Nacido en Cádiz, Falcón se formó en la Unión Deportiva Gaditana y en el filial del Cádiz. Con 19 años llegó a ir convocado con el primer equipo aunque no consiguió que José González —por entonces técnico de los de la Tacita de Plata— le concediese un solo minuto oficial. Corría la temporada 2003/04 y su carrera bajo palos no había hecho nada más que comenzar. Un traspaso al Atlético de Madrid B dio el pistoletazo de salida a cuatro temporadas vestido de rojiblanco, en las que apenas pudo alcanzar una continuidad definida. Tan solo en la 2005/06, en la que disputó 30 partidos en Segunda División B con el filial colchonero, consiguió mantener una buena línea.

En el Atlético de Madrid Ismael Falcón disfrutó de sus únicos minutos en Primera División (Foto: soloporteros.com)
En el Atlético de Madrid Ismael Falcón disfrutó de sus únicos minutos en Primera División (Foto: soloporteros.com)

Fue aquel, además, el curso en el que debutó en la máxima categoría. Lo hizo en San Mamés, el 3 de diciembre de 2005, cuando reemplazó a Leo Franco. Después participó en cuatro encuentros más de liga y en una eliminatoria frente al Real Zaragoza correspondiente a la Copa del Rey. Al año siguiente no consiguió hacerse con oportunidad alguna con el primer equipo y salió cedido al Hércules, con el que al menos se aseguró participar en el tramo final de la campaña 2006/07. Pero su regreso a Madrid no le trajo buenas noticias y se pasó el ejercicio 2007/08 prácticamente en blanco, con un pobre bagaje de seis encuentros de Copa del Rey disputados. Con Abbiati y Leo Franco por delante, las opciones de disponer de minutos brillaban por su ausencia para el gaditano. Y lo cierto es que sus cualidades seguramente no resultaban suficientes para jugar en un equipo grande, si bien resulta extraño que nunca más disfrutase de una oportunidad en Primera División.

A rebufo de Notario

Así fue como surgió la ocasión de fichar por el Celta. En junio de 2008, apenas 15 días después de que el club se acogiese a la Ley Concursal, llegaba Ismael Falcón para ponerse a las órdenes de Pepe Murcia. Fue aquel un verano muy movido por el extraordinario número de altas y bajas en una plantilla que se pretendía —más por historia que por posibilidades reales— que aspirase a pelear por el ascenso. Y lo cierto es que, tras un mal arranque, el equipo comenzó a escalar posiciones hasta alcanzar la octava plaza en la jornada 20. Los fichajes, muy discutidos, parecían comenzar a acoplarse y los goles de Dinei empezaban a traducirse en puntos. Para Falcón el primer tramo de la temporada resultó desastroso, sin conseguir salirse del rebufo del veterano Notario, quien contaba con la confianza de Pepe Murcia.

Falcón y Trashorras fueron presentados a la vez en Balaídos (Foto: yojugueenelcelta.com)
Falcón y Trashorras fueron presentados a la vez en Balaídos (Foto: yojugueenelcelta.com)

Hundimiento en Balaídos

Al paso por la jornada 25 llegó la primera oportunidad para el arquero gaditano, tras una sanción a Notario. Visitaba Balaídos el Eibar para examinar a un equipo que solo había podido sumar dos puntos en sus últimos cuatro encuentros. Parecía un buen momento para que los de celeste resurgieran, ya que los visitantes llegaban en la decimonovena posición en la tabla y tan solo habían anotado tres goles a domicilio en toda la competición.

Alineación Celta-Eibar (21/02/2009)
Alineación Celta-Eibar (21/02/2009)

El encuentro comenzó con un Celta absolutamente perdido y sin el menor atisbo que hiciese pensar que se podía llegar con peligro a la portería armera. Las mejores ocasiones durante la primera media hora fueron para los visitantes pero el marcador no se movió. La entrada de Trashorras por Rosada al filo de la media hora cargó ligeramente las pilas de los de celeste, que al menos tuvieron alguna opción antes del descanso en las botas de Kamel Ghilas.

