Como bien había anunciado Miguel Ángel Portugal la semana pasada tras empatar en Tarragona, la asignatura pendiente del Pucela está en mejorar en casa. Así lo ha certificado por enésima vez el Real Valladolid, esta vez ante la SD Huesca que consiguió llevarse la victoria de Zorrlla y poner fin a la racha de ocho partidos consecutivos sin perder.

No le hizo falta demasiado al Huesca para doblegar al plantel castellano, un equipo que lejos de intimidar, no infunde ningún respeto a los rivales cuando actúa como local. Bastó un solitario gol de Darwin Machís para hacer que los tres puntos volasen de la capital castellana y hacer que los vallisoletanos perdiesen una oportunidad de oro para acercarse a las posiciones de playoffs. Y es que los albivioletas fallaron cuando tenían en sus manos la mejor oportunidad para reengancharse a la pelea, pero un nuevo fracaso ante su público les aleja del objetivo.

Siguen los problemas en defensa

Una vez más, la defensa pucelana hizo aguas y dejó vendido en más de una ocasión a Kepa ante la delantera aragonesa. En gran parte por el buen hacer del meta vasco y por algún que otro error de los delanteros visitantes, el Pucela estuvo a un solo gol durante todo el partido, pero la delantera vallisoletana tampoco tuvo su día. Leo Franco vivió una tarde plácida, solamente tuvo que emplearse a fondo para ganarle un mano a mano a Roger, el resto del partido fue un mero espectador. En gran parte la culpa del poco trabajo del meta argentino estuvo en la poca capacidad de generar ocasiones que tuvo el Pucela durante los noventa minutos, algo que comienza a ser preocupante para Miguel Ángel Portugal.

Es un secreto a voces que los blanquivioletas están encontrando demasiados problemas para generar ocasiones de gol y el encuentro de ayer no fue una excepción. Ni Rubio, ni Leao, ni Borja supieron surtir de balones a los delanteros pucelanos, volviendo a perder la partida en la parcela ancha del terreno de juego, a lo que hay que sumar las constantes imprecisiones que se vieron en los locales durante todo el choque. Un nuevo fiasco ante su afición que complica todavía más las opciones del Real Valladolid para entrar en playoffs.

Portugal, ¿valiente o precipitado?

Tampoco queda en segundo plano la decisión de Miguel Ángel Portugal de gastar los tres cambios en la primera mitad, ya que en el minuto 41 ya había realizado la tercera sustitución. Quedó patente sobre el tapete de Zorrilla que la atrevida decisión del técnico burgalés no fue positiva para el Pucela, ya que el juego no mejoró en ningún momento y no se vio reacción por parte del equipo, reacción que de la que no hubo rastro ni en los últimos quince minutos cuando los albivioletas jugaron con un hombre más, pero ni así.

Todo parece próximo a un problema de actitud e intensidad, más si cabe teniendo en cuenta que era un partido clave para meterse de lleno en la pomada. Un choque de los que hay que ganar sí o sí, mordiendo desde el primer minuto, pero nada de eso se vio en las filas pucelanas, que salieron sin la intensidad necesaria para afrontar un choque de estas características. La pesadilla pucelana parece no tener fin, el playoffs sigue a cinco puntos, pero es una realidad que cada vez que el equipo se puede acercar las fuerzas flaquean y se acaba fallando. Atenazado y con un juego muy poco efectivo, mucho tendrá que cambiar el Pucela si quiere jugar la post-temporada y dejar de vagar sin rumba por la tabla de la Liga Adelante.