Si hubo alguna alegría este pasado verano en Donostia fue la continuidad de Rulli. El argentino, que cuajó una gran temporada 2014/2015, llamó la atención de clubes como el Valencia, que a punto estuvo de llevárselo. Finalmente, el internacional se quedó en la Real Sociedad por un año más.

Una vez atado a Rulli, empezó el dilema de quién sería el segundo portero. Tras la finalización del contrato de Zubikarai, Bardají se antojaba como candidato a ser el guardameta suplente, pero su juventud hizo que se decidiese por conseguir la cesión de Oier Olazábal, que militaba en el Granada.

Oier Olazabal atrapa un balón en un partido de cCopa del Rey. Imagen: LaLiga
Oier Olazabal atrapa un balón en un partido de cCopa del Rey. Imagen: LaLiga

Sin competencia

A pesar de que con la llegada de Olazábal se buscaba que hubiese competencia con Rulli, lo cierto es que el de Irun no ha tenido apenas oportunidades en Liga. Tan solo una expulsión del argentino en el encuentro ante el Espanyol de principio de temporada hizo que pudiese debutar en liga.

En total, ha disputado 137 minutos en Liga, contando los 47 minutos en el mencionado partido ante los "pericos" y el siguiente enfrentamiento ante el Granada, donde encajó tres goles. Además también ha jugado en Copa del Rey, en los dos únicos encuentros de la Real Sociedad en este torneo ante Las Palmas, en el que fue expulsado en el último minuto del partido de vuelta. 

Los donostiarras, a pesar de tener dos guardametas, no cuentan con ninguno en propiedad. Gerónimo Rulli solo tiene contrato por un año y Olazábal está cedido, por lo que el futuro de la portería realista está en el aire. El argentino, a pesar de no cuajar tan buenas actuaciones como la anterior campaña, ha continuado serio, sin ceder oportunidad a la duda. Por ello, se debería intentar renovar su contrato de cara a próximas temporadas.