Hace apenas un lustro era una utopía para el Atlético de Madrid pensar incluso en llegar a las rondas finales de la Champions League y lo cierto es que ahora mismo es el gran objetivo del club, aunque no se reconozca del todo abiertamente más de allá de decir que genera mucha ilusión en toda la plantilla y cuerpo técnico. La llegada de Simeone abrió el cielo a todos dentro del conjunto rojiblanco y el club se ha instalado desde su llegada entre los mejores equipos de Europa disputando siempre dicha competición europea y llegando bastante lejos.

Hay que recordar que desde la vuelta a la Liga BBVA tras los dos añitos en el "infierno" tan solo se consiguió jugar la Champions en dos ocasiones. En la primera de ellas el equipo cayó derrotado ante el Oporto por el valor doble de los goles fuera de casa: 2-2 en el Vicente Calderón y 0-0 en Do Dragao. Mientras que en la segunda, que fue al año siguiente, cayó con estrépito en la fase de grupos y posteriormente ganó la Europa League.

Con Simeone llega la estabilidad

Después de aquel éxito europeo, el club vagó de nuevo por la zona media de la clasificación mendigando en alguna ocasión plaza europea para jugar la UEFA vía Intertoto. Todo era un auténtico caos pero entonces, cuando más negro se vislumbraba el panorama para el Atleti, apareció la figura de Diego Pablo Simeone para devolver al conjunto de la ribera del Manzanares al lugar del que nunca debió salir.

Con el técnico argentino se ha podido disputar la Champions en tres de los cuatro años que lleva al frente del club, en la primera temporada rozó el milagro pero finalmente no pudo clasificarse y quedó quinto. Estas asiduas llegadas del Atlético de Madrid a la máxima competición continental le han permitido gozar de gran prestigio europeo y de mayor poder económico gracias a los buenos resultados conseguidos.

Solo falta la "orejona"

Ganar el título supondría de alguna manera cerrar el círculo y es que los colchoneros han ganado en estos últimos años todos los títulos que han disputado (Liga, Copa del Rey, Supercopa de España, Supercopa de Europa) excepto la Champions. El equipo estuvo muy cerca de conseguirla hace dos temporadas, cuando cayó en el último minuto en Lisboa por culpa de un cabezazo de Ramos que llevó el partido a la prórroga y allí ya estaban fundidos los guerreros del 'Cholo' y cayeron con facilidad.

El año pasado lo volvieron a intentar pero volvieron a tropezar de nuevo con la misma piedra, el Real Madrid, en cuartos de final. También es cierto que los síntomas que dio el equipo durante la competición no eran los mismos que en la anterior campaña y se podía prever que no se conseguiría el título. Se volvió a caer con mucho esfuerzo y siendo un rival muy difícil de batir pero de nuevo se mordió el polvo.

Rival asequible, camino complicado

En la edición de este año de nuevo el Atlético ha sido capaz de clasificarse para octavos de final como primero de grupo después de una andadura bastante irregular con tropiezos inesperados como el empate en Astana y la derrota en el Calderón ante el Benfica. Lo que queda es que se cumplió el objetivo y ahora se enfrenta a un PSV que no debería ser demasiado difícil para ellos. El equipo holandés está siendo muy irregular esta temporada y basa su juego en ser muy ofensivos y meter muchos goles pero también encaja muchos y es ahí donde puede decidirse la eliminatoria. Los colchoneros reciben muy pocos goles y si consiguen ser un equipo ordenado mantendrán a raya a su rival y en cualquier jugada anotarán para llevarse el partido.

No es bueno mirar más allá del próximo partido porque luego te puedes llevar alguna sorpresa pero dando por muy posible el pase del Atleti a cuartos, dada la diferencia de nivel entre ambos conjuntos, hay que decir que en cuartos de final sí tiene motivos para preocuparse. Ahora mismo los hombres de Simeone no están en un buen momento y equipos de la talla del PSG, Bayern o el mismo Barcelona no perdonan si tienes una mala noche. La eliminatoria contra el PSV será una buena manera de medir al Atlético y debería ser un punto de inflexión para elevar el nivel que le pueda llevar a pelear por el título, algo muy difícil si tenemos en cuenta el rendimiento actual.