Desde su llegada al Sevilla FC, Ever Banega ha tenido un lugar reservado entre los convocados del entrenador de la Selección Argentina, Gerardo Martino. Luego de una 2013/14 sin muchas luces a nivel de clubes y con regularidad absoluta en los llamados del entonces seleccionador, Alejandro Sabella, la noticia de su exclusión de los elegidos para disputar la Copa Mundial de Brasil 2014 fue un mazazo que estuvo a punto de terminar con su carrera.

Su regreso al Valencia luego de su breve prestamo en el club de sus amores, Newell's Old Boys, no fue el ideal y allí apareció Unai Emery para rescatarlo de la caída libre. Ya se habían cruzado en el Valencia hacía unos años, por lo que el entrenador conocía las cualidades técnicas y físicas del talentoso volante creativo.

El tiempo le dio la razón y Banega ha disfrutado en estas dos últimas temporadas de la mejor forma de su carrera tras aquel inicio fulminante en Boca Juniors que incluyó una Copa Libertadores en el año 2007. Esto también le permitió ocupar un rol vital en el esquema táctico de Martino, que no ve al fútbol sin jugadores con inventiva y visión de juego, dos cualidades que relucen como el oro en Ever Banega. Pero en esta temporada, le ha sumado a estas facetas de su juego una impensada por la mayoría de los especialistas: la de goleador. Con su anotación del fin de semana pasado frente al Getafe, Banega llegó a los nueve goles en la corriente temporada y suma un total de 12 marcados con la camiseta rojiblanca. Atrás han quedado sus 11 tantos con el Valencia, con el agregado de que en el equipo che disputó 185 partidos y con los andaluces recién ha jugado 81 encuentros.

En 2007, Banega levantó una Copa Libertadores vistiendo la camiseta de Boca Juniors

Sus muy buenas cifras lo ponen unos goles por debajo del máximo goleador del Sevilla, Kevin Gameiro, pero por encima de vecinos habituales de las redes como Fernando Llorente y Yevhen Konoplyanka, a quienes supera por dos anotaciones. Cinco de ellos fueron los Liga BBVA, ante el Getafe, el Celta de Vigo, el Real Madrid y el Espanyol, dos en Champions League ante el Borussia Monchengladbach, uno en Copa del Rey nuevamente contra el cuadro gallego y otro más en la Supercopa de Europa frente al Barcelona.

La importancia de Ever Banega para el mediocampo del Sevilla es algo que todos los que entienden este deporte reconocen y elogian. Basta ver como cada vez que el argentino es reemplazado o se ausenta por lesión o suspensión, los volantes y delanteros deambulan por el campo de juego como una pieza fundamental les hiciese falta, como si el cuerpo colectivo no estuviese completo. Aún con rendimientos bajos en algunos partidos -el desgaste ha sido brutal- las prestaciones del nacido en Rosario, Santa Fé, son el sostén de la idea de juego que Unai Emery le ha logrado inculcar a este rico plantel. Para felicidad de su entrenador, ahora también le ha agregado un aprovechamiento magnífico de su pegada para poder redondear o iniciar grandes victorias o, en los días donde las cosas no salen bien, rescatar al equipo de los peores abismos.