En la mañana de este domingo, Marcelino le comió la tostada a Rubi y dejó al Levante sin desayuno en Castellón. El técnico del Villarreal salió con los suplentes tras el esfuerzo que protagonizaron sus jugadores en Europa League frente al Nápoles. A pesar de ello, el Submarino Amarillo no sufrió contra los granotas y supo contrarrestar el buen arranque de los visitantes para acabar endosándoles un 3-0.

El Levante saltó al césped de El Madrigal dispuesto a dominar el partido, llevando la iniciativa para tratar de perforar las redes defendidas por Areola. Para ello, Rubi confeccionó un once para tener el balón y para dirigir los tiempos de juego en El Madrigal. Con un centro del campo formado por Simao Mate, Verza y Verdú, el Levante sufrió en exceso las embestidas del Villarreal. Los granotas consiguieron arrancar el encuentro manteniendo la posesión y acercándose a la portería defendida por Areola, pero cada pérdida se convertía en un suplicio para los visitantes.

La alineación compuesta por el técnico catalán estaba diseñada para dominar la posesión, algo que en teoría les iba a permitir generar ocasiones. Sin embargo, el Levante no consiguió transformar la posesión en ocasiones y no fue incisivo. Además, la excelente presión del Villarreal en la medular permitió que los locales recuperaran el balón con facilidad y que montaran el contragolpe ante la ausencia de jugadores más físicos y defensivos en el centro del campo granota.

La medular granota se vio superada por el centro del campo del Villarreal | Foto: Levante UD.
La medular granota se vio superada por el centro del campo del Villarreal | Foto: Levante UD.

El Villarreal supo desactivar perfectamente al Levante y se replegó bien para recuperar el balón y desplegarse a la perfección para poner a prueba a Diego Mariño. El conjunto amarillo se sintió muy cómodo, tanto con el balón como sin él, lo que permitió que anotaran tres goles y que dejaran la portería a cero. El equipo de Marcelino supo ceder la posesión del balón para defender unos metros más atrás y lanzar contraataques letales por mediación de Nahuel, Baptistao y Samu Castillejo.

Cada robo y cada pérdida del Levante desembocaban en una ocasión peligrosa a favor de los locales. Con una medular en la que Verza y Verdú, dos mediocentros creadores, acompañaban a Simao Mate, los granotas no dispusieron de suficientes medios defensivos para evitar las rápidas transiciones que decidieron el partido. El centro del campo levantinista se vio superado por el del Villarreal y se vio totalmente desarmado en defensa.

A pesar de disponer un once plagado de suplentes, el Villarreal fue un justo vencedor en el partido matinal de este domingo gracias a un solvente planteamiento táctico que anuló por completo el juego del Levante. El Submarino sumó tres merecidos puntos en uno de los derbis de la Comunidad Valenciana y volvió a meter a los granotas en una situación más que complicada.