El Santiago Bernabéu vivió el 10 de marzo de 2015 uno de los momentos más anómalos de la historia reciente de los blancos. El Schalke, que el año anterior había sido goleado en la misma ronda, se quedó a un gol de dejar fuera al Real Madrid en octavos, tomando el Bernabéu en Europa cuatro años después merced al 3-4 que lograron los germanos en el feudo blanco.

Todo a una carta

El susto y la bronca posterior son los principales factores a evitar. Zinedine Zidane ha trabajado duro durante toda la semana para dejar claro un precepto: prohibido relajarse. Caer en la tendencia que últimamente han venido mostrando en algunos compromisos previos en el último año y medio, de relajarse y salir sin la determinación que una cita del conjunto blanco requiere.

La Roma, a ocho puntos de la Juventus en Serie A y sin Coppa tiene en la Champions su última vía de escape, como también el Real Madrid

Enfrente tendrán a un rival cuya situación podría invitar a alguno a pensar en tomarse con calma el encuentro, pero que hará de esta posibilidad su gran virtud. La AS Roma viene a jugárselo todo a una carta, con las opciones de Scudetto más que complicadas, eliminados de la Coppa y sin más objetivos a los que aferrarse que a hacer un buen papel en Europa.

El cuadro transalpino es tercero en Serie A, como los blancos lo son en la Liga BBVA, a ocho puntos de la Juventus con otras tantas jornadas por disputarse. El paso del cuadro de Allegri es firme, y no parece haber síntomas de desvanecimiento, la única opción que haría que la Vecchia Signora se quedase nuevamente sin levantar el título.

El conjunto de Luciano Spalletti firmó un partido bueno en la ida, gozando de varias ocasiones de peligro que desbarató un acertado Keylor Navas y unos imperiales Ramos y Varane, crecidos para la ocasión cortando las acometidas de El Shaarawy y Salah por cada uno de los costados, aunque sufrieran en el tramo final con la entrada de Dzeko en la punta del ataque.

Precisamente el bosnio será previsiblemente el hombre punta de Spalletti en el Santiago Bernabéu. Los dos Faraones le escoltarán en los costados, y por detrás Pjanic, le darán al cuadro romanista un gran potencial ofensivo con el que rondar la portería de un Navas que recuperará la que en esencia ha sido la defensa titular en las últimas temporadas.

Controlar el factor emocional

Con la duda de si será Pepe o Varane el que acompañe a Ramos, Zidane podrá poner de principio a Carvajal y Marcelo en los costados, dándole impulso ofensivo pero pudiendo sufrir en defensa. Es por ello que la figura de Casemiro aparece nuevamente entre las opciones a manejar del técnico, para así dotar de mayor músculo al centro y poder cubrir las eventuales subidas de sus laterales, no quedando descubiertos cuando los italianos lancen sus poderosas contras.

Spalletti: "Marcar un gol rápido podría alterar el equilibrio mental de la eliminatoria"

En sala de prensa, Spalletti ha dejado claro que no vienen a Madrid a pasearse. El toscano valora la importancia de poder inclinar pronto el marcador a su favor: "Mañana debemos marcar gol rápidamente, después veremos que sucede. Podría cambiar el equilibrio mental", señaló el italiano. El factor anímico será fundamental, y 2500 tifosi alentarán a los suyos en el Bernabéu para tratar de llevarles hacia una remontada.

Rematar lo que trató de hacer el Schalke parece una empresa harto complicada, pero el potencial que atesora la Roma es importante. Con Totti como recurso emocional, y la figura de Perotti como comodín para ser de la partida y aún plantear un escenario más ofensivo, o guardarse la baza para la segunda mitad, el Madrid deberá guardarse de las garras de la Loba. No vaya a ser que tenga las garras afiladas.