La temporada 2010/11, con Paco Herrera en el banquillo, iba a ser la última de Falcón en el Celta

A la vuelta del intermedio las sensaciones se plasmaron en el marcador. Un error de Trashorras en una entrega se convirtió en preludio del primer tanto armero, obra de Rudy Carlier. El francés se sacó un disparo desde la frontal que resultó completamente inalcanzable para Falcón. El Celta pudo empatar pero Ghilas desperdició un penalti señalado por un derribo sobre David Rodríguez. No era el día del argelino ni tampoco del resto del equipo. En el minuto 72 Paco Sutil enganchaba una fantástica volea que se coló en el marco céltico para sellar el 0-2. Con Pepe Murcia como blanco de las iras de la grada, el equipo se echó hacia arriba con más corazón que cabeza. David Rodríguez consiguió por fin acortar distancias en el minuto 87 pero los de casa no acumularon méritos para más. El 1-2 prolongaba una mala racha que iba a durar, con apenas un par de excepciones, hasta el final de temporada.

Héroe silencioso

Pepe Murcia tan solo tardó una semana en caer pero su sustituto, Eusebio Sacristán, tampoco fue capaz de poner freno a una caída libre que parecía no tener fin. Ismael Falcón se hizo con la titularidad en las últimas 11 jornadas de liga, en las que se sufrió como nunca. Por fin, ya en el mes de junio, la victoria por 2-1 sobre el Alavés permitía alcanzar los 46 puntos que certificaban una permanencia agónica. De aquel partido se recuerda especialmente la espectacular irrupción de Iago Aspas y sus dos increíbles dianas. Pero muy pocos guardan en su memoria la providencial actuación de Ismael Falcón, quien desempeñó un papel fundamental al evitar sendos goles cantados cuando el marcador todavía no se había movido. Incluso con 1-1, y ya en tiempo de prolongación, ayudó a resolver un barullo en área celeste pocos segundos antes de que Aspas marcase el segundo gol local.

Falcón ha pasado por el Hércules en dos etapas (Foto: lfp)
Falcón ha pasado por el Hércules en dos etapas (Foto: lfp)

Con la marcha de Antonio Notario, Falcón se quedaba como primera opción para Eusebio Sacristán. Durante la campaña 2009/10 los de Vigo rondaron la zona de peligro de la tabla clasificatoria, aunque consiguieron alcanzar la última jornada con el objetivo mínimo de la permanencia conseguido. El arquero gaditano se convirtió por fin en indiscutible y participó en 35 encuentros de liga, demostrando semana tras semana una solidez de la que carecía el resto del equipo. Su agilidad y su intuición sirvieron para compensar las enormes carencias de un conjunto que, con fichajes como Cellerino, Arthuro o Papadopoulos, se las veía y deseaba para superar a rivales de medio pelo. Los 34 tantos que el gaditano encajó a lo largo de aquella campaña consiguieron dejar en el olvido la pertinaz sequía goleadora del equipo.

Siempre en Segunda

La temporada 2010/11, con Paco Herrera en el banquillo, iba a ser la última de Falcón en el Celta. El andaluz encajó 28 tantos y fue indiscutible hasta que se lesionó en la jornada 35. Sus expectativas de fichar por un equipo de Primera impidieron que las negociaciones con la directiva céltica prosperasen. Finalmente, Falcón se quedó en Segunda y se marchó a Alicante para jugar con el Hércules, equipo en el que se hizo un hueco durante tres temporadas. El Celta, por su parte, se encomendó definitivamente a la cantera y tiró de Yoel, Sergio Álvarez y Rubén Blanco desde entonces y hasta hoy.

El arquero gaditano continúa buscando oportunidades en el Córdoba (Foto: fielescordoba.es)
El arquero gaditano continúa buscando oportunidades en el Córdoba (Foto: fielescordoba.es)

En 2014 se consumaba su fichaje por el Alcorcón, equipo en el que no acabó de disfrutar de todo el protagonismo que esperaba. En la actualidad Ismael Falcón tiene 31 años y juega en el Córdoba, aunque no cuenta con demasiadas oportunidades. Hasta el momento, únicamente ha participado en cuatro partidos de liga y se mantiene como suplente del ghanés Razak Brimah en un equipo que pelea por volver a Primera.

Muy pocos guardan en su memoria la providencial actuación de Ismael Falcón

Y es que la historia actual del Celta no se puede escribir sin regresar a los años oscuros de la pasada década. Un descenso a Segunda B hubiese resultado letal para la supervivencia del club y durante varias temporadas esta posibilidad se tocó con la punta de los dedos en más de una ocasión. Por eso conviene recordar de vez en cuando a algún profesional esforzado y silencioso como este gaditano, a quien le tocó la durísima tarea de achicar litros y litros de agua para evitar el naufragio del descabezado Celtiña de finales de la pasada década.