En la segunda final del Espanyol, que se jugó en Mestalla el pasado sábado, acabó con derrota para los blanquiazules (2-1). A pesar de que es la tercera derrota consecutiva y que el Espanyol no ha ganado todavía un partido desde el 19 de diciembre de 2015, Galca continúa como entrenador. ¿El motivo? Los jugadores se muestran a favor del míster. Y es que la plantilla ha mencionado repetidamente que están “todos juntos en esto”, jugadores y entrenador.  Además, los dirigentes consideran que el equipo mejoró en Valencia, pese a la derrota. Así que Galca no será destituido, al menos, esta semana. 

El mismo discurso se repitió la semana pasada, tras la derrota contra la Real Sociedad en el RCDE Stadium, por 0-5. En tan solo dos partidos (el anterior, contra el Madrid) el Espanyol encajó once goles y mostró una imagen deplorable en ambos encuentros. Aunque una buena parte de los socios espanyolistas pedían la destitución del entrenador rumano, los capitanes le salvaron la vida en los despachos.

Los números de Galca son muy negativos. El bloque sólo suma 5 puntos de 27 posibles y, desde su llegada, únicamente ha celebrado un triunfo. De momento, el rumano tiene una semana más para intentar revertir la situación. Actualmente, el equipo se sitúa a un punto del descenso (22 puntos en total), tan solo por encima de Las Palmas, Granada y Levante.

Este sábado, tiene la oportunidad de reivindicarse en casa frente al Deportivo de la Coruña, delante de un estadio que dejará a un lado los malos resultados del equipo y se centrará única y exclusivamente en alentar a un equipo que lo necesita ahora más que nunca. Así pues, con este contexto, el Club ha puesto en marcha una campaña para llenar Cornellà; cada socio dispondrá de una entrada gratuita, siendo el precio de las mismas reducido, con la intención de que no haya un asiento vacío en el feudo españolista.