstico. A estas alturas, ambos equipos se han consolidad en la zona noble de la tabla, aspirando a los puestos europeos. Quizás, esto es una obligación para los hombres de Valverde ya que por plantilla y anteriores temporadas las exigencias se sitúan en alcanzar como mínimo los puestos que dan acceso a la Europa League. En cambio para el Eibar es un sueño poder incluso pensar en jugar en Europa debido a su origen y historia. 

Uno de los detalles más determinantes en el apartado físico es la acumulación de minutos para el Athletic, quien avanzó una fase más que el Eibar en Copa del Rey. Por lo tanto, esta semana ha exigido al equipo del Txingurri Valverde un esfuerzo titánico para intentar igualar la calidad del FC Barcelona a través del físico. Por su parte, el Eibar ha disfrutado, tras su eliminación, de una semana sin enfrentamiento de Copa del Rey. 

Los inventos de Mendilibar...

Uno de los puntos fuertes de este encuentro se centra sobre la banda derecha del Eibar. Al comienzo de temporada Mendilibar revolucionó esa banda tras ubicar al indiscutible extremo derecho Capa bastantes metros más atrás. Por delante apareció un chico llamado Sergio Gontán, al que todos apodaban Keko, procedía del Albacete, club que milita en la segunda división española. La extraña mezcla funcionó a las mil maravillas. Sin experiencia en primera, Keko recorre su espacio como si la tarea fuese sencilla, como si los rivales a los que se tuviese que enfrentar fueran simples aficionados a este deporte. Caracterizado por una coleta en su cabello comenzó a involucrarse de manera sustancial en el juego. Su constante movimiento hacia el centro se coordina con la subida permanente de Capa a la esquina del área, creando multitud de situaciones en superioridad frente al lateral central y ocupando el espacio que deja Keko.

Keko y Capa han creado  de manera directa 8 tantos  (Asistencias y goles)

Pero ambos jugadores no personifican simplemente el recorrido, la velocidad o el físico. Hemos disfrutado de auténticas exhibiciones por su gran habilidad al contactar con la pelota, desarrollando multitud de tantos para su equipo. Pero lo más sorprendente de todo ello es que aún llegando masivamente al área rival no se descompensa la defensa ya que cuentan con Gonzalo Escalante (actualmente lesionado) quien tiene gran capacidad táctica en el aspecto de orden y ubicación dentro del campo. Es capaz de encontrar el punto débil o el espacio de sus compañeros para acudir en la ayuda. 

frente a la magia de Valverde.

Extraño también fue el inicio del Athletic respecto al medio del campo. Por diferentes motivos, Iturraspe y Mikel Rico, dos habituales en el doble pivote desaparecían de los onces de Ernesto Valverde. Nadie lo entendía e incluso era bastante comentado de forma negativa. El tiempo acabó dando la razón al míster. Ernesto apostó, de forma general, por Mikel San José y Beñat en dichas posiciones. La combinación de las características opuestas de sus jugadores creó el equilibrio tan ansiado y olvidado durante varios tramos de la temporada pasada. Beñat se encargaba de ordenar con el balón, servir de guía para establecer la unión entre la línea defensiva con los hombres de arriba. Su capacidad técnica permite al Athletic salir de la presión en pocos toques. Se convierte en el lanzador de cada una de las jugadas de su equipo. Por su parte, San José se encarga del orden táctico, ocupando de manera -digamos que- similar a Escalante los espacios y huecos que dejan sus compañeros. Además, se ha convertido en un apoyo constante en posesión para todos sus compañeros. La calidad y el físico se han ajustado en un doble pivote que parece definitivo.

Pero todavía hay más

Otro de los puntos que puede decantar la balanza es la presión que protagonicen ambos conjuntos. Tanto el Eibar como el Athletic quieren, saben y pueden robar en campo contrario. Es decir, ejercer una presión puntual o constante sobre la defensa contraria. Con ello, imposibilitan la salida del balón del rival y consiguen múltiples recuperaciones en campo contrario. Esta es una de las virtudes más importantes, obligar al rival a jugador donde tu equipo quiera. 

Olvidados pero españoles

Aduriz y Williams frente a Enrich y Borja. En pleno auge del delantero español y del debate sobre el "9" de la selección española aparecen 4 tipos que quieren optar a dicho puesto. El principal candidato a corto plazo es Aduriz, quien lleva varios años demostrando su olfato y inundando portadas que atizan al seleccionador español por su desconsideración hacia Aritz. Es clásico ya su juego de espaldas. Es capaz de desquiciar al rival tras recorrer metros hacia atrás para después con un simple toque y un desmarque aprovechar el espacio creado con su movimiento. Por su parte, Williams se erige como candidato a largo plazo. Aprendiendo en su juventud de Aduriz le convierte en un jugador muy deseado para el futuro. Su polivalencia a la hora de ocupar diferentes marcas y su velocidad y empeño en los movimientos y desmarques le convierten en un jugador a seguir por la defensa rival.

Al otro lado del ring aparecen Borja Bastón y Sergi Enrich. Este último ha estado a la sombra del primero. Aunque con el paso del tiempo y los partidos su figura se comienza a considerar de manera adecuada. Es habitual su contacto con el balón en fase creativa y su caída a banda aprovechando las subidad o internadas de Keko y Inui. Otro de los que llama a la puerta de la selección es Borja Bastón, quien acumula en su persona todas las virtudes de un delantero centro al uso. Buen remate, desmarque, juego de espaldas y toque determinante. Ni Keko, ni Inui, ni Saúl Berjón, ni Adrián González, ni tan siquiera Dani García serían los jugadores que son si a su lado no estuviera Borja Bastón. 

La balanza sigue muy equilibrada entre dos enormes pesos. Quizás estos sean los detalles que puedan hacer inclinar dicho instrumento para un lado o para el otro.