Cumplida la vigésimo quinta jornada de la Liga BBVA el Getafe ha cedido una posición al Betis y se ha situado 14º con los mismos puntos que tenía hace cinco jornadas, 26.

Lo que hace poco de un mes era una racha como pocos recordaban en el sur de Madrid se ha convertido en todo lo contrario. Cinco partidos consecutivos conociendo la derrota, algo que solo había conocido otras dos veces en los 11 años que el club lleva en Primera División (en la 2006/07 y la 2014/15).

De esta manera, la situación en la clasificación ha llegado a ser la misma que la campaña 2014/15 con 25 jornadas disputadas. A simple vista se puede ver que la campaña pasada llevaban un triunfo más fuera de casa y también que habían materializado y encajado cuatro goles menos.

Por lo tanto, las dificultades a la hora de hacer gol y a la hora de puntuar como visitantes no son algo nuevo, sino un mal que viene afectando al club getafense desde hace tiempo.

Ahora bien, la situación con la que el Getafe pasado y el actual pudieron afrontar su siguiente choque no tienen nada que ver.

Al igual que este año, empezaron con cuatro derrotas y tan sólo una victoria, lo cual les relegó a la décimooctava posición. Pero desde entonces cada uno siguió caminos distintos. Si el del año pasado fue un Getafe guiado por la regularidad el de este es uno que tiende a extremos.

Sin muchos sobresaltos, el Getafe de la temporada pasada ascendió hasta la novena posición pero después fue cayendo y se quedó rondando la décimo cuarta posición. En cambio, el de este año consiguió una racha positiva de siete partidos sin perder para después acumular las cinco derrotas consecutivas en las que se encuentra envuelto.

La historia de la campaña pasada ya se conoce. Un último tramo que les hizo sufrir hasta la última jornada por la permanencia. Ahora están a tiempo de evitar el mismo o un peor destino, se verá si son capaces o no de cambiarlo.