Edu comenzó a pegar patadas al balón en medio de las plantaciones de caña de São Paulo. Su infancia, muy ligada al medio rural debido al trabajo de su padre en una hacienda, dejó paso a una adolescencia de carácter más urbano. Sus progenitores, con cuatro hijos a los que mantener, se vieron obligados a mudarse a la localidad de Jaú en busca de oportunidades para salir adelante. Silvana y Luciana —dos de las hijas del matrimonio— consiguieron un puesto en una fábrica de calzados. Para Edu las opciones parecían ir por el mismo camino cuando el XV de Jaú llamó a sus puertas. La fe de su padre en el pequeño Luis Eduardo transformó las dudas en un apoyo incondicional pese a que las apreturas económicas de la familia invitaban a asegurar un empleo más que a apostar por la volatilidad del balompié.

Un olímpico en Vigo

El paso a las categorías inferiores del São Paulo marcó el inicio de un despegue que muy pronto iba a llevar al jugador al otro lado del charco. Con todo, apenas consiguió participar en once encuentros con el equipo del Morumbí en los albores del siglo XXI. Sin embargo, su inclusión en la selección de Brasil que disputó los Juegos Olímpicos de Sydney no parecía mal aval para fichar por el Celta. Edu tenía 21 años y su llegada al club vigués coincidía con el adiós de puntales como Dutruel, Makelele, Revivo o Mazinho. Las incorporaciones de Cavallero, Vagner, Catanha, Berizzo o Jesuli dotaban de una nueva identidad al equipo, si bien la idea de fútbol combinativo y ofensivo continuaba como eje vertebrador del grupo que dirigía Víctor Fernández. La polivalencia del brasileño permitía situarlo en cualquier demarcación de tres cuartos de campo para arriba, tal y como se demostró durante todos sus años en España.

Edu sufrió el descenso del Celta en la misma temporada que disputó la Champions (Foto: damosmas.com)
Edu sufrió el descenso del Celta en la misma temporada que disputó la Champions (Foto: damosmas.com)

El debut de Edu en partido oficial con la elástica celeste tuvo lugar el 22 de octubre de 2000 en una derrota por 3-1 en el Carlos Tartiere. Por entonces el equipo llevaba ya tres meses en competición, tras haber conquistado la Copa Intertoto en pleno verano. En una temporada eterna, el equipo alcanzó la final copera y el de Jaú tuvo tiempo de participar en 44 encuentros en los que alternó la titularidad con la suplencia. Tres goles en liga y dos en la competición del KO dejaban claro que la apuesta por el brasileño podía dar buenos frutos en el futuro.

Primer doblete

La campaña 2001/02 comenzaba de manera brillante. Los de Víctor Fernández se mantuvieron en los puestos de cabeza durante las primeras diez jornadas de liga, si bien la eliminación ante el Slovan Liberec en la Copa de la UEFA supuso un inesperado revés. Tres derrotas consecutivas en la competición doméstica dejaron paso a una goleada por 4-1 sobre el Espanyol en Balaídos como paso previo a la visita del Villarreal. Entre medias llegaba la eliminación copera en el Helmántico a partido único, otro mal trago que dejaba al equipo con una única competición entre ceja y ceja.

Alineación Celta-Villarreal (02/12/2001)
Alineación Celta-Villarreal (02/12/2001)

El 2 de diciembre de 2001 llegaba a Vigo el Villarreal de Víctor Muñoz para afrontar la jornada 15 del campeonato. Los castellonenses, tras un buen arranque de campaña, habían caído hacia la zona tranquila en las semanas anteriores. El partido comenzó con un dominio del equipo local que iba a cristalizar muy pronto. En el octavo minuto de juego un servicio de Valery Karpin era empalmado por Jesuli, quien colocaba el 1-0 en el marcador. La superioridad del Celta durante los primeros 45 minutos de juego propició varias ocasiones para ampliar la diferencia, la más clara finalizada con un remate de Karpin que se estrelló en el palo. El Villarreal no existía y al descanso el resultado se antojaba corto para los méritos contraídos por uno y otro equipo.

Un gol del atacante brasileño al Slavia de Praga ayudó a asegurar la clasificación para la fase de grupos de la Champions League

En la continuación los de celeste no iban a perdonar tanto. Con apenas cinco minutos disputados, un saque de esquina mal despejado por la zaga levantina era aprovechado por Edu para colocar el 2-0. Sin tiempo para digerir el golpe, los visitantes encajaban el tercero. Valery Karpin colocaba un balón perfecto para la cabeza de Edu y el brasileño firmaba su primer doblete con la casaca azul cielo. El encuentro parecía sentenciado aunque los casi 40 minutos que quedaban por delante otorgaban un cierto margen a la sorpresa. En el 57 Antonio Guayre acortaba distancias y aturdía en cierta manera a un Celta que no jugó bien durante la última media hora. Con todo, el Villarreal nunca se aproximó a la remontada y el partido terminó con un 3-1 que situaba de nuevo a los locales en la carrera por los primeros puestos.

