Un sueño para Saúl. El canterano está viviendo su mejor momento desde que es jugador del Atlético de Madrid. Con mucho protagonismo y un gran rendimiento, el joven centrocampista está adquiriendo galones dentro de la disputada plantilla que ha formado el 'Cholo' Simeone. Hasta ahora ha ido sumando grandes actuaciones, su nivel solo estuvo cuestionado en el pasado partido contra el Eibar, encuentro en el cual no jugó en su posición habitual. En ese choque, Saúl tuvo un fallo en labores defensivas que llevó consigo el 0-1: "Cometí un error tonto, pero sabía que algo pasaría para que no fuese decisivo. Luego marqué y fue importante, sabía que ganabamos".

Respecto a su situación durante este año, Saúl se mostró contento y orgulloso de lo logrado: "He cumplido el sueño que perseguí desde pequeñito, cuando llegué al Cadete B. El esfuerzo diario es la mejor manera de agradecer lo que me ha dado este club. Apostaron por mí, me cuidaron  y supieron meterme por la sangre sus valores, lo grande de esta entidad. Solo puedo seguir trabajando para crecer. Firmaría un contrato de por vida con el Atlético". Preguntado también por su 'Manuel Briñas', Saúl explicó quien fue su figura paterna en el club: "Pepe Fernández, el mismo técnico que tuve en el Real Madrid. Me sacó de la miseria cuando tuve problemas y estaba más hundido. Siempre confió en mí y me cuidó. Le estaré agradecido siempre".

Sin duda hubo un momento de la temporada en el que cambió todo para Saúl: la lesión de Tiago. Tras la ausencia del centrocampista, el canterano tuvo que asumir más protagonismo y está cumpliendo con creces. Preguntado sobre cómo le afectó la baja del portugués, respondió: "Lo único que cambió es que ahora tengo más minutos. Trabajo igual o más. Soy el mismo que antes. Lo malo es que un gran jugador y una excelente persona como Tiago está pasándolo mal. Ojalá vuelva pronto y ayude al equipo".

Por último, Saúl compartió su peor momento con los compañeros de AS: la lesión de Leverkusen, un duro golpe que llegó en el peor momento. Pero para el canterano no hay excusas para venirse abajo y eso le hizo más fuerte: "Estaba creciendo y fue un momento muy malo, doloroso por lo que me pasó en el riñón. Mi padre estaba en Leverkusen porque sabía que iba a jugar. Verle en la ambulancia fue lo que más me marcó... Pensaba que había perdido el riñón, que se me había reventado, que algo raro pasó allí dentro. Pero estoy bien, hace poco me cambiaron el catéter y debo llevar cuidado y seguir las revisiones. Todo está perfecto y solo hay que llevarlo controlado. Dentro de un tiempo estará todo bien".