El Leganés puso en peligro el liderato de la Liga Adelante, que podría perder en favor del Alavés si el equipo vitoriano vence al Albacete, tras caer goleado este sábado por 3-0 en su visita al campo de un Mallorca que se aleja de la zona de descenso.

El conjunto madrileño volvió hoy a ser víctima del mal de altura que parece afectarle desde que se aupó el pasado 28 de febrero a la primera plaza de la clasificación, tal y como atestiguan las cuatro jornadas consecutivas -dos derrotas y dos empates- que acumula ya sin vencer.

Un lento primer tiempo

Comenzó el equipo local teniendo la posesión de balón, siendo los madrileños los que se situaron mejor en el campo con las líneas muy juntas, en tres cuartos de campo, esperando un fallo en la salida de balón o en el pase de los bermellones para tratar de salir a la contra. Ninguno de los dos equipos renunciaba a atacar, conscientes de lo que se jugaban.

Había voluntad, pero no ocasiones claras. Tampoco tenía claridad cuando trenzaba las jugadas el Mallorca. El plan le estaba saliendo al equipo de Garitano. Siempre recurriendo a las bandas, incidiendo sobre todo en la izquierda, donde se encontraba Lago Junior, no era el equipo local capaz de mover el balón con rapidez, ya que las combinaciones eran muy lentas, haciendo que la afición se desesperará. No había cambios en lo referente al juego, pero sí en el apartado de las incidencias: un choque entre Campabadal y Bustinza hacía que el primero saliera retirado por un golpe en el ojo. El segundo, afortunadamente, podía continuar con un aparatoso vendaje en la cabeza. Cambio obligado y ofensivo el de Vázquez ante la salida de Campabadal, que daba entrada a Colunga, situando a Lago Junior en el lateral y a Yuste de central.

Ninguno de los dos exponía en exceso, haciendo que los primeros cinco minutos de juego ofensivo fuera un espejismo. Era el minuto 30 y no se registraba ningún tiro a puerta. Todo un partido de Segunda División. Fue Szymanowski el que, con un tímido disparo, maquillaba las estadísticas de los tiros a puerta. Terminaba la primera parte y gracias. Sin ocasiones, sin apenas córners lanzados y sin fútbol. El punto era mejor para el 'Lega', aunque se esperaba más de los dos equipos, sobre todo de los mallorquines, no solo por ser el equipo local, sino por sus necesidades en la clasificación.

La segunda parte más intensa que la primera.

La segunda mitad comenzó, de nuevo, con los blanquiazules siendo mejores, controlando la posesión de balón y transitando la mayor parte del tiempo en campo contrario. El reflejo de ello fue un gran pase de Szymanoswki que a punto estuvo de remachar el lateral Víctor. Sin aparentes noticias del Mallorca, tampoco en el inicio de la segunda parte, llegó su gol. Una vez se presentó con claridad el equipo de Vázquez ante la portería de Serantes y no perdonó. Una fantástica triangulación entre Lago Junior, Sissoko y Colunga terminaba con el gol del asturiano.

Era el minuto 54 y todavía quedaba un mundo por delante. El gol agitó el partido, siendo un soplo de aire fresco para el Mallorca, que comenzó a empujar al líder contra su propia área. Verlo para creerlo. Esto no duró mucho, ya que sin mucha precisión, pero con coraje, el líder trataba de llegar a la portería contraria.

Primero fue Gabriel, aprovechándose de una pérdida de los bermellones, quien lanzaba un disparo potente desde la frontal del área que se perdía a escasos centímetros del palo izquierdo del portero alemán. De nuevo Gabriel, esta vez por la derecha, tenía una nueva oportunidad. No era una gran tormenta de oportunidades pero sí un pequeño goteo. Se podía mascar el gol de los madrileños.

Justo en esos momentos, toda la esperanza pepinera por remontar fue enterrada por Colunga. Un penalti señalado por el colegiado al mismo Adrián, era transformado por el onubense. Dos tiros, dos goles. La efectividad fue máxima por parte del equipo de la isla. No obstante, se volcó el equipo de Garitano tratando de recortar distancias y como consecuencia de ello llegó el tercer gol en contra y la sentencia. Ortuño encaró solo hacía la portería, Sastre no fue capaz de obstaculizarlo  y batió a Serantes. A partir de ahí, los bermellones dejaron pasar el tiempo y se hicieron con una victoria aparentemente plácida, pero que no lo fue tanto. Tres puntos importantísimos que alejan a los locales del abismo del descenso y prolongan la mala racha de un Leganés que comienza a tener vértigo a las alturas.