El Deportivo afrontaba esta tarde el duro reto de sacar adelante un partido sin Lucas Pérez. Jugador franquicia en el que cristalizaron los momentos más grandes del equipo esta temporada. Habiendo participado en más de la mitad de sus goles, Lucas se ha convertido en ese hombre capaz de levantar a los suyos. Con una carrera, un buen robo, con un gol traído de la nada. Pero no viajó a Barcelona, renqueante de sus molestias en el sóleo, por lo que Víctor tuvo que ver avalada su táctica en el trivote formado por Bergantiños, Borjes y Mosquera. No fue gran cosa, y el Espanyol lo aprovechó al calor de los suyos, de semblante aguerrido y apremiado por la clasificación. El Deportivo no pasó el examen, y no sólo eso, se mantuvo de pie gracias a la actuación de Germán Lux.

Llegba el Espanyol apurado por el infortunio de las últimas jornadas. Todavía más Galca, su entrenador, que veía en sus últimos diez encuentros sin ganar el mayor argumento para su despido. Pero no se han visto renaceres en feudos visitantes, y el conjunto perico aprovechó la buena entrada del Cornellá para volver a la recta vía y sortear las ascuas de la Segunda División. Por su parte, el Deportivo no sufre, pero comienza a pasar hambre después de no ganar en todo 2016, y se le amontonó el chollo ahora con la lesión de Lucas. Sin su presencia, los de Víctor perdieron empuje y corazón, pero fue su capacidad de sorpresa la que acusó el Deportivo, hoy desarmado y errático, sin argumento para superar al equipo rival.

Le tocaba al gaditano echarse el equipo a la espalda, y puso empeño para ello, pero no encontró pareja de baile

Aunque gozó de la posesión en las primeras fases del encuentro, acompasadas por Mosquera y Bergantiños, aprovechando el músculo de Borges, que siempre es agradecido para despejar la visión en mediocampo. Los coruñeses se abonaron a la jugada larga, de izquierda a derecha, pero sin picante arriba, en donde se mostró plano y solo Luis Alberto parecía remar. Le tocaba al gaditano echarse el equipo a la espalda, y puso empeño para ello, pero no encontró pareja de baile para pintarle la cara a Álvaro y Duarte. Esa labor quedó reservada para Oriol Riera, hoy titular por la ausencia de Lucas, y su dilatada carrera en el remate por alto. No estuvo entonado, como el resto de la temporada, alejado del nivel que se espera de él y del resto de la plantilla.

Pero de poco le sirvió al Deportivo la posesión sin consistencia ni mordiente. Precisamente la que tuvo el Espanyol en la botas de Caicedo y Burgui. Este último, extremo vertical y de gran físico, comienza a parecerse con el paso de las jornadas al jugador deslenguado y de poderoso caudal técnico que vimos el año pasado en el Castilla. De su cabeza llegaría la segunda jugada que Asensio encontró, libre de marca en el área pequeña, para batir a Lux con una potente volea. El argentino alcanza a tocar la pelota, pero el jugador perico estaba demasiado cerca, la baja de Sidnei durante la primera parte terminó por condenar a los coruñeses en este tipo de jugadas en las que sobraron contemplaciones y faltó contundencia.

Lux mantiene al Dépor entero

Y aún pudo haber sacado mayor renta el Espanyol de la pájara del Deportivo, que sin una idea clara de juego, no supo reaccionar tras el gol de los locales. La razón por la que los de Víctor solo cayeron por un gol esta tarde se llama Germán Lux. El guardameta supo lucirse en multitud de ocasiones, prevaleciendo en los uno contra uno y sacando manos providenciales que terminaron por desquiciar a los de Galca. Y entre paradas de Lux murió el encuentro, en donde el Dépor no terminó de aterrizar. Sin Lucas. Cuando todo se hace cuesta arriba.