El dictamen médico confirmaba una de las peores sospechas de la afición rojiblanca. Durante el infartante duelo del Manzanares ante el PSV Diego Godín cayó lesionado y los expertos dudaban sobre si llegaría o no a recuperarse antes del enfrentamiento ante el fC Barcelona. El protagonista en todo momento lo tuvo claro, Barcelona debería aguantarle de nuevo. El parte médico decía así: “Lesión muscular de grado II a nivel de cara profunda del bíceps femoral de la cara posterior del tercio medio del muslo derecho” pero podemos seguir añadiéndole sustantivos y adjetivos del diccionario al daño de Diego Godín que el resultado será inamovible. Da igual lo que padezca, una rotura de nariz, molestias en la rodilla, dolores en el muslo derecho o como si es atacado por un brote súbito de Gastroenteritis. Si el Faraón dice que jugará sobre el escenario donde con su cabeza guió al Atlético de Madrid al cielo, el Faraón jugará, no hay tu tía. 

Aquel día Gabriel Fernández cogió el esférico como el que coge por primera vez en sus brazos a un hijo recién nacido, lo colocó minuciosamente con un mimado e intencionado roce hacía una de las líneas limítrofes de la esquina del córner, siete pasos hacía atrás, leve mirada al área, seis pasos hacia adelante y un centro a la medida de la testa de Diego Godín. El final a tal bella historia de amor, es ya conocido, de hecho reposa en las páginas de oro del Atlético de Madrid; en las del Camp Nou esta historia aparece contada de otra manera.

“Ahora eres parte de la historia del club” le decía Diego Pablo Simeone al uruguayo con una sonrisa de oreja a oreja y con la cara de un maestro que ve a su mejor pupilo graduándose. Y no le faltó razón al argentino, su nombre quedó escrito en los corazones rojiblancos y su gol grabado en las retinas de los aficionados colchoneros, nada fruto de la suerte, sino del esfuerzo. 

La historia viva

Godín lo tuvo claro desde el principio, cuando le comunicaron la infortunada lesión era claro  conocedor que  en sus opciones no estaba perderse una cita tan importante como la que mañana acontecerá en el Camp Nou: la recuperación se impuso como obligatoria y así ha sido,  hoy el médico extendía el cheque con la confirmación de que no hay muslo que pueda con Diego Godín. Durante el parón de selecciones el central rojiblanco realizó trabajo intensivo para poder lograr el alta médica. 

“Estoy al cien por cien” afirmaba el uruguayo junto a Simeone en la rueda de prensa previa al duelo de Champions. La figura de Diego Godín sobre el campo es difícilmente sustituible y aunque el Atlético, tirando de cantera, haya logrado aguantar el tipo sin su número "dos" -  caso a parte el encuentro ante el Sporting- se ha dejado notar la ausencia del Faraón en la zaga colchonera. Así pues, los colchoneros pueden volver a respirar tranquilos, mañana, tras casi un mes alejado de los terrenos de juego volverá Diego Godín a pisar el verde.

Choque para valientes

El Atlético de Madrid y el FC Barcelona se enfrentarán a un duelo de esos que cortan la respiración. El Camp Nou se vestirá de gala y acontecerá ensimismado a un encuentro capaz de repartir alegría y tristeza a partes iguales. El esfuerzo de la temporada se atrincherará en unos noventa minutos que podrán tener su culmen en el Río Manzanares. Luis Enrique y el Cholo tienen muy claro que no será labor fácil: sólo hay un billete para las semifinales de la Liga de Campeones. Lo que sí que ha asegurado el argentino es que el Faraón está de vuelta, estará en el once y llegará con las pilas puestas.