El vaso contiene la misma cantidad de agua, pero verlo medio lleno o medio vacío es algo que depende de quién lo mire. Algo muy parecido puede aplicarse al partido de hoy del Getafe. El reparto de puntos logrado ante el Sevilla pone fin a la racha de derrotas de los azulones, pero parece insuficiente en vista de los complicados partidos que tienen por delante.

Seguramente lo mejor que se pueda decir de los de Escribá tras ver el partido de hoy es que dieron la sensación de estar dispuestos a dejarse cada gramo de fuerza para lograr la salvación. Con mayor o menor grado de acierto, o con mejor o peor criterio en la toma de decisiones, pocos peros se pueden poner hoy a los jugadores azulones. El desgaste físico fue tremendo, y les permitió ser superiores a todo un Sevilla.

Los de Emery, si bien en la primera mitad se mostraron algo más cómodos, sufrieron hasta el último instante para contener a un Getafe que, con más alma que fútbol, luchó hoy por una victoria que se le resistió. Acabó con los hispalenses encerrados en su área y pidiendo la hora, y solo su falta de puntería y un polémico fuera de juego le privaron de conseguir los tres puntos. Además, el tanto de Velázquez puso fin a la sequía goleadora y a la racha de derrotas. Parece que los madrileños vuelven a ver la luz.

No obstante, entrando en detalles el punto logrado parece cada vez más agridulce. Pese al tanto del central uruguayo, los problemas anotadores de los azulones volvieron a evidenciarse hoy, y la facilidad que parecen tener sus rivales para castigarles en cada llegada volvió a estar a punto de dejarles sin sumar. Da la sensación de que han entrado en una de esas rachas en las que el mundo parece puesto en contra. La puntería, las lesiones, e incluso las decisiones arbitrales, pues hoy N'Zonzi pudo haberse marchado expulsado en varias ocasiones. El punto no se logró hoy contra el Sevilla, se logró contra el aciago destino que acompaña a este Getafe.

El empate permite a los azulones tomar una ligerísima ventaja con respecto al descenso, pero el calendario no da ni un respiro. Con sus rivales directos aún por jugar y una visita al Camp Nou la semana que viene, parece complicado que los de Escribá no acaben cayendo a puestos de descenso en un plazo muy corto de tiempo. Luego comenzarán las finales, y el margen de error será ya mínimo. Solo con las ganas que se vieron hoy sobre el césped, el Getafe logrará escapar de esta difícil situación en la que él mismo se ha metido. Si hay un motivo para vivir con tranquilidad, es que los jugadores y la afición han respondido a la perfección ante este primer match ball. No será el último.