Si pensamos en una posición de un jugador de fútbol para que este acabe como entrenador, y más aún con la propuesta de Jémez, pensaríamos indudablemente en un mediocentro creador, o en un mediapunta con clase. Lo que no podría pensar nadie es que un rudo central como era Jémez, podría acabar impregnando a sus equipos de este estilo de juego tan característico.

Jémez fue un prestigioso central en Primera División

Su carrera como jugador fue más importante que la que muchos jóvenes que no le vieron jugar se piensan. Fue el central del Deportivo de la Coruña que se quedó sin título de Liga al fallar Djukic su famoso penalti, y cuando militaba en las filas del Real Zaragoza se ganó un puesto como central en la Eurocopa del 2000. Entonces España cayó eliminada ante Francia en octavos de final (1-2).

Inicios como entrenador

Los inicios nunca son fáciles, y si no que se lo digan a Paco Jémez. Después de liderar la Tercera División con el RSD Alcalá, cayó en la segunda eliminatoria de la fase de ascenso a la Segunda División B frente al Girona.

Después de mostrar sus buenos principios como entrenador, el Córdoba, por aquél entonces en Segunda División, decide hacerse con los servicios del gran canario. Pese a no estar en las posiciones de descenso en ningún momento de la temporada, los 15 empates y 9 derrotas en 31 partidos acabaron costándole el cargo antes de finalizar la campaña.

Paco Jémez en el Nuevo Arcángel | Foto: ABC
Paco Jémez en el Nuevo Arcángel | Foto: ABC

Solo media temporada sin equipo es la que pasó Jémez fuera de los banquillos, hasta que el Cartagena decidió ficharle. El equipo había desembolsado una cantidad importante de dinero para lograr el ascenso a Segunda División, y el equipo no estaba respondiendo a las expectativas pese a estar en segunda posición. Paco debutó con un 4-0, dejando claras sus intenciones, y acabó ganando su grupo de Segunda División B.

Jémez ya sabía lo dura que podía ser una fase de ascenso, y esta vez preparó mejor a los suyos. Después de ganar por 2-1 en el Cartagonova al Alcoyano, el equipo culminó el ascenso en El Collao al empatar por 2-2. El broche a la temporada se lo robó el Cádiz, que acabó ganando la intrascendente eliminatoria de los campeones.

Paseos por Segunda

Pese a ascender con el Cartagena a la División de Plata, el presidente del conjunto murciano decidió prescindir de Jémez para liderar al equipo en su nueva andadura. La llamada de la UD Las Palmas a principios de 2009 le devolvió a su hábitat natural: los banquillos.

En el tramo final de su primera temporada como técnico de la UD Las Palmas consiguió salvar al equipo gran canario contra todo pronóstico. Su estilo de juego ya empezaba a ser conocido. Un mal inicio de temporada acabó con la andadura de Paco Jémez en las islas, dejando al equipo en 18 posición. Pese a ello, los aficionados del Las Palmas nunca pidieron su destitución.

Paco Jémez y Jonathan Viera en Las Palmas | Foto: MARCA
Paco Jémez y Jonathan Viera en Las Palmas | Foto: MARCA

El Córdoba, equipo que le había destituido hacía ya 4 años, volvió a llamar a la puerta de Jémez. El técnico no se lo pensó dos veces y decidió volver a Andalucía. Su estilo de juego empieza a definirse cada vez más, y los jugadores se acomodan a él. Buena prueba de ello fue la meritoria sexta plaza que lograron y que les dió acceso a jugar el play-off de ascenso a Primera División. Entonces, el Valladolid les apeó en la primera eliminatoria.

Vallecas, el hogar de Jémez

Después de no lograr ascender a Primera con el equipo de los califas, rescinde su contrato y se vuelve a su amado Vallecas, lugar donde terminó su carrera como jugador. En aquel primer equipo de Jémez despuntaban figuras como Leo Baptistao y Piti, que firmaron 7 y 18 goles respectivamente. Además, aunque no se asentará en el equipo, entonces también militaba el talentoso Franco “Mudo” Vázquez.

El equipo se asienta en Primera División y desde el primer momento los jugadores entienden lo que Jémez les pide. El barrio vive días felices, y su equipo se salva con tanta holgura que piensa en jugar por Europa. Solo una maldita Ley Concursal –que injusto puede ser el fútbol- se puede interponer en el camino del Rayo. Finalmente, su plaza de Europa League es cedida al Sevilla, que acabaría ganando dicha competición.