Plenitud y debacle

Aquel Celta incluso fue capaz de alcanzar el liderato en la jornada 23, justo antes de que el vértigo le hiciese perder seis puestos en cinco jornadas. Al final el equipo se estabilizó en una quinta plaza que le clasificaba para disputar la Copa de la UEFA un año más. Para Edu el curso resultó productivo en el apartado goleador, con nueve dianas convertidas en liga a las que hay que añadir un total de 32 participaciones entre las tres competiciones en las que intervino el equipo.

Betis y Celta fueron los dos clubes españoles en los que jugó Edu (Foto: elcorreoweb.es)
Betis y Celta fueron los dos clubes españoles en los que jugó Edu (Foto: elcorreoweb.es)

Aquellas cifras, con todo, no fueron más que un aperitivo de lo que iba a vivir el brasileño en la campaña siguiente, la mejor de todo su periplo en el Celta. Con Miguel Ángel Lotina al frente, los de Vigo añadieron un punto de pragmatismo a su fútbol que resultó providencial para lograr la clasificación para la Liga de Campeones. Edu fue el máximo artillero del equipo con 12 goles en la competición doméstica y superó los 3.100 minutos si se tienen en cuenta sus actuaciones en la Copa del Rey y la Copa de la UEFA. El de Meñaka colocó de inicio al atacante sudamericano en 32 ocasiones, cifra claramente superior a la registrada por Edu en los dos cursos anteriores.

Un doblete de Edu condenó al Celta a descender en 2007 (Foto: videosdelbetis.com)
Un doblete de Edu condenó al Celta a descender en 2007 (Foto: videosdelbetis.com)

Llegaba la campaña 2003/04 y la ilusión se desataba en Balaídos. Un gol del atacante brasileño al Slavia de Praga ayudó a asegurar la clasificación para la fase de grupos de la Champions League. Desgraciadamente las cosas se iban a torcer muy pronto. Edu cayó lesionado en septiembre y no pudo volver a jugar hasta finales de enero de 2004. Para entonces el equipo había entrado en una espiral de resultados muy fea, a la que no fue ajeno Miguel Ángel Lotina. La destitución del técnico de Meñaka y la llegada de Radomir Antic no hicieron sino acentuar la caída de un equipo que dio con sus huesos en la Segunda División. Edu tan solo pudo conseguir cinco tantos —dos de ellos en Champions— en la que iba a ser su última temporada vestido de celeste. Fue un año desastroso tanto en el apartado individual para el de São Paulo como en el colectivo para los de Vigo.

En verdiblanco

El descenso del equipo implicaba que un hombre con el caché del brasileño no pudiese continuar con la elástica azul cielo y las ofertas comenzaron a llegar a la sede de Plaza de España. Con las negociaciones prácticamente cerradas con el Sevilla, fue finalmente el Real Betis quien se hizo con los servicios de Edu por un montante superior a los cinco millones de euros. En Heliópolis se iba a quedar durante cinco intensas temporadas en las que dejó muy buenas cifras, exhibiendo su facilidad goleadora a lo largo de las campañas 2004/05 y 2007/08, en las que convirtió 11 y 12 dianas respectivamente. Curiosamente el curso 2005/06, el que más jugó —46 partidos, Champions incluida—, apenas pudo convertir cuatro tantos entre todas las competiciones. De la temporada 2006/07 destacó su doblete en El Sardinero que sirvió para ajusticiar al Celta y enviarle de nuevo a Segunda.

Edu puso punto final a su carrera como futbolista en el Colorado Rapids (Foto: coloradorapids.com)
Edu puso punto final a su carrera como futbolista en el Colorado Rapids (Foto: coloradorapids.com)

Y tal y como le sucedió en Vigo, su último año fue el peor de toda su trayectoria como verdiblanco. De nuevo las lesiones le condenaron al ostracismo hasta el mes de abril, lo que le impidió terminar el curso con unos números que rozasen el aprobado. Tan solo pudo participar en 11 partidos y anotar dos goles, con un Betis que caía a la División de Plata. Para Edu se repetía casi punto por punto la historia vivida en Balaídos y, a sus 30 años, decidió volver a Brasil. Internacional y Vitoria le vieron de corto aunque ya no en su mejor versión. El punto final a su carrera como futbolista lo puso en el Colorado Rapids norteamericano, equipo en el que jugó en 2012. Sus últimos años vinieron marcados nuevamente por los problemas físicos, que le impidieron rendir a un buen nivel.

La polivalencia del brasileño permitía situarlo en cualquier demarcación de tres cuartos de campo para arriba

Lo cierto es que Edu se ha caracterizado a lo largo de su carrera por su rentabilidad más que por su espectacularidad. Su fútbol venía aderezado con un toque brasileño aunque se cimentaba más en la efectividad europea. Así sucedió en Vigo durante cuatro temporadas en las que este futbolista originario de São Paulo se convirtió, pese a no jugar como 'nueve', en referencia ofensiva de un Celta que vivió casi a la vez la gloria de la Champions y la amargura del descenso.