Las condiciones no eran las idóneas. El equipo tenía que sacar un resultado positivo del Camp Nou en uno de los peores momentos por los que atraviesa el club en lo deportivo en los últimos años. Deslumbrar en una noche tan oscura era prácticamente imposible. La pizarra de Neville sucumbió ante un impecable Barcelona que desde el inicio del encuentro fue una sombra en el terreno de juego. El primer debutante que salió como titular, Guilherme Siqueira, fue un ejemplo de impotencia como el resto de jugadores de los visitantes. Poco pudo hacer en esa banda reforzada defensivamente con dos laterales donde sus únicas cabalgadas fueron para defender.

El segundo en hacerlo fue Denis Cheryshev, el exjugador del Real Madrid. Por si el marcador no estaba lo suficientemente en contra y el equipo cabizbajo tan sólo  faltaba que entrara Cherysev para  que el Camp Nou desatara una ovación sin precedentes recordando la eliminatoria del eterno rival en Copa a causa de alinear a este jugador. Maradona, Ronaldinho, Rivaldo o incluso el propio Messi no recibieron con sus goles tal ovación. El ruso fue un ejemplo de marudez ya que a pesar de las adversidades mostró carácter en el campo e incluso dio una asistencia de gol que anularon por fuera de juego a Rodrigo. También se dignó a dar la cara en la entrevista a pie de campo tras finalizar el encuentro.  Explicó que hay gente que te quiere y gente que no, pero que el solo se digna a hacer su trabajo y matizó que no le había sentado nada mal la ironía del público. Se rehízo con profesionalidad y dio la cara en un momento delicado por lo que, a pesar del debut amargo, dio una imagen digna y decente al valencianismo.