Adiós a nueve jornadas sin ganar, que se dice pronto, rápido y mal. El Rayo Vallecano corta con convicción tal negativa racha y pone la segunda piedra en su edificio de la permanencia. En una noche no especialmente fría para ser enero, con el fondo más ruidoso de Vallecas haciendo presencia tras meses de silencio, tanto equipo como estadio fueron uno desde el inicio del choque ante un Celta desorientado con tanta rotación.

No hay que olvidar que el Celta de Vigo está inmerso en la eliminatoria de cuartos de final de la Copa del Rey que le enfrenta al Atlético de Madrid. Por eso, Eduardo Berizzo dejó en Vigo a titulares como Aspas y Wass (además del lesionado Nolito), y en el banquillo a otros fundamentales como Orellana, Cabral o Pablo Hernández. El Rayo, con la soga al cuello, hizo todo lo contrario y salió con el mejor once posible, con la novedad de Juan Carlos en la portería, Miku repitiendo en la delantera y Diego Llorente en el doble pivote. 

Los Bukaneros volvieron a animar | Rodri J Torrellas - Vavel
Los Bukaneros volvieron a animar | Rodri J Torrellas - Vavel

Fueron tres, pero pudieron ser muchos más los goles que le hizo el conjunto vallecano al celtiña. Ya en el primer minuto avisó Bebé, tremebundo caño en la segunda parte, con una jugada que repetiría en más de una ocasión. Diagonal desde la banda izquierda hacia el interior, y disparo con la diestra. Siempre hacia Sergio Álvarez o rozando la portería del guardameta olívico. No sería el único que erró disparos, pues casi todos los franjistas tuvieron al menos una ocasión de peligro. 

Desde el principio y hasta el final, el equipo de Paco Jémez estuvo más cómodo, más coordinado y más confiado en la realización de cada acción. La posición del rayista Pablo Hernández es una de las claves de la mejora. En principio, el castellonense es uno de los extremos, pero pisa mucho más las zonas interiores de lo que suelen hacer Bebé, Embarba o Lass (futuro complicado en Vallecas); lo que aporta un hombre más a la salida de balón y un enlace entre Trashorras y Jozabed. Por ello, el Rayo ataca mejor, se puede establecer más tiempo en campo contrario y por ende, ataca más. Sin embargo, otra buena noticia fue la actitud defensiva del equipo. Apenas sin errores. Casi ni concedió ante los gallegos y Juan Carlos pudo vivir una noche casi de asueto. Una tranquilidad que fue mayor a partir del minuto 21, cuando llegó el primer tanto de la noche.

Liquidación en cuarto de hora 

Una jugada rápida por la banda izquierda de Roberto Trashorras, terminaba con un pase a la frontal donde aparecía el venezolano Miku Fedor para disparar, tras desvío de Sergi Gómez, al poste corto de Sergio Álvarez. Era el segundo balón a la madera de la noche tras un cabezazo de Llorente en un saque de esquina botado por Trashorras. La fortuna cambió en ese instante a favor para el bloque más necesitado y el rechace volvió a caer en el ariete quien, ya con su rival con guantes batido, anotó con el interior de la izquierda desde dentro del área. 

Miku, Tito y Jozabed, siempre asistidos por Trashorras, cerraron el encuentro

Sin apenas tiempo para dirigir el primer gol de Miku en la temporada, volvió a aparecer Trashorras. El Mago de Rabade botó, desde la banda derecha, una falta a la perfección buscando el segundo palo. Allí apareció con más fuerza el segundo capitán de la franja para cabecear picado y celebrar con el dos a la espalda el 2-0. Si Miku llevaba sin marcar desde el 11 de mayo de 2015, Tito, que actuó de nuevo como central izquierdo, marcaba su tercer gol en su carrera en Liga. Precisamente, había sido el Celta su última víctima en un ya lejano 11 de octubre de 2012.

Para completar quince minutos decisivos y definitorios del encuentro, un deja vu. Otro lanzamiento de falta, esta vez desde el flanco izquierdo, botado por Trashorras, ex-celtiña, buscando el palo largo era suspirado con la cabeza por Jozabed, demasiado liberado para la zona donde remató. Su leve contacto obligó a fallar a Segio Álvarez que claudicó con el 3-0 en el minuto 36.

Tito marcó más de tres años después | Rodri J Torrellas
Tito marcó más de tres años después | Rodri J Torrellas

Segunda parte nula

En la reanudación no hubo reacción seria del cuadro vigués. A los dos minutos Hugo Mallo nos recordaría con un disparo flojo con la zurda que Juan Carlos y no Yoel Rodríguez era el portero local. Más allá de la entrada del chileno Pablo Hernández por Radoja al descanso (otra rotación de Berizzo, pues no era un castigo para el serbio), el Celta no mejoró su juego en ataque. Orellana, amonestado desde fuera del campo, se quedó sin entrar y el debutante en Liga Beauvue completó el partido como la referencia en ataque. 

El Rayo sí pudo hacer más daño y agrandar la brecha, pero ni Miku en dos claras ocasiones, ni Jozabed ni Javi Guerra, cuando el malagueño entró por el caraqueño,  acertaron en la portería del fondo reservado para los Bukaneros, que tambores y banderas al viento, ayudaron a que el Estadio recuperase la alegría que parecía perdida. Aunque sea por unas horas, el Rayo sale de la zona de descenso situándose con 19 puntos tras sumar cuatro de seis en la segunda vuelta. La alegría volvió a Vallecas. Ahora falta saber si lo hizo para quedarse. 

Jonathan Montiel jugó la última media hora | Rodri J Torrellas
Jonathan Montiel jugó la última media hora | Rodri J Torrellas
VAVEL Logo
Sobre el autor
Rafa Medel Casla
Periodista. Coordinador del Rayo Vallecano en Vavel.com Puedes leerme también en Perarnau Magazine.