Cristiano Ronaldo es como un tren de mercancías que va a toda velocidad: potente, firme y seguro. El portugués es una de las joyas de la corona de la historia del fútbol por su capacidad de superación, su comprensión de que el talento sin trabajo no conllevan a nada y, sobre todo, por esa voracidad goleadora que le coloca a la altura de los más grandes en esta faceta. Aun así, Ronaldo no está teniendo una temporada demasiado regular, teniendo en cuenta que en los grandes partidos se le ha visto desconectado y errático, algo que le ha llevado a tener que aguantar palos provenientes de todas partes.

No obstante, el siete blanco está ahora mismo en una cifra de tantos que ya quisieran muchos aglomerar en alguna campaña durante sus carreras, una cuestión que vuelven a evidenciar que no está, para nada, acabado o muerto. Con esa peligrosidad que todavía lleva en su ADN, Cristiano se dejará caer el próximo domingo por el Estadio de Gran Canaria con la intención de seguir aumentando su cifra goleadora y de anotar otro campo más en el que ha visto puerta.

Ésta será su primera visita a la isla y no quiere dejar atrás la oportunidad de continuar batiendo marcas y registros personales que engrandezcan aún más su figura, más teniendo en cuenta que su Real Madrid tiene pocas o ninguna posibilidad de hacerse con el título de Liga.

Cómo pulverizar a los equipos más débiles

La realidad de su temporada se basa en que, ante los equipos teóricamente inferiores a los blancos, Cristiano Ronaldo se encuentra cómodo y más letal que nunca. Su producción ofensiva se multiplica en esos casos y es capaz de volver a casa con otro balón que añadir a su museo personal. Ronaldo multiplica sus prestaciones ante los equipos teóricamente inferiores Sin embargo, cuando juega lejos del Bernabéu, sus prestaciones son algo menos notorias y su equipo lo ha notado hasta el punto de que el nivel competitivo de su equipo no ha alcanzado las expectativas puestas para este curso.  

A pesar de todo, la vigilancia sobre el delantero madridista debe ser máxima para evitar que pueda arañar la portería de Javi Varas; la amalgama de recursos que posee Ronaldo le convierten en un jugador que es complicado de frenar, ya que puede aprovechar tanto su velocidad o potencia como su capacidad de salto para ser un pilar en el juego aéreo. Sea como sea, el hambre de Cristiano por mantener viva la llama de su fútbol y de sus fans hará que la isla de Gran Canaria pueda disfrutar de uno de los mejores de todos los tiempos.

El más vigilado por el aficionado

Además, el luso estará perseguido durante este fin de semana en Las Palmas no solo por el partido que tiene que disputar, sino también porque arrastra una masa de seguidores que pelearán y lucharán por una foto o vídeo su ídolo. La fuerte seguridad hará que sólo algún avispado o suertudo pueda acercarse a Ronaldo, pero lo que sí está claro es que los smartphones y las tablets le perseguirán desde que aterrice hasta que se marche.