El Sevilla esta semana tiene un nuevo choque a domicilio, el talón de Aquiles de esta plantilla que lejos del estadio Ramón Sánchez Pizjuán le está costando puntuar ya que no conoce el triunfo ni en la Liga BBVA ni en competiciones europeas. Únicamente, en la Copa del Rey los viajes de regresos han traído caras alegres en el vestuario sevillista.

Este domingo, la empresa es de enorme magnitud ya que se enfrenta posiblemente al equipo más en forma de Europa, el FC Barcelona que hace, además, de su estadio un auténtico fortín y en el que históricamente no consigue buenos resultados el equipo hispalense.

En efecto, el Sevilla solamente ha podido ganar en 6 de los 71 enfrentamientos celebrados en la ciudad condal en competición liguera y se ha visto derrotado en 54 ocasiones, con lo que el favoritismo del Barcelona es indiscutible.

La última victoria liguera fue en la temporada 2002 - 2003, un 15 de diciembre de 2002, que quedó para el recuerdo por la repercusión que tuvo el holgado triunfo sevillista, 0 a 3. Cuando el colegiado pitó el final del choque, el Camp Nou dictó sentencia debido a que explotó contra Joan Gaspart, entonces presidente del FC Barcelona, y Louis Van Gaal, entrenador culé. Para la historia queda un Camp Nou lleno de pañuelos blancos tras quedar el equipo rozando los puestos de descenso.

El Sevilla llegó a ese choque con urgencias porque ocupaba la antepenúltima posición en la clasificación liguera. El equipo que dirigía Joaquín Caparrós se adelantó en el marcador nada más comenzar el encuentro con un gol de Casquero de penalti cometido a Reyes que cambió el signo del encuentro ya que durante la primera parte se vio al Barcelona incapaz debido a que no sabía que hacer con el balón en su posesión, si exceptuamos una ocasión de Kluivert al poste. Por otro lado, el Sevilla gozó de buenas ocasiones para haber ampliado la distancia en el marcador con buenas ocasiones de Casquero y Antoñito. Destacar que durante los primeros 45 minutos, Reyes amargó la noche a Fernando Navarro, incapaz de frenar al extremo utrerano. 

En la segunda parte, el Barcelona lo intentó, pero las ocasiones no llegaban a su favor y era el Sevilla el que gracias a su contragolpe ponía contra las cuerdas al equipo culé. En los últimos minutos, el Sevilla con un doblete de Toedtli hizo arder al Camp Nou ante la nefasta gestión de Gaspart como presidente que meses después dimitió y convocó elecciones.

Quien la recuerda con alegría es el sevillismo y en particular el argentino Toedtli que vivió su mejor noche como delantero sevillista.   

Los jugadores que participaron en aquel choque fueron