En su primera campaña en Vallecas, Paco Jémez firmó la mejor temporada de la historia del club. Desgraciadamente, el proyecto se deshace y el equipo cambia por completo para su segunda temporada: causan baja Piti, Leo Baptistao, Jordi Amat, Casado, Javi Fuego, Jordi Figueres, Delibasic y Labaka. Aún así, Felipe Miñambres vuelve a hacer magia y ficha a Alberto Bueno y Joaquín Larrivey a coste cero.

Alberto Bueno, máximo goleador del Rayo en Primera | Foto: Carla Cortés, VAVEL
Alberto Bueno, máximo goleador del Rayo en Primera | Foto: Carla Cortés, VAVEL

El equipo sigue desempañándose con la misma propuesta: fútbol ofensivo, posesión y muchos goles. A un mes para la conclusión, el equipo encadena 5 victorias y logra la salvación. Asentados en la zona media, se dejan ir y acaban en 12 posición. Un buen reflejo de su estilo de juego son las estadísticas de goles: 38 partidos, 46 goles a favor, 80 en contra. El equipo más goleado de la categoría salvado un mes antes de la conclusión; cosas de Paco Jémez.

De nuevo, el equipo se debe reestructurar y una pieza clave como Larrivey marcha de Vallecas. Miñambres vuelve a frotar la lámpara mágica y trae a hombres de la talla de Miku, Manucho y Jozabed. El equipo continúa con su gran dinámica, y pese a pasar por algunos baches, acaba la temporada 17 puntos por encima del descenso y a sólo 6 de Europa. Además, Alberto Bueno se consagra como el máximo goleador de la historia del club en Primera, pero parte con dirección a Oporto.

Siempre fútbol ofensivo

En la presente campaña, Paco Jémez afronta su 4 temporada consecutiva al frente del Rayo Vallecano, y Miñambres consigue renovar a piezas claves como Manucho, Ze Castro y Baena. Además logra traer a Pablo Hernández y Javi Guerra, además de Piti e Iturra en el mercado de invierno.

Un inicio dubitativo, y una racha de 9 partidos sin conocer la victoria, hacen temblar al equipo de Jémez. Finalmente, la irrupción de un centrocampista como Jozabed y la vuelta de la pólvora hacen que el equipo pueda recomponerse. El punto de inflexión fue Mestalla, dónde el equipo vallecano mostró sus características y dominó un partido que acabó en tablas. Esta demostración de buen fútbol acabó rubricándose en el fin de semana siguiente, cuando el Rayo superó por 3-0 al Celta de Vigo en Vallecas. Desde entonces, 7 partidos sin perder aunque solo dos victorias.

Jozabed es el centrocampista español con más goles: 9 en 21 partidos

Falta ajustar la defensa, pues los últimos 3 encuentros se han saldado con el mismo resultado: empate a 2. Aún así, es meritoria la capacidad de reacción del equipo de Jémez, capaz de empatar dos partidos que perdía por dos tantos ante Sevilla y Betis.

Un estilo particular

El mejor ejemplo de lo que es Paco Jémez y su equipo se vio en el Bernabéu. Se perdió 10-2, pero ningún jugador salió decepcionado con el partido que habían hecho. Es lo que tiene jugar injustamente con 9 y que el árbitro se cargue el partido (la primera expulsión sí que fue clara, pero la segunda fue inexistente). Pero durante 20 minutos se pusieron 1-2 y dieron un recital de fútbol en Chamartín.

Jozabed, la última perla que pule Jémez | Foto: MundoDeportivo
Jozabed, la última perla que pule Jémez | Foto: MundoDeportivo

Jozabed, Adri Embarba, Miku, Diego Llorente… Todos ellos son jugadores que está dirigiendo esta temporada Paco Jémez, y como muchos otros anteriormente, pueden partir este verano fuera de Vallecas. Es difícil mantener un proyecto con un equipo que de tal humildad, tiene que reestructurar su plantilla cada temporada. Además, verano tras verano se rumorea con la partida de Jémez a un equipo más grande. Se lo merece, pero el Rayo no sería lo mismo sin él.

Vallecas es uno de los campos más entrañables de Primera División, por el barrio y por su afición. Por estos dos motivos lo fue durante muchos años, pero ahora también interesa lo que pasa sobre el césped. Los chicos de Jémez, sean los que sean, juegan bien. No siempre ganan, pero practican uno de los estilos más atractivos de la categoría. Posesión y fútbol ofensivo a toda costa: Paco Jémez.